Los cinco mejores discos debut de todos los tiempos
The Beatles en un escenario, en 1963, año en el que lanzaron su primer disco.
Biography.com
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Discos que vaticinaron muchas cosas. Que años después siguen siendo evidencias poderosas de lo que la música es capaz de conseguir.
Álbumes que suenan con mucha fuerza.
En este tiempo de pandemia quizá el ejercicio sea recuperar la costumbre de escuchar obras completas, totales. Dedicar al menos 30 minutos del día a un trabajo musical armado en función de la unión de canciones y no tanto en la selección unitaria y sin contexto de un tema tras otro.
Un poco para experimentar el mundo más allá de las 'playlists'.
A continuación, una lista de cinco discos debut de músicos clásicos, que en 2020 siguen siendo relevantes.
Please please me, de The Beatles (1963)
En menos de 13 horas, en febrero de 1963, John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr grabaron el primer disco de The Beatles.
Bueno, al menos 10 de las 14 canciones, porque cuatro temas -entre ellos el exitoso sencillo Please please me, ya se habían lanzado-. Igual es una calidad de trabajo impresionante.
Esto porque la banda sonaba muy bien y la selección de temas -entre propios y versiones- permite apreciar el tipo de músicos que eran los cuatro.
Y, además, porque el trabajo de George Martin en la producción les permitió grabar de tal forma los sonidos que, casi 60 años después, el disco sigue siendo orgánico y actual.
Un grupo de dos guitarras, bajo y batería -un piano en un par de temas, cortesía de Martin-. Un grupo de tres voces que sabían cómo armonizar.
The Beatles supieron hacerlo bien en este primer álbum.
La leyenda dice Lennon estaba agripado durante la sesión. Dejaron, entonces, Twist and Shout para el final y claro, con su garganta en vilo, grabó una de las mejores voces principales del disco. Y el gesto se nota en la canción.
Almendra, de Almendra (1970)
El primer disco que grabó el gran Luis Alberto Spinetta.
Con su primera banda, en la que compartió creatividad y acordes con Emilio del Guercio (bajo y coros), Rodolfo García (batería y coros) y Edelmiro Molinari (primera guitarra y voces).
No deja de asombrar que a 50 años de su aparición, el disco siga sonando con frescura.
Y además ofrezca un cóctel de influencias y estilos que van desde el rock de The Beatles, Led Zeppelin, Jimi Hendrix, canciones infantiles y el tango. Almendra es un disco que amalgama muchas cosas y en todo ese proceso triunfa.
Luego de lanzar tres discos sencillos, en 1969, con mucho éxito, Almendra pudo entrar al estudio a grabar su primer larga duración. Jóvenes de 20 años que incluso decidieron grabar canciones de nueve minutos, porque podían.
Era un momento de mucha ingenuidad y las disquera y los técnicos dejaban que el sonido y el estilo se desarrollara a su ritmo.
Horses, de Patti Smith (1975)
"Jesús murió por los pecados de alguien / pero no por los míos", canta Patti Smith en el primer verso de la primera canción de su primer disco.
Una apuesta estética y un manifiesta de entrada.
Smith llegó al mundo para golpear el tablero con fuerza. Y Horses es el martillo con el que empezó su acción poética. Allí ella aparece de entrada, misteriosa y distante. Una mezcla de Rimbaud con un miembro del Rat Pack.
Actitud punk absoluta en este disco de 1975.
John Cale produce un trabajo en el que lo máximo que hacen los instrumentos es tocar de dos a tres acordes por canción y trabajar como vehículo para la voz y letras de Patti Smith.
Ella canta como si cada sílaba fuera una puñalada. En el fondo hay reggae, doo wop, y hasta jazz. Lenny Kaye parece inaugurar el sonido clásico de la guitarra del rock de garaje.
Este disco parece venido del cielo. Con una mujer precisa, en el momento preciso. Smith tomó muchos de sus poemas y los adaptó para las canciones.
Ramones, de Ramones (1976)
Temas que si llegaban a los dos minutos y 40 segundos algo estaba mal.
Canciones compuestas por el cantante, bajista y baterista de una banda de cuatro integrantes. Guitarra suena en uno de los parlantes, el bajo en el otro. La batería y las voces se distribuyen entre los dos.
Punk puro. Acordes mayores y beats que van rápido. Siempre hacia adelante.
Con Ramones no solo nació la leyenda de ese grupo gigante que integraran en su momento Joey Ramone, Johnny Ramone, Tommy Ramone y Dee Dee Ramone. También nació un estilo rápido y sencillo de hacer canciones que le deben tanto al pop de los años 50.
El éxito de este disco está en que, más allá de las temáticas que presentan las canciones -desde el amor más inocente, hasta la prostitución masculina, pasando por la inhalación de goma-, los Ramones supieron cómo hacer canciones simple, sencillas y directas.
Con melodías que aún ahora se pueden cantar con la misma emoción de antes.
Luego de que The Beatles supieran cómo seducir al mundo con sus "Yeah, yeah, yeah", llegan los Ramones, con un claro y directo: "Hey! Ho! Let's go!".
Is this it, de The Strokes (2001)
Este disco está a punto de cumplir 20 años y sigue siendo refrescante como lo fue en 2001.
Producido por Gordon Raphael, Is this it -que debería venir con un signo de interrogación al final, pero al banda lo quitó por un tema estético- es el ejemplo de cómo un quinteto de jóvenes fueron capaces de unir una actitud en onda "nada que perder", en un disco que sonaba tanto a pasado como a futuro.
Porque la grabación de este disco se mantuvo en niveles muy básicos. Como si fuese todo en vivo.
Los instrumentos se filtraron en las pistas de otros y Julian Casablancas (cantante y compositor) decidió cantar a través de una amplificado pequeño.
Crudeza, sí. Del tipo que funciona.
Sobre todo porque las canciones son buenas. Bien pensadas, estilizadas y estructuradas para que todo en ellas quede claro.
Además, esa dupla mágica entre Albert Hammond Jr y Nick Valensi, en las guitarras, hace de las suyas en este álbum.
Que además tiene a un Fabrizio Moretti y Nikolai Fraiture, en la batería y en el bajo, como una sección rítmica que viajó directamente de los años 70, para grabar esto.
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