Vocalista de Swing Original Monks presenta su nuevo proyecto: Madrigal
"Quisiera" es la segunda canción que lanza Nathalia Madrigal como parte de su proyecto solista.
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Se trata de hacer canciones en las que las decisiones tienen más de ella que de la idea del grupo al que pertenece. Y no es que Nathalia Madrigal -más conocida en el ambiente musical como Juana Monk- esté sola haciendo música.
Pero sí que ahora todos los caminos conducen a ella, a sus ideas, letras, melodías, y a sus recuerdos de infancia.
Porque Madrigal es el nombre perfecto con el que ha bautizado su proyecto solista. Además, es una especie de recolección de memoria. En este nuevo trabajo musical, ella usa tanto su apellido como la palabra que define a la construcción poética que muchos debieron conocer en época de colegio.
Y, al mismo tiempo, replantean cómo deberían sonar esos géneros que han alimentado los oídos caribeños durante décadas.
No es revisionismo, ni reformateo. Es abrazar la música y darle otro ropaje.
Nathalia Madrigal vive en Santa Elena. Hacer la música que hace por fuera del grupo Swing Original Monks significa viajar a Quito y preparar las canciones que se cocinan a distancia. Temas que adquieren su forma final en el encuentro que ella tiene con los músicos que la acompañan, bajo la producción de Ivis Flies.
Esa fuerza de 'Quisiera'
Uno de esos temas es Quisiera, el que funciona como primer sencillo de un posible EP que debería salir el próximo año.
Y en Quisiera descansa el sentido de un proyecto que se asienta en el bolero y el porro -esa especie de cumbia que tiene su poder en el sonido de los vientos-.
Aquí hay esa suavidad y nostalgia digna de los años 50. Con una caja de ritmos, un órgano en onda Hammond, y una guitarra eléctrica con algo de trémolo, que colocan a este bolero en un terreno más contemporáneo. En el que incluso coquetea con cierto espíritu de la balada clásica en español de los años 70.
Nathalia canta en el coro: “Quisiera quedarme junto a ti / volver del sueño más profundo / y saber que en este mundo / el amor nos trajo aquí”. El asunto es el deseo, el ser que se busca como recompensa.
El espíritu de la canción es el de la distancia con la persona que se ama, y el de la esperanza de que se produzca un encuentro con un carácter permanente. Esto con una estructura que juega con acordes menores -no es bolero si no aparecen- y con la tensión que se produce al llegar al estribillo, con un cambio de tono, con acordes séptimos por ahí. La música refleja la separación que parece ser la tormenta.
Algo que tiene en la voz de la propia Nathalia Madrigal un efecto que profundiza la sensación, y que la vuelve contundente. Hay algo de dulzura en su tono, es verdad, pero determinación en la manera como cada sílaba es pronunciada.
Es como si cada verso pudiera ser saboreado.
Es el último minuto que la canción entra a un terreno impresionante, casi como si la necesidad fuera la de cambiar todo lo que musicalmente había sonado antes. La idea del “puente” que aparece como una nueva estructura, que va a marcar una sonoridad distinta, hace que el cierre de la canción se vuelva hipnótico.
Y eso no significa que lo anterior no funcionara.
En realidad, este cambio produce una nueva atmósfera en el mismo terreno. Una especie de goce de intimidad en medio del desconcierto. Más que tensión, en el último minuto de Quisiera hay un pedido, una imploración.
Que termina en un gran acorde final.
Otros caminos de Madrigal
En este sentido, Quisiera, así como las otras canciones en las que ella está trabajando, marcan una nueva aproximación a la forma de componer de Nathalia, distinta a lo que pasaba con los Monks. Con un Ivis Flies que le da forma a las ideas que ella va llevando. Y así surge la música.
Madrigal cuenta, además de la voz de Nathalia Madrigal, con el trabajo de Flies en el bajo y producción. También con la participación de Sebastián Game en las guitarras, Carlos Pizarro “Pantera” en las percusiones, Martín Flies en los beats y Miguel Sevilla en teclados. También están los coros de Eleazar Joshue Arias.
Estos son los músicos detrás de Quisiera y del resto de canciones que se han grabado. En febrero de 2021 ella publicará un nuevo sencillo: un cover de uno de esos temas que escuchaba de niña.
El dato no es menor, porque para Madrigal resulta importante la idea de la versión. Este 2020 apareció su cover del tema Ieri, de Can Can, que formó parte del proyecto Ayer/ Mañana. Y fue en esta grabación que el sonido del terminó de cuajar.
“Teníamos la idea de cómo iba a ser esto, pero Ieri fue la primera que ya nos tocó enfrentar y decir: A ver, aquí tiene que estar la esencia del proyecto. Porque en medio de todo esto nos propuso Can Can hacer la versión y fue como: ahora sí toca darle forma.”, cuenta Natalia.
La música también puede ser un proceso de ensayo y error. Y de lanzarse a hacer algo con todas las esperanzas puestas en el resultado: “Porque siempre tienes ideas, pero no sabes cómo se van a juntar y sonar al final. Entonces Ieri fue ese ratoncito del laboratorio”.
El experimento de esa música de antaño cantada por un “alma vieja” -término que ella repite en varias ocasiones- es exitoso. Hay dos grabaciones que lo prueban. Ahora solo es cuestión de esperar qué más va a venir de Madrigal.
Otras recomendaciones
“All things must pass (2020 remix)”, de George Harrison
Una nueva mezcla de la canción que le da título al primer disco solista de George Harrison, que se publicó hace 50 años. La tecnología hace un milagro: quita todo el exceso de producción de Phil Spector y permite que cada cosa suene en su lugar y con claridad. Gracias a un trabajo del productor Paul Hicks.
Según Dhani Harrison, el hijo del exbeatle, su padre siempre quiso hacer sonar mejor esta canción y el disco completo. Con los avances técnicos de hoy se puede conseguir que esa maravilla. Presione play y déjese llevar.
“CYR”, de Smashing Pumpkins
El grupo de Billy Corgan presenta un nuevo disco doble, 25 años después de que lanzara su obra maestra Mellon Collie and the Infinite Sadness.
Todo suena más actual y más pop, como una continuidad de su disco de 2018, Shiny and Oh So Bright Vol 1 -incluso esta relación se mantiene en la portada del disco- que hace que la banda de Corgan -con James Iha y Jimmy Chamberlain- no pierda actualidad ni fuerza.
Es como escuchar eso que quiere y que suena familiar, pero con un espíritu más acorde a estos tiempos.
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