Un buen momento para leer a Siri Hustvedt
La escritora estadounidense Siri Hustvedt posa durante una rueda de prensa en el Instituto Cervantes de Londres, en Reino Unido, tras ser galardonada con el Premio Princesa de Asturias de las Letras.
EFE
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La noticia llegó a Siri Hustvedt mientras estaba en Londres, cumpliendo con actividades relacionadas indirectamente con la literatura: la promoción de su último libro Recuerdos del futuro. Una vez que se supo que ella había ganado el Premio Príncipe de Asturias de Letras 2019, el lugar seleccionado para hablar con los medios fue la sede del Instituto Cervantes en la capital inglesa.
Desde ahí se refirió al galardón recibido con las siguientes palabras: "Tengo 64 años, escribo desde hace mucho tiempo y creo que las personas mayores se toman estas cosas con calma. Estoy perfectamente cómoda y feliz con esto, aunque es importante decir que no es algo que haya esperado ni anticipado. Si cae del cielo, me siento perfectamente cómoda y feliz para decir: muchísimas gracias".
También aseguró que estos reconocimientos ayudan a reivindicar el papel de la mujer en el mundo de las letras donde, según ella, todavía se piensa que las escritoras son “menos importantes” que los escritores.
Nacida en Northfield, Minnesota, en 1955, esta licenciada en Historia llegó a Nueva York a los 20 años. Es feminista declarada, se sabe que se psicoanaliza, al menos, dos veces por semana, y el arte y la ciencia son dos de los temas que tocan sus libros, analizados siempre desde una ética de interpelación al mundo contemporáneo.
En el acta que leyó ayer, miércoles 22 de mayo de 2019, en Oviedo el director de la Real Academia Española, Santiago Muñoz Machado, se señalan más elementos que elevan el trabajo literario de Hustvedt:
Este es un buen momento para leer a Siri Hustvedt. Ella es una escritora de fuerza inusitada, fiel representante de ese modelo que relaciona escritura con intelectualidad. No tanto como lugar común —no es que es inteligente y por ende escribe—, pero sí como consecuencia frente a sus posiciones sobre lo que está sucediendo en el mundo.
Su libro de ensayos La mujer que mira a los hombres que miran a las mujeres, de 2016, revela la impresionante capacidad de observar y reflexionar de Hustvedt. Durante la gira de presentación del libro, ella se convirtió en una de las voces más críticas de Donald Trump, que con su llegada a la presidencia de Estados Unidos, produjo “una reacción frente a esa misoginia tan abierta y ese odio a las mujeres que demostró en su campaña”, que consiguió “unir a una parte importante de la población”.
Desde su primera novela publicada, Los ojos vendados, en 1992, se anticipa a la escritora interesada en la mente de los personajes, la violencia que les rodea y la posición de la mujer en la sociedad contemporánea. Aquí, el lector es testigo de cómo la joven estudiante de literatura Iris Vegan cae en una pesadilla en la que su mente se va deshaciendo; todo durante un verano. En el fondo hay deseos de emancipación femenina en Vegan.
Otras publicaciones importantes son Todo cuanto amé, La mujer temblorosa y Elegía para un americano. Su obra está infinitamente marcada por su conciencia como mujer que escribe.
En una entrevista con EFE, realizada ayer con relación al premio recibido, Hustvedt se refirió a la dificultad social y el peso de ser mujer escritora en un mundo enfocado en los escritores.
El próximo octubre, Siri Hustvedt viajará a Oviedo a recibir el premio de las manos del rey Felipe VI. Estará acompañada de su esposo, el también escritor Paul Auster, quien ganó el mismo premio en 2006.
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