Las cinco canciones imprescindibles de Pau Donés
El líder, cantante y compositor de Jarabe de Palo no solo deja una idea de éxito en una carrera de más de 20 años. Hizo canciones que son mágicas.
Pau Dones falleció este martes 9 de junio,a los 53 años, en Barcelona, España.
REUTERS / Oscar Gonzalez/ WENN.com
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Muchas veces se dijo que todas las canciones de Jarabe de Palo eran la misma canción.
Sí, era una broma. De esas que tratan de definir un estilo o una firma de autor. Con elementos fácilmente indentificables: una conciencia pop como pocas, la curiosidad por los ritmos y sonidos de percusión latinos.
Y un manejo particular de las metáforas. Que no buscaban elevar los versos, sino de revestirlos de algo menos obvio y así acercarlo a la gente.
Aquí, como un homenaje a la carrera que hizo conocido a Pau Donés, las cinco canciones que él compuso con su banda que deben ser escuchadas hasta el fin de los tiempos.
1.- Agua, del disco Depende, de 1998
Metáfora directa y poderosa sobre el amor no correspondido. Una canción con un ritmo que está todo el tiempo latiendo, yendo hacia adelante.
No solo que como canción romántica funciona. Hay algo más en Agua que la vuelve imprescindible y es el mismo Donés haciendo sus propias armonías vocales, a la perfección, encontrando notas donde parecía imposible encontrar y generando una dulzura solemne, en una canción que resulta hermosa.
"Cuando uno tiene sed / pero el agua no está cerca", canta Donés en uno de los más perfectos estribillos hechos en español.
2. Depende, del disco Depende, de 1998
Relativismo absoluto en clave de buena onda. Es más, no hay manera de hablar de Pau Donés sin hacer referencia a esa interminable sensación de buena onda.
Y aquí, en la canción que le da título a su segundo disco, Donés hace uno de los coros más repetibles de la música y que tiene una particularidad: ese acorde séptimo que ayuda a que la melodía entre en un terreno de ambigüedad.
El que sirve para redondear la idea de que "de según como se mire todo depende".
3. Bonito, del disco Bonito, de 2003
Hay muy poco que decir de una canción construida para levantar el ánimo y vaya que lo consigue.
Donés decide dejar la melodía de lado -bueno, casi- para darle a una letanía de cosas que considera hermosas, como para celebrar la vida. Con un coro que si no es maestría pop, nada lo es.
Tema para gritar a viva voz, incluso en medio de una pandemia.
4. Dos días en la vida, del disco De vuelta y vuelta, del 2001
Un bolero, en versión de Jarabe de Palo, con guitarras dignas del surf rock -o de los Stones en Exile on Main Street- y con un beat y percusiones que, al parecer, le hacen justicia a lo que consiguió esta canción.
¿Y qué consiguió? Pues que Celia Cruz grabara su propia versión.
Eso se puede definir como un acto de justicia en la Tierra, sin duda.
5. Humo, del disco 50 palos, de 2017
"Ahora que solo me queda esperar a que llegue la hora", canta Donés en el tema en el que abiertamente habla sobre su cáncer.
Un tema maravilloso, nostálgico, duro de escuchar en este momento. Incluso por sus giros armónicos, que arrancan a la canción del espectro de la fiesta y lo lleva hacia lo nostálgico.
Donés habla de que ya no tiene miedo y de que ya no tiene fe. Es un aquí y ahora monumental. Un pedido de cercanía con las personas amadas, de vivir el momento.
A veces se puede llorar con admiración. Este tema lo consigue.
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