Estalla el debate sobre el acceso a un patrimonio que está en riesgo
Más allá de las acciones para evitar la destrucción y el deterioro del patrimonio almacenado en el Edificio Aranjuez, hay que garantizar que el público pueda verlo, dicen los expertos.
Fotografía de la biblioteca en el edificio Aranjuez que, de acuerdo al Ministerio de Cultura, alberga más de 221000 bienes bibliográficos.
Ministerio de Cultura y Patrimonio
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A partir de la evacuación de los funcionarios del Ministerio de Cultura y Patrimonio del edificio Aranjuez -donde se encuentran miles de piezas patrimoniales y archivos del país-, en diciembre pasado, las alertas reventaron. De manera clara y fuerte.
Y no era para menos.
La posibilidad de que el edificio colapse frente a un sismo es una amenaza real. No solo para la vida de las personas que visitan y trabajan en la estructura, sino también para un espacio que guarda la memoria y el pasado del país.
Una amenaza para los objetos, los bienes, los libros y las imágenes que reposan en el edificio.
El lunes 20 de enero tuvo lugar un plantón en los exteriores del Ministerio de Cultura, en Quito, en la avenida Colón. La idea de historiadores, estudiantes universitarios, docentes y archiveros era que se atienda la situación de manera inmediata.
Porque no solo se trata de llevar el material a otro sitio, sino también de garantizar que el público no pierda el acceso a él.
Hay estudiantes que no pueden terminar sus investigaciones, trabajos y proyectos al no poder acceder a este acervo.
Y porque tampoco hay posibilidad de que investigadores del extranjero puedan venir a la ciudad a hacer sus búsquedas. Ese fondo existente, a nivel histórico, es sumamente importante.
Sí, las alertas aparecen cuando hay peligro. Algo que entiende Guillermo Bustos, historiador y docente de la Universidad Andina Simón Bolívar.
Para él, no es un solo tema de presión al Estado por las falencias presentadas, sino de aceptar que la sociedad en general solo reacciona cuando el riesgo es inminente.
Bustos fue parte del grupo de profesionales del área que se reunieron el 20 de enero con el ministro de Cultura, Juan Fernando Velasco.
El resultado de ese encuentro -más allá de la posibilidad de diálogo, que resalta Bustos— es el compromiso de que desde los historiadores se nomine a una Comisión Consultiva -algo que se realizó el 22 de enero-, para que acompañe el proceso de traslado del acervo.
Esta Comisión estará integrada por Susan Rocha, Malena Bedoya, Jorge Yépez, María Elena Porras y el propio Guillermo Bustos. Este 23 de enero enviarán el comunicado al Ministerio para ponerse a disposición.
En la reunión con Velasco, además, pidieron que se declare en emergencia a esta reserva patrimonial del país que está en riesgo.
Eso no ha pasado, pero el Ministerio está buscando un nuevo espacio para alojar a más de 40.000 piezas, sin contar con los archivos fotográfico y bibliográfico.
La institución baraja varias alternativas y ha confirmado que tienen un presupuesto asegurado de USD 500 mil para ese traslado.
La relevancia de esta reserva
Se trata de ver estos bienes como los percibe la gente que los trabaja, que los busca y que los trata con un interés que mira hacia atrás. A ese pasado del que todavía hay material.
Existe un contacto casi nulo con lo que sucedió antes. Un interés mínimo. Sobre todo en este preciso momento, en el que incluso hay una serie de irregularidades en el registro de varios bienes arqueológicos y artísticos.
Guillermo Bustos resume lo que son los bienes patrimoniales y de dónde viene su valor.
Para la historiadora, curadora y crítica de arte Ana Rosa Valdez, el hecho de que exista una relación distante entre la gente, la memoria, el patrimonio, y en general con el pasado, tiene que ver con la falta de interés del Estado ecuatoriano en la cultura.
Para ella, desde la aparición del Ministerio de Cultura "y su propaganda ideológica decolonial", decayó el ínterés público por la conservación de bienes patrimoniales:
"Las áreas culturales del Banco Central, a pesar de tener una visión neoliberal, elitista y clasista de la cultura, priorizaron los aspectos técnicos de la conservación; a diferencia del Ministerio, que favoreció principalmente lo ideológico, la refundación institucional y el eventismo de corte político".
Ana Rosa Valdez
Sobre las propuestas para arreglar la situación
En la siguiente entrevista, Guillermo Bustos explica a PRIMICIAS lo que hay detrás de la crisis en el edificio Aranjuez: el material que se encuentra en las reservas y la necesidad de buscar una opción de traslado que permita el acceso a su contenido:
- 1
El material en discordia
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¿Qué se puede encontrar en la reserva y los archivos del edificio Aranjuez?
- 2
Observar al Ministerio
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¿Qué se persigue con la Comisión que crearon?
- 3
Espacio vs. acceso
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¿Es una buena alternativa llevar la reserva al edificio de la Unasur?
Para Ana Rosa Valdez, si bien el tema de la distancia es una razón importante para considerar inviable el traslado al edificio de Unasur, ubicado al extremo norte de Quito, hay algo más que considerar.
Esto porque incluso existe la propuesta para llevar tanto la reserva como el Museo Nacional (MuNa) al edificio de Unasur, para que no estén separados:
"La idea de rehacer el Museo Nacional en el edificio de Unasur es un despropósito. En lugar de fortalecer de manera horizontal a todos los museos y centros culturales del país, una vez más se quiere concentrar los recursos para la capital".
Ana Rosa Valdez
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