La muerte se lleva al gran artista plástico Miguel Varea
Miguel Varea fue, sobre todo, un dibujante que con su apuesta estética irreverente creó una obra de importancia para el arte nacional.
Miguel Varea / Facebook
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Grabadista, pintor, dibujante. Miguel Varea más que dejar un vacío con su muerte, deja una constelación de obra que seguirá teniendo el mismo impacto que tiene cuando se la ve por primera vez.
Más que un homenaje, es un hecho.
El artista, nacido en Quito en 1948 -de familia de Latacunga- falleció como consecuencias de una caída que tuvo hace algunos días, de la que no pudo recuperarse.
Varea deja un carrera de más de 50 años, desde el inicio de sus estudios de arte en la Universidad Central del Ecuador -junto a sus primeras exposiciones-, hasta decenas y decenas de muestras independientes, talleres y publicaciones.
La última de ellas fue A la luz de una esperma nuevecita, de 2015.
La Estétika del disimulo como camino
La manera particular en la que Varea se enfrentaba a la obra -sea pintura, plumilla, dibujo, grabado- se podría enmarcar en lo que él denominó Estétika del disimulo. Con "K", como la usó tantas veces en su carrera.
Con una fuerte carga de la escritura como elemento fundamental en su obra.
La definición que él mismo dio sobre eso se puede encontrar en su página web, donde se lee así:
"Estamos socialmente condicionados a considerar como normal y sano el hecho de estar […] inmersos en el espacio y el tiempo externos. En cambio, el estar sumergidos en el espacio y tiempo internos suele considerarse como una retirada antisocial, una desviación enferma y patológica per se, en cierto modo vergonzosa".
La introspección como medida y hasta planteamiento político. Mostrar lo que sucede adentro, contrapuesto al exterior.
Como el propio Varea se lo explicó a Francisco "Pájaro" Febres Cordero, en una entrevista publicada por revista Mundo Diners:
"Es que la política es lo básico. La política es la que configura todo. Lo que no avanzo a ver es la diferencia entre lo que llaman la dictadura y la democracia. ¡La misma huevada!".
La pérdida que se siente en el ambiente del arte
Familiares, conocidos, gente de arte, consumidores de su obra y plataformas de arte contemporáneo han empezado a rendir tributo a Varea en sus cuentas en redes sociales.
Todas en tono de homenaje ante la pérdida del artista.
Consultado sobre la muerte, en la entrevista con el Pájaro Febres Cordero, Miguel Varea dio la respuesta que en este momento se vuelve una forma de comprender el hecho.
Y aceptar al artista y su visión irreverente y clara ante la muerte. Algo que quizás haga mucha falta en estos días.
"Bueno, a mí desde hace años me vienen diciendo que ya me muero. Me llevan de los pelos a la clínica; pero si es de morir, ha de ser de morir; no me preocupa".
Porque siempre hay otras formas para seguir viviendo. Solo es cuestión de estar frente a la obra.
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