Café Tacvba, Frailejones, Cohen: música para fin de semana

Otro desenchufado maravilloso, sobre Un Segundo Mtv Unplugged de Café Tacvba 

Se trata de un hito para una banda sudamericana. Quizás uno de esos hitos que no son tan importantes, pero que regalan contundencia: es la primera banda latina que graba dos discos "unplugged", con 23 años de diferencia.

La Café Tacvba de hoy no es la misma banda de 1996. Esta es una obviedad. Si bien se mantiene ese espíritu de búsqueda sonora, ahora es un grupo que se acerca mucho más a los instrumentos eléctricos y aparatos para hacer secuencias, ritmos y generar otra música.

Además, ahora sí usan baterista.

Ser una banda distinta, evolucionar y crecer, genera proyectos interesantes, como este álbum que surge de una presentación para la cadena Mtv, en su clásica serie de los unplugged: músicos que recurren a instrumentos acústicos para hacer un show.

Lo que hicieron en la sala Nezahualcóyotl del Centro Cultural Universitario, en la Ciudad de México, en marzo pasado, fue tomar canciones de su carrera —incluyendo Rarotonga, de su primer disco— y cruzarlas con sonidos de cuerdas, instrumentos de percusión —con la marimba a la cabeza— y una orquesta oaxaqueña. El resultado es mágico.

Con el apoyo de Gustavo Santaolalla y Aníbal Kerpel en la producción, así como la colaboración de músicos como David Byrne —canta en El Outsider en un español que no se entiende— y Catalina García, de Monsieur Periné, Café Tacvba se enmarca en una fiesta.

Con temas sobresalientes y otros que quizás no llegan al mismo nivel.

Pero, el carácter de calidad no se pierde. Un Segundo Mtv Unplugged inicia con una pieza instrumental, Las 11, lo que marca un camino a seguir.

Temas imprescindibles para el grupo, como La locomotora, EO y el hermoso Diente de León —¿puede una banda hacer una canción tan bella a casi 30 años de carrera? Este tema de su disco Jei beibi, del 2017, es una gran respuesta—, se unen a otras joyas más conocidas, como Eres, Chilanga Banda y Volver a comenzar.

Este es un disco compacto —a pesar de lo problemática que son canciones como Quiero ver y Vaivén, que suenan sin emoción— y que permite a los fanáticos del grupo deleitarse con la calidad de músicos que son Rubén Albarrán, Emmanuel del Real, Enrique Rangel y Joselo Rangel, así como celebrar ese ingenio para componer maravillas.

Aunque también se lo puede ver como un punto de reingreso a la obra de un grupo al que se le perdió la pista en algún momento. Siempre es bueno volver, sobre todo cuando la bienvenida llega de la mano de un disco como este.

Puede escuchar el disco aquí:

Otras recomendaciones

'Noches en vela y mares de luz', de Frailejones

La idea de un supergrupo ecuatoriano. Con Roger Ycaza, Álex Alvear y Andrés Caicedo como elementos fundamentales de la banda, Frailejones es el conjunto de sensibilidad e intereses que se perciben en cada una de las 11 canciones que conforman este disco. Lo interesante de la propuesta —con un Ycaza mostrando el gran guitarrista y cantante que es— es que no hay ni un solo tema que se pueda considerar de relleno. Hay una atención a los detalles que permite que se disfrute cada uno de los 38 minutos que dura el disco. Este es de esos trabajos que existen para escucharlos de vuelta, apenas se acaba.

'Juventud', de Mauro Samaniego

Para su música solista, Mauro Samaniego se aleja de los sonidos que lo hicieron conocido en bandas como Da Pawn y Tripulación de osos. Aquí hay cierto sentido de música progresiva, en medio de cuerdas y una guitarra acústica, que crean una obra que de entrada cuesta un poco comprender, pero que luego encuentra un mecanismo para que se quede con quien escucha Juventud. La idea que se esconde detrás de la dulzura de la canción —y de un estribillo que sorprende, encanta y casi duele— presenta en su ligero carácter dance un complemento interesante. Ya es hora de que Samaniego se aventure por el disco solista completo.

'Thanks for the dance', de Leonard Cohen

La voz —casi susurrada— de Leonard Cohen vuelve a brillar, gracias al trabajo de su hijo Adam y de otros músicos como Beck, Damien Rice, Jennifer Warnes y Leslie Feist. Este disco contiene voces y temas que Cohen grabó durante las sesiones del disco You want it darker —que se publicara 19 días antes de su muerte, en noviembre de 2016—. Tres años después llega este disco que conmueve e impacta, que mantiene la onda estética del anterior trabajo y consigue llenar de belleza a sus fanáticos. Cohen regresa al mundo de los registros de los vivos y eso siempre se debe agradecer.

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