'Humano': una ficción sobre la crueldad y las decisiones que se deben tomar
Fotograma de uno de los momentos más intensos del cortometraje 'Humano'.
Incine
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Un auto se desplaza por una carretera sinuosa; esas clásicas curvas de la Sierra que pueden marear a muchos. Se ve desde el cielo, como si fuera el inicio de The Shining, de Stanley Kubrick. La comparación no es gratuita.
Ese auto se detiene ante un edificio grande, como un hotel. Pero una vez que entra David al lugar —el periodista que conducía el vehículo, interpretado por Alfredo Espinoza—, queda claro que es una clínica.
Humano —de Korwin Quiñónez— no es un cortometraje de terror. Pero el género está presente, especialmente en las escenas de los flashbacks, en que se ve a Ramona, interpretada por Gandy Grefa, recordando la violencia hacia ella y la violencia que ella misma se infligió.
Porque el malestar de Ramona es la base del audiovisual, que se centra en lo que sucede cuando el periodista entrevista a Julio, el resultado de la conversión de Ramona.
"Soy un heterosexual rehabilitado", dice. Y en el universo narrativo del cortometraje, esa es la primera vez que algo así sucede y el mundo debe conocerlo.
Julio está en una clínica de deshomosexualización y en la contención con la que cuenta su historia —resuelta por Quiñónez a través del uso de primeros planos a los rostros de Grefa y Espinoza— tiene su fortaleza el cortometraje.
Humano es uno de los siete nominados al Student Academy Awards (SAA), de la Academy of Motion Pictures Arts and Science, organización que se encarga de entregar los premios Oscar.
En el siguiente video, Korwin Quiñónez desentraña lo que buscó con su cortometraje y la fuerza detrás del tema que trata:
Los recursos que utiliza el director para contar su historia van desde el thriller, como género, y el drama, como eje transversal.
La edición —en los flashbacks la tensión es producto del montaje— acentúa las condiciones de Julio / Ramona, como sobreviviente, y de David, como observador externo, paciente.
A partir de la conversación entre ambos se producirá una serie de acciones, como consecuencia de una toma de conciencia, que va a decantarse en el final.
Gandy Grefa hace de Ramona y hace de Julio. Expone su cuerpo, se desnuda, y en esa vulnerabilidad en pantalla hay tristeza, dolor. Aquí cuenta sobre el proceso de interpretar a esta mujer que debe tomar una decisión.
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Este cortometraje fue el trabajo de titulación de Quiñónez para el Incine, en el que colaboraron 25 personas.
Su preproducción tomó un año; el rodaje duró 2 semanas y en tres meses se hizo todo el trabajo de posproducción.
Este 26 de agosto se lo podrá ver en la sala Alfredo Pareja Diezcanseco, de la Cinemateca Nacional, a las 18:00, como parte del Festival Internacional Multidisciplinario Ecuador.
Buscando un poco de humanidad
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