Disney deja en claro que las reglas del juego han cambiado
A un año de la aparición de Disney+, y justo el día en que el servicio de streaming llega a Latinoamérica, queda claro que las normas son otras y que el coronavirus cambió todo.
"El niño", más conocido como "Baby Yoda" es la cara más visible del éxito que Disney+ tiene, en el terreno del streaming, gracias a la serie "The Mandalorian", ambientada en el universo de Star Wars.
Lucasfilm
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Walt Disney Company ha perdido dinero, como muchas otras empresas -gigantes y pequeñas- de la industria del entretenimiento, en plena pandemia.
Las cifras que se hicieron públicas el pasado 12 de noviembre dan cuenta de esa pérdida. Disney reportó una pérdida ajustada de USD 0,20 por acción, en el último cuatrimestre -que cerró en octubre-.
Sin embargo, esa pérdida resultó ser mucho menor que la de USD 0,73 que fuera proyectada para esta misma fecha.
Disney lo tenía claro desde hace semanas y ha venido haciendo cambios en su estructura como compañía. Obviamente, con la idea de reducir gastos, pero, sobre todo, con un claro sentido: reforzar el servicio de streaming que lanzó en noviembre de 2020.
Porque hay un dato adicional que la compañía tiene entre ceja y ceja: sus ingresos estuvieron por los USD 14.710 millones. Por encima de las estimaciones que tenían en mente para este año de pandemia: USD 14.200 millones.
¿La razón? El crecimiento de la plataforma Disney+, que en su primer año de existencia ha sobrepasado todas las expectativas de la compañía. Porque hasta el final del cuatrimestre, Disney+ había conseguido 73,7 millones de suscriptores, frente al estimado de 65,5 millones que tenía planeado.
Eso sin contar con la expansión por Latinoamérica que arranca este 17 de noviembre, luego de una promoción que lo convierte en el servicio más barato de la región, a un promedio de cuatro dólares mensuales.
Y son esos datos los que pueden marcar un antes y un después de la manera en que Hollywood se mueve. Porque Disney va a perder dinero este año y la cifra no es cualquier cosa: casi mil millones de dólares.
Pero si lo que está pasando con su servicio de streaming es muestra de algo, es probable que se esté llegando a la época de los grandes estrenos de Hollywood directamente a las casas.
Los cambios en la casa de Mickey Mouse
Con los parques cerrados, así como salas de cine sin capacidad de funcionar en su totalidad, Disney ha debido alterar incluso su estructura para seguir a flote.
El 12 de octubre, se anunció que Disney separaría la producción de contenido de la distribución. Esto, para crear contenidos en función de las demandas actuales.
De esta forma, Disney agrupará en una sola división a todo lo que tiene que ver con estudios de cine, entretenimiento y deportes. Mientras que distribución y ventas estará en una unidad separada.
Con esto se busca producir contenido sin predeterminar el lugar por el que se podrá ver. Eso sí, le van a dar más importancia a Disney+
La movida va a generar despidos y, en este momento, este titán de los medios a escala mundial se encuentra en el proceso de definir quiénes se irían y quiénes seguirían.
Trascendió que Disney tomó la decisión luego de las recomendaciones del fondo de cobertura Third Point, uno de los mayores accionistas de la empresa. La idea es que se reduzcan o eliminen los pagos de dividendos y que este dinero se utilice para desarrollar más contenido para las plataformas.
No solo para Disney+, desde luego. Walt Disney Company también es dueña de la plataforma Hulu y de ESPN+.
En una entrevista con Julia Boorstin para el programa Closing Line, de CNBC, el director ejecutivo de Disney, Bob Chapek, se refirió a esta decisión, a la que definió no como una respuesta al Covid:
“Diría que el Covid aceleró la velocidad a la que hicimos esta transición, pero esta iba a pasar de todos modos”.
Lo que se gana y lo que se pierde
En este 2020, Disney ha dejado de lado el estreno de algunas de sus películas. Black Widow, la nueva película de Marvel Studios, sobre el personaje que interpreta Scarlett Johansson, se estrenaría en salas en 2021. Mientras que otros dos fuertes estrenos pasaron directamente a la plataforma de streaming.
Disney estrenó en septiembre, a un costo de USD 30, la película Mulan, en su versión live action. Si bien todavía no ha lanzado cifras oficiales de cuánto han recibido de esta manera, hay estimaciones que hablan de USD 900 millones.
Dinero que entra de forma directa al estudio y que no se reparte entre distribuidoras y salas de cine.
La transacción normal en lo que se refiere a cómo circula una película en casi todo el mundo.
Pero, estos son otros tiempos y no se espera algo distinto para cuando la nueva película de Pixar, Soul, se estrene directamente por Disney+, en diciembre.
La compañía ganará dinero. Pero, la experiencia masiva y colectiva podría perder mucho. Y las salas entrarían en riesgo.
Porque es un hecho de que la producción fílmica con el sello de Disney es la que mueve el mercado, como lo explica Zac Ntim, en un artículo para The Insider:
“Desde Marvel, Pixar, y desde Lucasfilm a 20th Century Fox: Disney lo tiene todo. El mega estudio está detrás de siete de los 10 filmes más taquilleros del año pasado, así como de los ocho más taquilleros de todos los tiempos”.
Si Disney decide reducir el número de películas a estrenarse en salas, una vez que la pandemia pase, el agujero en la cartelera de las salas será gigante. “Ningún estudio en este momento podría llenar ese espacio”, dice Ntim.
Mientras tanto, el servicio de streaming, en términos generales, sigue subiendo, sigue funcionando económicamente.
Está siendo demostrado cada vez más con distintos resultados, como ya lo dejó en claro Universal Studios en abril pasado.
Porque su película Trolls World Tour se estrenó vía streaming a un costo de USD 20. En tres semanas, el filme obtuvo USD 100 millones de esta forma. Cosa que no sucedió con la primera parte, Trolls, estrenada en 2016. Que consiguió USD 120 millones en casi cinco meses de estar en cartelera.
Si se sigue esos números, es posible entender hacia dónde va el movimiento: conseguir más dinero de forma más rápida. Y la totalidad para el estudio. Quizás se está viendo el final de las salas de cine como se las conocía.
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