Cinco versiones de Batman dignas de conocer y maravillarse
El Batman que Frank Miller creó para "The Dark Knight Returns", de 1986, sigue siendo uno de los referentes a los que se regresa cuando se habla de las adaptaciones del héroe al cine.
DC. Comics
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Creado en 1939 por Bob Kane y Bill Finger -artista y escritor, respectivamente- Batman no ha dejado de ser un personaje interesante. No solo por su carácter heroico, ni por el detalle que casi siempre se escapa y que está ahí, al mismo tiempo: es un multimillonario.
Si no también porque en los últimos 40 años ha venido dándose una deconstrucción del personaje que busca convertirlo en algo mucho más profundo, más oscuro.
Batman se ha transformado en una herida dentro de la cultura pop.
Porque quizá Bruce Wayne / Batman tiene algo mal en la cabeza y solo fue una cuestión de decisión lo que hizo que él se convirtiera en un héroe. O quizá hay que aceptar que en la vida real, si alguien decide pelear contra villanos, usando un traje de murciélago, sería peligroso.
Y así, Batman atrae por lo que significa y por lo que esconde.
Por eso, para la época en la que se lo empezaba a conocer como el emblema cinematográfico de éxito -la versión de Tim Burton apareció en 1989- en los comics, Batman ya estaba sujeto a experimentos sobre qué tipo de ser era, y sobre su calidad humana y sanidad mental.
Aquí, cinco de los mejores resultados de esta búsqueda.
The Dark Knight Returns, de Frank Miller (1986)
El cine le debe tanto a esta novela gráfica, escrita e ilustrada por Frank Miller, y que se publicara en 1986.
Tanto que no sería posible de hablar de la trilogía de Nolan, o de la mirada de Zack Snyder sobre Batman sin referirse a Miller y a esta maravilla, en la que Batman ha envejecido, ya no existe, y se ve obligado a volver.
Y lo hace con toda la ira y el malestar posible.
El Batman de Miller siente dolor, está fastidiado, lo golpean, sangra. Se enfrenta al mal y al sueño americano en una especie de distopía, basada en el deseo de generar su propia estructura política, también.
En cuatro entregas -o capítulos- Batman lucha contra tres de sus villanos más emblemáticos o sus representaciones: Harvey Dent, al líder de The Mutants (villanos creados para esta saga y que representan el crimen de Ciudad Gótica) y al Joker.
Y como una cereza de pastel impensable en su momento: a Superman. En una secuencia poderosa que hace que la historia crezca a niveles infinitos.
Batman no tiene empacho en ser lo que es y siempre tiene un plan que va a significar su triunfo, a pesar de su aparente derrota. The Dark Knight Returns da en el clavo.
The Killing Joke, de Alan Moore and Brian Bolland (1988)
Es imposible hablar sobre la película Joker sin referirse a The Killing Joke. Porque en esta historia escrita por Alan Moore e ilustrada por Brian Bolland se ofrece un origen para el archienemigo de Batman.
Una historia dolorosa para el personaje. Una historia de pérdida que culmina en la idea de que cualquier persona, con el empuje necesario, puede perder la cordura un día común y corriente.
Y así como el Joker que hiciera Heath Ledger en The Dark Knight, este Joker quiere probar algo. Quiere probar que así como le pasó a él, le puede pasar a otra persona. ¿Su víctima? El comisionado Gordon.
Lo hace atacando a la hija de Gordon, Bárbara (Batichica en el universo de Batman). En un acto de absurda y desagradable violencia, que la deja parapléjica.
Para Moore, Batman y Joker tienen más en común que de separación. Y por eso, durante el encuentro final de ambas fuerzas, se produce lo impensable.
Ese instante en que los dos olvidan lo que son y bajan la guardia y se permiten reír. La historia se cierra y no queda claro qué pasa con ellos. Quizás la sentencia de que están condenados a hacer esto hasta el fin de los tiempos.
Arkham Asylum: A Serious House On Serious Earth, de Grant Morrison y David McKean (1989)
Una de las historias de mayor ruptura en la vida de Batman fue hecha hace 31 años.
Esta primera aventura con la que el gran Grant Morrison entró en el terreno del Caballero de la Noche tiene una importancia primaria en el que hecho de que, de no ser por ella, no existirían los juegos de video sobre Arkham Asylum.
Además de que ofrece un destello sobre cómo el mismo héroe se ve a sí mismo: ante un motín en el asilo Arkham -donde están detenidos la mayoría de sus villanos-, Batman es llamado a que entre al lugar, como condición para liberar a los inocentes detenidos.
Y Batman entra, se enfrenta a varios de sus enemigos, en medio de una especie de juego en el que él mismo cuestiona su cordura.
Tal como señalan varios críticos, lo que llama la atención es que esta novela gráfica no es sobre la locura. En realidad es el reflejo de la locura, gracias al impresionante trabajo de David McKean en la ilustración.
Casi como si cada cuadro fuera el de Saturno devorando su hijo, de Goya. Una pesadilla completa, para dejar en evidencia la pesadilla detrás de la cabeza del héroe.
Batman: Ego, de Darwyn Cooke (2000)
En agosto pasado, cuando el director Matt Reeves anunció que su película The Batman tomaba elementos de este comic, la gente regresó su mirada al trabajo que escribió e ilustró Darwyn Cooke.
Y en el que, debido a una crisis generada por el esfuerzo físico, mental y la culpa -porque ve a alguien cometer suicidio frente a él, como consecuencia de sus acciones-, Bruce Wayne se enfrenta a Batman, en una especie de batalla psicológica brutal que deja al desnudo el carácter dual del héroe.
Es tan humano como un ser que desea el daño a otros.
Lo interesante de Batman: Ego es que el terreno de la confrontación es el pasado, son las decisiones, son las maneras que ambos tienen para hacer las cosas. Y finalmente cómo esta contraposición es la que sostiene la lucha en Ciudad Gótica.
Batman sabe que hay algo que no está bien en él.
Pero llega a un acuerdo y de eso se trata esta novela gráfica: de cómo la razón gana al trauma y al dolor. Batman seguirá siendo lo que es, pero con la condición de no matar a nadie.
Three Jokers, de Geoff Johns y Jason Fabok (2020)
Para el 2020 el objetivo es claro: indagar sobre lo que Batman es capaz de soportar. Y ha aguantado muchas cosas, pero esta, sin duda, es una prueba intensa y, en el camino, interesante.
Porque lo que Geoff Johns, en la historia, y Jason Fabok, en la ilustración, hacen es tomar una de las líneas que abrieron en 2016, durante la llamada Darkseid War -en la que Batman se entera de que hay tres Joker- e intentan responder la pregunta.
¿Cómo esto es posible?
Y al menos dos de esos tres son muy conocidos por los fanáticos. Uno de ellos fue el que atacó a Barbara Gordon en The Killing Joke y el otro es el que mató a golpes a Jason Todd / Robin en A death in the family (1988).
Pero está el tercero, el misterioso, el que parece estar al mando.
Batichica, Red Hood y Batman son los llamados a dilucidar lo que está pasando y en el fondo, se trata de un ejercicio de ficción en el que se debe ingresar al pasado del personaje, para descubrir qué más está pasando ahí.
El primero número de Three Jokers apareció el pasado 25 de agosto de 2020. El segundo sale a la venta este 29 de septiembre, mientras que el tercer número debería aparecer el 27 de octubre.
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