Cinco biopics de músicos para tomar en cuenta
Fotograma de 'Control', filme de Anton Corbijn, sobre la vida de Ian Curtis
The Weinstein Company
Autor:
Actualizada:
Compartir:
El biopic es un tipo de película que atrae porque el sujeto de estudio es interesante o importante. Y en el caso de una estrella del mundo de la canción, pues aún más. Se trata de un músico o una cantante conocido y conocida por todos, con una vida medianamente interesante o que puede dramáticamente alterarse para darle una mayor fuerza. Para ver estas películas debe existir previamente amor o, al menos, saber algo de la persona cuya vida se explota como una experiencia de dos horas.
Hoy, gracias a YouTube, la forma de experimentar la música ha cambiado y, al parecer, esta manera de vivir el sonido se ha filtrado al mundo del cine. Películas como Bohemian Rhapsody —dirigida por Bryan Singer— llevó este nuevo modelo a su punto más elevado de puesta en escena y taquilla: no se trata de contar la vida de la estrella, se trata de estar ahí, en medio de la música, de los conciertos, vivir esa experiencia, imposible ya, a través de la ficción. Los 15 minutos finales de este filme lo demuestran. Están diseñados para colocar a quien observa en el interior de la bestia, compartir el escenario con Queen, ser parte de la historia.
Se espera algo similar con Rocketman, a días de su estreno.
Así que mientras llega esta nueva forma de vivir la vida de músicos importantes, aquí una lista de cinco biopics que vale la pena revisar y que se enfocan más en contar una historia que en maravillar por el sonido:
Control (2007)
Ian Curtis fue ese extraño cantante barítono que se movía como poseído en el escenario y que consiguió hacer del post-punk un espacio para la desolación y depresión. Anton Corbijn dirige la película del líder de Joy Division, en la que están sus luchas, su enfermedad —epilepsia— y su nula posibilidad por seguir adelante: Curtis se suicidaría en mayo de 1980, con solo 23 años. No se idealiza la figura del músico como si fuera un poeta maldito; en realidad el efecto es el contrario. Se genera una compasión brutal con este ser que intenta, a toda costa, de mantener el control de su vida. El filme se ve en blanco y negro y tiene a Sam Riley como su actor principal.
Año: 2007
País: Reino Unido
Duración: 122 minutos
Dir: Anton Corbijn
Somos tão Jovens (2013)
No es la mejor película que se haya hecho —sobre todo por las actuaciones—, pero la cinta dirigida por Antonio Carlos da Fontoura, basada en la vida de adolescente de Renato Russo, líder de la legendaria banda de rock alternativo, Legião Urbana, es un deleite. Esto, porque el director consigue trasladar el concepto estético del músico —que murió en 1996 por complicaciones provocadas por el SIDA— a través del montaje y el diálogo que nunca deja de aparecer en todo el metraje. Esta es una película sobre la efervescencia juvenil brasileña y sobre la música, amistades y dolores que aparecen en el camino. No hay grandes momentos sonoros, ni shows masivos, salvo al final, cuando llegan escenas del verdadero cantante, en plena presentación.
Año: 2013
País: Brasil
Duración: 104 minutos
Dir: Antonio Carlos da Fontoura
Vysotsky. Thank You for Being Alive (2011)
Si hay una biopic extraña, pues es esta. Basada en un episodio en la vida del popular cantante soviético Vladimir Vysotsky, quien durante una gira por Uzbekistán, en 1979, fue declarado clínicamente muerto, para luego volver a la vida, esta obra tiene de todo. Hay agentes de la KGB espiando al músico, una novia que le lleva las drogas, un Mercedes Benz que el intérprete usa y una serie de personajes que orbitan al protagonista, como parásitos. Fue una película exitosa en Rusia cuando se estrenó y tiene la particularidad de que con maquillaje y CGI los productores decidieron transformar el rostro del actor principal en el de Vysotsky. Y claro, el nombre de quien hizo al cantante no se incluyó en los créditos. Vladimir Vysotsky murió en 1980.
Año: 2011
País: Rusia
Duración: 72 minutos
Dir: Pyotr Buslov
Miguel, San Miguel (2012)
Los Prisioneros, esa importante banda chilena de rock, también tiene su tratamiento en formato de biopic. Esta vez desde una mirada cercana, la de Miguel Tapia, el baterista del grupo. En esta película, dirigida por Matías Cruz, lo que se ve es el germen de la agrupación, los chicos de colegio que se conocen, que aman la música, que quieren hacer música y que la hacen. No hay estrellato aquí, hay crecimiento, broncas, acuerdos. La escena más dura es aquella en la que un grupo de militares detienen a Tapia y al guitarrista Claudio Narea y ambos son testigos, en carne propia, de la violencia del Chile de Pinochet, siendo apenas adolescentes. Por esta experiencia deciden ponerse como nombre Los Criminales. Aunque bueno, luego el nombre mejoraría.
Año: 2012
País: Chile
Duración: 81 minutos
Dir: Matías Cruz
La Môme (2007)
La vida de la inmensa Edith Piaf contada con tristeza, agonía y festejo. Quizás la estructura no lineal de la película no ayuda mucho a que el espectador se quede dentro de la historia, pero eso no niega una realidad: la actuación que entrega Marion Cotillard solo se puede celebrar para siempre. El filme se sostiene por ella, por la fuerza que muestra, porque parece estar poseída por la intérprete de La vie en Rose. Hay niñez y adultez de Piaf, inicio y fin. Pese a las decisiones creativas, la escena en que le anuncian la muerte de Marcel Cerdan, su pareja, nunca dejará de ser potente, ni de afectar al espectador. Este es un filme que duele, su objetivo, más que celebrar a la cantante es reconocer su lucha por seguir adelante.
Año: 2007
País: Francia
Duración: 140 minutos
Dir: Olivier Dahan
Compartir: