Las circunstancias del cambio de fechas de la Feria Internacional del Libro de Quito
Algunas de las publicaciones que se podrán encontrar en la Feria Internacional del Libro de Quito 2019
Orfaith Rivera
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Desde el Ministerio de Cultura la explicación es fácil: las últimas manifestaciones que paralizaron a Ecuador afectaron el desarrollo normal de las actividades del Estado, incluyendo los procesos de compras públicas.
Entonces, se detuvieron todos los trámites de contratación, hasta no tener claridad sobre la situación política, de acuerdo con fuentes de la cartera de Estado.
Pero, dar una explicación sencilla no es igual a decir que todo pasara con tranquilidad.
Por fuera, a los ojos de lectores, escritoras y escritores invitados, curiosos y gente ligada o no a la Feria, el estado de la Feria se vivía en medio del silencio del Plan Nacional de Lectura, encabezado por María Fernanda Ampuero. Eso dio paso a una serie de conjeturas que se hicieron más fuertes a partir del martes 22 de octubre.
¿Se suspende la Feria? ¿Se cambia la fecha? ¿Qué está pasando?
Recién, la noche del 24 de octubre se tuvo una respuesta confirmada, aunque de manera extraoficial: la Feria se realizaría del 18 al 22 de diciembre próximos.
A las 14:41 de este 25 de octubre, en la cuenta de Twitter del Plan Nacional de Lectura, se publicó un comunicado oficial sobre el aplazamiento.
La fecha corresponde a los días disponibles en el Centro de Convenciones Metropolitano, ubicado en el Parque Bicentenario, donde se realizará la Feria.
Dudas y confirmaciones
Fuentes del Ministerio de Cultura aseguraron a PRIMICIAS que los días después de la finalización del paro fueron complejos: “Hubo muchos esfuerzos para mantener las fechas y negociaciones para lograr la disponibilidad en el Centro de Convenciones, con el apoyo del Municipio”.
Se podría decir que, durante dos semanas, la FIL de Quito estuvo viva y muerta al mismo tiempo: 'la FIL de Schrödinger'.
Estas negociaciones incluyeron reuniones con la Cámara del Libro para concretar una nueva fecha.
En los días de no saber lo que sucedía —previos al anuncio oficial—, la Cámara Ecuatoriana del Libro envió un comunicado a socios, en el que se lee —ante una “cancelación de la Feria Internacional del Libro y la Lectura de Quito 2019”— que:
“La Cámara Ecuatoriana del Libro ha manifestado su protesta y ha cuestionado esta decisión, puesto que la ciudad y nuestro país no pueden quedarse sin la fiesta cultural más importante de Ecuador”.
El 23 de octubre hubo un acuerdo entre las partes y solo esperaban la confirmación del Centro, que se dio al día siguiente.
El malestar por la falta de comunicación
En medio de la espera por una confirmación sobre si la Feria se realizaría o no, el problema real fue que entre varios invitados, responsables de editoriales y librerías, no sabían qué iba a pasar.
Algunos expresaron su malestar por redes sociales debido a la falta de comunicación. Otros lo hicieron en conversaciones privadas o hablando con periodistas de distintos medios. Otros, pidiendo anonimato. En términos generales, hablan sobre una falta de respeto al no ser avisados de ningún cambio.
Hay invitados que incluso han informado que declinarán la invitación —sin siquiera considerar el cambio de fecha— en rechazo a lo que ven como violaciones de derechos humanos por parte de las fuerzas públicas, durante las protestas.
Lo cierto es que, una vez confirmadas las fechas de realización, el Plan Nacional de Lectura empezó a contactar a invitadas e invitados previamente anunciados para ratificar su presencia.
Entre los invitados internacionales que habían aceptado la invitación para venir de 13 al 17 de noviembre estaban: Samantha Schweblin, Alberto Chimal, Tamara de Anda, Katya Adaui, Rafael Courtoise, Betina González, Agustina Bazterrica, Rodrigo Blanco, Boris Muñoz.
Ningún nombre ha sido reafirmado oficialmente.
Tampoco existe información sobre si el plan original de actividades y homenajes haya cambiado o se mantenga igual.
Sin embargo, desde el 25 de octubre invitados e invitadas a la FIL empezaron a recibir comunicados oficiales del Plan Nacional de Lectura, acerca del cambio de fechas.
Dos autoras que vendrán
La escritora guayaquileña —residente en Nicaragua— Sabrina Duque, fue una de las primeras en presentar públicamente su apoyo a María Fernanda Ampuero y su gestión detrás del Plan Nacional de Lectura y la organización de la Feria.
En conversación con PRIMICIAS, la autora de Volcánica ratificó que, al menos en su caso, sí fue comunicada con tiempo sobre los cambios de la Feria y aseguró que son comprensibles dentro de la dinámica de los hechos en el país.
Duque participará en la Feria, en la nueva fecha, aunque eso signifique estar solo el 18 de diciembre en Quito, ya que tiene compromisos adquiridos con anterioridad.
Por su parte, la escritora Solange Rodríguez asegura que también se comunicaron con ella y que aceptó participar, si bien considera que el uso de la violencia por parte del Estado ha sido excesivo y deplorable:
“No creo que esto, que es lo único que tenemos como nuestra trinchera de lucha, que es la literatura, deba sufrir también. Que se haga esta feria es una victoria por encima de todas las demás brutalidades que se han cometido este año y debe hacerse por todas las otras ferias que no se harán y se han visto afectadas por el miedo”.
Rodríguez apoya la labor de Ampuero y considera que hay ”muchas personas detrás esperando que esto no salga solo por el placer de verlo fallar”. Ella se define contraria a eso.
“Estoy de lado de los que esperan ver en la cultura un espacio de paz, de crecimiento y de diálogo. Porque amo el cuento, lo amo por encima de un gobierno veleidoso y de un país escindido. Yo creo en las historias, en su poder para unirnos y proyectarnos por encima del horror. Así que iré. Caballo sea la noche, como dice Sigüenza”.
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