Madonna: la reina eterna del pop
Madonna en vivo en el Pride Island concert de Nueva York, el pasado 30 de junio de 2019.
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En 1989, Madonna sacaba su cuarto álbum. En el video del primer sencillo -la canción Like a prayer, que le daba título al disco- la estatua de un santo católico cobra vida y se besa con la cantante.
Para muchos fue suficiente. Ella cantando frente a cruces en fuego. Había cosas que no se podían tolerar en ese momento.
Pepsi rompió un contrato de USD 5 millones y El Vaticano presionó para boicotear su show en Italia, como parte de su Blonde Ambition Tour.
Pero ella sobrevivió. El escándalo ya no la podía tocar.
En el video de Like a prayer hay una resignificación de símbolos, desde luego. Hay una historia intensa. Pero, sobre todo, hay una artista, una mujer, que se la jugó. Ella podía hacerlo.
Usar elementos del cristianismo desde la controversia y estar en lo más alto del pop simultáneamente. 33 años antes, John Lennon tuvo que pedir disculpas públicas por decir que Los Beatles eran más grandes que Jesucristo. Madonna no lo hizo.
Madonna Louise Ciccone nació el 16 de agosto de 1958. A los 20 llegó a Nueva York, buscando una carrera como cantante y bailarina. Madonna ha lanzado, desde 1983, 14 discos. En cada uno hay himnos de pistas de baile y propuestas estéticas que siempre estuvieron ligadas al dance.
En el rubro musical, Madonna ha creado un cuerpo de trabajo importante. Que más allá de los éxitos conocidos tiene canciones que podrían ser analizadas por la calidad.
Para la compositora María Cristina Bayas, lo más eficaz que tiene Madonna es que es ella misma, una intérprete que existe desde la autenticidad, algo que para Bayas es muy valorado por el público.
"Madonna se mantiene en el ruedo por casi 40 años porque te muestra un enfado que reventaría si no tuviera una guitarra al alcance de su mano; una indignación que, ya en forma de música, se vuelve poderosa y estética".
María Cristina Bayas, fanática
Fausto Rivera se considera un seguidor incondicional de Madonna. Conoce su carrera y la sintentiza de una forma clara, como se puede escuchar en el siguiente video:
La artista y el feminismo
En 1992, Madonna ya es una mujer de negocios importante. Salió adelante de la polémica religiosa y decidió enfocarse en otra: la sexualidad.
Su disco Erotica y su libro Sex permitieron ver a una mujer en control de cómo verse, vivir y mostrar su sexualidad, a la vista de todo el mundo que la estaba mirando.
Una movida que buscaba la controversia, desde luego. Pero también había una posición política clara en la artista.
¿Madonna feminista? Sí. Es obvio que siempre lo fue, aunque no necesariamente lo hizo su bandera todo el tiempo. Pero lo fue. Quizás como la única forma para conseguir lo que ha conseguido.
Cuando en 2016 recibió el premio Billboard a la Mujer del año, dio un discurso de ocho minutos en que dejó en claro su posición como mujer y artista:
La escritora Daniela Alcívar, directora del Centro Cultural Benjamín Carrión, no es precisamente una fanática de Madonna. Reconoce cómo la historia de la cantante puede servir de ejemplo para muchas mujeres jóvenes y asume el feminismo de la reina del pop desde un lugar de privilegio.
Sin embargo, hay una idea que se debe rescatar y tomar en cuenta, como lo explica en el siguiente audio:
Al final, siempre va a importar el arte y la música. Es el espacio a través del que ella ha dejado una huella profunda y casi fuera de este mundo. Compositora, intérprete y al mismo tiempo una mujer que reconoce el valor del espectáculo, como la fuerza motora detrás de ella.
María Cristina Bayas lo expresa mejor, cuando recuerda su experiencia al asistir a un concierto de Madonna, en 2008:
"Al principio del concierto Madonna apareció en un trono y se mantuvo a esa altura todo el show. Madonna puede estar rodeada de 20 bailarines virtuosos y aún ser protagonista. Tiene cada movimiento planificado pero los desempeña naturalmente. No solo eso, sino desafiantemente".
Hay un sentido de perfección o de búsqueda de perfección en esas acciones, en esa postura estética en los shows.
"Uno debe preguntarse lo preparada que debe estar para cantar mientras está agitada, ejecuta la coreografía que memorizó, interactúa con los músicos y bailarines, y toca instrumentos —dice Bayas, pera para ella, eso es lo de menos— Es que lo hace técnica y artísticamente bien. Y lo hace con furia".
Sí, Madonna es furia. Y por eso nunca se ha ido.
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