Ganser, la banda de Chicago, lanza su segundo disco
Con su segundo disco, "Just look at that sky", Ganser se vuelve no solo la esperanza del rock, también la válvula de escape para este tiempo de pandemia.
Diego Corrales / PRIMICIAS
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Un disco se puede entender como una expresión estética que se mueve por dos momentos. Cada uno ligado a sus circunstancias y contextos.
El primero tiene que ver con el instante de creación, de grabación, con el proceso.
Es la parte que le compete a los músicos y es la más oculta en la mayoría de los casos (al menos que existan entrevistas y se cuestione sobre ese tema).
El otro es el más interesante de los dos.
Porque tiene que ver con la vivencia del oyente, de quien se acerca a una playlist, a un video, a un disco que le ha llegado porque ama esa banda o artista, o porque se lo recomendaron, o por azar.
Es en esta circunstancia que Just look at that sky ("Tan solo mira a ese cielo"), el segundo disco de la banda de Chicago, Ganser, que la exploración se vuelve más intensa.
Porque si bien importan las búsquedas individuales de quien escucha, siempre hay algo más.
Una conciencia mucho más general.
Coincidencia, también.
Porque mientras la pandemia más ha exigido que el encierro y las conexiones virtuales sean la medida, la música de Ganser se convierte en un alegato no de rechazo, sino de cansancio ante todo esto.
Como si existiera la clarividencia en un disco grabado en 2019 sobre lo que pasaría en 2020.
Y esta coincidencia hace que se aprecie mejor el trabajo de una banda que en medio del confinamiento no invita a la diversión o a la evasión, sino a navegar mucho más en estos terrenos.
Porque las bandas sonoras son ejercicios de introspección y se podría decir que Just look at that sky es eso: la música necesaria en esta época.
Un disco que crece en cada "track"
Cuatro integrantes son suficientes. Con dos mujeres que comparten las labores vocales -la tecladista Nadia Garofalo y la bajista Alicia Gaines- con aproximaciones distintas entre ambas.
Por un lado está esa crudeza y desenfado de Garofalo -como una riot grrrl que ahora se hace más necesaria que nunca- y por el otro la firmeza y contundencia melódica de Gaines, que aporta una determinación única a las canciones.
A esto se le suma el guitarrista Charlie Landsman, encargado de riffs que se mueven entre una conciencia noise y cierta disonancia que viste a las canciones con un entorno que le permite trascender frente a otras propuestas.
Y ni hablar del trabajo de Brian Cundiff sosteniendo cada sonido que sucede, con una poderosa y constante batería.
Just look at the sky es una producción de la banda, en colaboración con Brian Fox y Mia Clarke. Hay nueve canciones y con eso basta.
Temas que van desde la alienación y la ausencia de posibilidades -Lucky es un arrebato ruidoso y preciso, en el que Garofalo se decanta por cierto cinismo existencialista:
"¿Cómo pudimos saberlo? / No parece ser importante cuando las luces se van / Así que mira a ese cielo"-.
A la ansiedad social, entre la fuerza y la cadencia de un cambio de ritmo que marcar un gran camino, en la fabulosa Emergency Equipment and Exits.
Y ni hablar de la sobreexposición tecnológica que es parte de estos días y que queda muy bien retratada en un tema como Bad Form, el primer single del disco y que se coloca en una posición de cansancio ante lo que sucede, como lo canta Garofalo:
"Demasidada gente / quiere demasiada atención / Estoy cansada de que me vean / Estoy cansada de que me vean".
Ganser ha realizado una fabulosa sesión para Audiotree que grabó en pleno confinamiento -incluso se puede ver a Landsman con mascarilla- para promocionar este segundo disco.
Y a falta de presentaciones en vivo, es una buena forma de recibir la energía de Ganser, vía YouTube.
El disco se puede escuchar aquí:
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"Dios mío estoy Inlov", de Lolabúm
Casi como si se tratara de tomar referencias pasadas, tanto sonoras como discursivas -ese inicio de palmas que se asemeja a un arranque de The Beatles y la aparición de Roxanne como antagonista de la historia-, Lolabúm lo hace de nuevo. Esta es una canción que funciona por las múltiples capas que aparecen y que le dan sentido a la experiencia, en un terreno de dinámicas que se enfocan en dejar en claro que ella, la mujer, no se debe robar al chico que se ama. La música del futuro suena así, hoy.
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