Charly García, Desert Sessions, Billordo y Tayos Tayos Tayos: la música es felicidad
'Cómo conseguir chicas', es el quinto disco solista de Charly García
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Canciones dispersas que armaron un disco new wave: sobre Cómo conseguir chicas, de Charly García
Salir de lo que fue la experiencia de la producción y gira del disco Parte de la religión, de 1987, dejó a Charly García en tal estado de efusividad que otro disco debía suceder. Quizás como si no pudiera aceptar que la década de los 80 se estaba acabando, en 1989 García quiso recuperar el new wave que lo conquistó casi 10 años antes.
¿Eso es un problema para un álbum que cumplió sus tres décadas este 2019? No necesariamente.
El paso del tiempo ha ayudado a ver a Cómo conseguir chicas como una obra un tanto desconectada del resto de la discografía de García, pero igual de importante.
Con producción de Charly y del norteamericano Joe Blaney, en este disco comparten cartel temas de puro rock —como No toquen—, declaraciones de amor a su pareja de turno —Zocacola, donde canta Herbert Vianna de Os Paralamas Do Sucesso— o hits que todavía perduran —como la gran Fanky, con un riff de bajo que se puede considerar clásico—.
Charly recupera temas que no había conseguido grabar antes —en diferentes etapas de su carrera— como Ella es bailarina, que hizo para La máquina de hacer pájaros o Shisyastawuman, que viene de la época de Sui Generis.
Repetir el nivel sonoro de discos como Piano Bar, de 1984, le pasó factura a este disco, que puede ser desprolijo en ciertas ocasiones, tanto que para el álbum de 1990, Filosofía barata y zapatos de goma, el músico apostó por otro nivel sonoro.
Eso no reduce la calidad de este trabajo, porque el valor de García está en que sus composiciones sobreviven cualquier puesta en escena posible.
No importa que haya buscado sonar como Prince, o como Tom Petty. Interesa la consistencia general de un trabajo que lleva el nombre del disco que quisieron hacer Charly García y Luis Alberto Spinetta y que nunca terminaron.
A punto de caer sigue siendo una canción hermosa. Igual experiencia estética se da con No me verás en el subte.
La banda con la que grabó este álbum —conocida como Los enferemeros— es un conjunto de furia y calidad musical que Charly necesitaba en ese momento.
El grupo estaba compuesto por Hilda Lizarazu en la voz, Carlos García López en la guitarra, Fernando Lupano en el bajo, Fernando Salamea en la baterpia y Fabián Quintiero en los teclados. Ellos acompañarían a Charly en su siguiente disco.
Estos fueron los años previos al descalabro emocional y artístico de García. Buenos tiempos y Cómo conseguir chicas queda como evidencia de aquellos tiempos en que el genio estaba al borde de la cornisa, a punto de caer.
Escucha Cómo conseguir chicas aquí:
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'Vols. 11 & 12', de Desert Sessions
El proyecto colaborativo de Josh Homme regresa, después de varios años de inactividad. Él agarró a varios amigos, se refugió en el estudio Rancho De La Luna, en Joshua Tree, California, y en seis días grabó ocho canciones que conforman este nuevo trabajo.
Carla Azar, Les Claypool, Billy Gibbons y Mike Kerr, entre otros, acompañan a Homme en este experimento que hasta el momento no ha dejado de funcionar.
'Tour', de Billordo
El gran músico antifolk argentino regresa con un disco nuevo entre los ocho millones que ha grabado. En realidad no son tantos, pero Billordo es tan prolífico que es tan sencillo perder la cuenta de todo lo que ha producido.
En Tour canaliza a Daniel Johnston —hasta en la portada— y hace un disco de 28 canciones donde ese punk acústico de siempre aparece, con cierta dosis de bossanova, dulzura e ingenio. No se puede no ser fanático de Billordo.
'Miré', de Tayos Tayos Tayos
La voz de Sabi Gallegos-Anda funciona a la perfección para un proyecto como Tayos Tayos Tayos. Porque el synthpop que hacen tiene una particularidad íntima que no se puede negar, como si en ese carácter personal existiera un dominio universal. El mérito de Tayos Tayos Tayos está ahí, en que a nivel sonoro crea una atmósfera pertinente para muchísimos oyentes y a nivel lírico se propone cierta contundencia: "Soy un huerto muerto y me iré y me iré".
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