Leonardo Valencia presenta nueva edición de 'El síndrome de Falcón'

Era 2008 cuando apareció la primera edición de este libro de ensayos que, en su momento, fue leído de la manera equivocada. Quizás porque el ensayo que le da nombre al conjunto era demasiado contundente, o fue el que levantó más controversia.

Porque en El síndrome de Falcón Valencia hizo referencia a cómo el peso ideológico es un problema para quien escribe. En este caso ligado a la izquierda en el país con la figura de Juan Alberto Falcón, quien debía cargar sobre sus hombros a Joaquín Gallegos Lara imposibilitado para trasladarse por su propia cuenta.

Esto porque una acción así condiciona la existencia de una obra a elementos y situaciones extraliterarias.

Sin embargo, el libro tenía otras ideas que gravitaban alrededor de este sentido.

Un libro aún imprescindible

En esta colección de ensayos, Valencia hace un repaso por el trabajo de varios autores -incluyendo un cineasta- que se enfocaron en un ejercicio de libertad y diálogo. Revisa también lo que ha pasado en la literatura ecuatoriana y disecciona los sentidos detrás de la escritura y la novela.

Tres partes bien diferenciadas y complemetarias.

Y ahora, en esta nueva versión, hay mucha más páginas, un escrito adicional sobre Lupe Rumazo y un compendio de textos críticos de lectores nacionales y extranjeros, que ayudan a profundizar en las ideas que Valencia propone.

Estos añadidos y la reflexión que le ha producido leer estos ensayos para una nueva edición, le permiten al autor tener un sentido particular sobre esta nueva forma en la que aparece El síndrome de Falcón.

Mirar El síndrome de Falcón años después

En conversación con PRIMICIAS, Leonardo Valencia habla sobre cómo entender en la actualidad lo que pasa con las presiones que condicionan la literatura, entre otras ideas.

La segunda edición de El síndrome de Falcón -Centro de Publicaciones PUCE- se presenta este 30 de enero, a las 19:00, en Mr. Books de Centro Comercial El Jardín.

Acompañarán a Valencia los escritores Aleyda Quevedo, Alexis Zaldumbide y Santiago Vizcaíno, editor de la obra.