Lo que Edna Iturralde ganó con sus libros, más allá de los premios

Edna Iturralde habla con el mismo tono con el que escribe. Como si se tratara de una invitación, de generar un punto de encuentro, o de cercanía.

Sabe de qué va la literatura y lo que puede generar en jóvenes y pequeños lectores. En aquellos que la han leído desde los años 80 y la siguen leyendo, y que celebran sus triunfos con emoción.

Es la cercanía y confidencia que volvió a aparecer cuando el 14 de julio de 2020 se anunció que era la ganadora de la XXIV edición del Premio Cervantes Chico de Literatura Infantil y Juvenil 2020, que entrega el ayuntamiento de Alcalá de Henares, en España.

La segunda vez que se entrega con carácter Iberoamericano. Para ella existe una emoción que se traduce también en entender al reconocimiento como algo que se retribuye al país.

La autora que se hace escribiendo

Edna Iturralde ha publicado más de 60 libros en los 40 años que lleva de carrera literaria. Su metodología para escribir no ha cambiado.

Tampoco su forma de ver a la literatura y la importancia que le confiere a la lectura. Y así como deja en evidencia cierta suavidad en su trato, cuando muestra su descontento, lo deja en claro.

En conversación con PRIMICIAS, la galardonada escritora -cuya novela Verde fue mi selva fue seleccionada entre los 10 libros imprescindibles en el Canon Latinoamericano de Literatura Infantil y Juvenil del siglo XX, de la editorial SM- habló sobre su obra, sus lectores, sobre cómo compaginó sus roles como madre, esposa y mujer trabajadora para seguir escribiendo.

Y sobre todo lo que le ha dado esa pasión por los libros.

El reconocimiento Cervantes Chico se entregará en Alcalá de Henares, el próximo octubre.