Cinco canciones ecuatorianas para tararear al lavarse las manos

Lavarse las manos con atención, de forma periódica, con agua y jabón, como medida de prevención ante el coronavirus. Al menos 20 segundos. Quien le dedique 60 segundos a este acto, se merece un premio.

Hasta el momento se han viralizado una serie de canciones que pueden acompañar el proceso de lavado, para hacer de esta acción algo más amigable. Porque sí, estamos en una época en la que hasta para lavarse las manos se debe entretener.

Por eso no extraña que un diseñador y desarrollador digital de Inglaterra, autodenominado William, haya generado una plataforma como WashYourLyrics.com que le permite a cualquier usuario tomar las ilustraciones que distribuye el National Health Service sobre cómo lavarse las manos y agregarle las letras de sus canciones favoritas.

Esto para al menos se tomen el tiempo para hacerlo a conciencia.

Y bueno, en la plataforma solo se pueden usar las letras de canciones que están subidas a Genius, una web que registra la lírica de millones de temas, sobre todo en inglés. Eso significa que pocas canciones ecuatorianas tienen la posibilidad de aparecer.

Por eso en PRIMICIAS se hace este ejercicio con títulos del cancionero nacional. Porque sí, hay que cuidarse, pero sin perder el buen ánimo.

1. Rico suave, de Gerardo

Empezar por los clásicos y respetar esas canciones que ya son parte de historia de la música popular en el mundo. No solo en Ecuador. Rico suave salió como sencillo en 1990, y anticipaba el primer disco de Gerardo Mejía, Mo' ritmo, que apareció en enero de 1991.

En plena época de la explosión del rap y hip-hop en inglés y español, Rico Suave encontró su espacio. La canción fue importante. Hasta el cómico 'Weird Al' Yancovic la versionó en su disco Off the deep end, de 1992.

Y sí, se la encuentra en Genius.

Al menos es una buena razón para lavarse las manos y seguir el beat de una canción que suena a fiesta.

2. Tres notas, de AU-D

Casi por la misma época de Gerardo, AU-D apareció con esta balada en clave de rap. Éxito absoluto que todavía tiene impacto. Una de las composiciones más populares del país. No hay que darle más vueltas.

AU-D ha dicho que hizo la canción como agradecimiento a la madre de sus dos hijos, que le dio las fuerzas para seguir adelante con su carrera, en lugar de buscar trabajo de 9 a 6 y mantener a su familia, como se supone es lo socialmente correcto.

Y ese empuje significó este tema que sigue siendo uno de los grandes éxitos de Martín Galarza.

Sí, quizás sea muy suave para lavarse las manos. Pero la cadencia del tema hará que la experiencia sea cualquier cosa menos aburrida.

3. En vida, de Gerardo Morán

Considerado "El más querido", Gerardo Morán fue asambleísta y hasta hicieron una miniserie sobre su vida. Hay una permanencia de Morán que resulta fuerte para la cultura popular ecuatoriana.

En esta canción, que ya bordea los 20 años, hay una especie de síntesis de cierto sentido de ecuatorianeidad que hace que se la cante en cualquier circunstancia, país o estado de ánimo. Algo muy ligado a la migración.

A pesar de que todo el mundo se sepa solo el coro.

Quizá con esta ilustración se puede hacer el ejercicio completo de cantar la canción entera y, al mismo tiempo, protegerse del coronavirus.

4. Quisiera, de Kiruba

El hípermega hit de Kiruba, el grupo que apareció como un fenómeno mediático en 2003, como consecuencia del reality de Teleamazonas, Popstars.

El quinteto integrado por Cecilia Calle, Mariela Nazareno, Gabriela Villalba, Diana Rueda y María José Blum tuvo su momento de explosión hace 17 años, así como un retorno en 2018.

Quisiera es la prueba de que el pop hecho en Ecuador es excelente.

Al menos el coro, la parte más importante de la canción, puede tener el impacto necesario para mezclar historia musical del país y acciones para proteger la salud propia y de las personas más cercanas.

5. La canción del gas

Es probable que sea una pesadilla para muchos. Pero, a veces, queda claro que al cambiar el contexto, hay melodías que pierden su poderoso hechizo.

La misma frase repetida decenas de veces, como mantra.

Quizá ahí exista una posibilidad de limpieza que sobrepase el nivel físico de lavar las manos. En otras palabras, esta melodía podría purificar el alma, de seguro.