Borja Corral, Daniela Alcívar, Frank Zappa y Mariana Enríquez: lecturas para la semana
'Un Parsifal', de Luis Borja Corral
PRIMICIAS
Autor:
Actualizada:
Compartir:
Un Parsifal
Luis Borja Corral
Mecánica Giratoria, 2019
245 páginas
USD 15
La pasión de Luis Borja Corral se traduce en una serie de textos —que resultan ser una compilación de 10 años de trabajo— en los que hay un homenaje y amor hacia artistas que considera maestros y que lo han acompañado en esa década. Borja profundiza en ellos, revisa la totalidad o mayoría de la obra y se interna en la vida de estas personas, para encontrar los puntos de intersección.
Porque para Borja Corral no hay distancia entre lo que un artista crea y cómo un artista vive. Y tiene sentido esa posición.
La publicación de este libro llega en momentos en que se discute si, ante los actos despreciables de un creador, se debería o no seguir consumiendo su trabajo. No es que Un Parsifal proponga una respuesta eso, solo da un elemento más a la discusión, uno válido: Las situaciones que han pasado en la vida de los artistas y las condiciones vitales en las que se produce el trabajo, tienen mucho que ver con el resultado.
No es nuevo, desde luego, pero es reconfortante encontrar un libro así. Donde hay nombres de autores, animadores, músicos y una reflexión sobre lo que han construido y las razones detrás de cómo esas construcciones son importantes y tiene sentido en el mundo.
Un Parsifal es un proyecto de más de 200 páginas, en el que Borja Corral regala a su lector una escritura diáfana, que permite ir de una página a otra casi sin darse cuenta. Como si 200 páginas fueran una caricia ante los ojos y las ganas de quien llega a este libro.
Siberia
Daniela Alcívar
Campaña Nacional Eugenio Espejo, 2018
156 páginas
USD 5
La ficción como un artefacto para contener golpes, dolores, impactos y aspiraciones. Una madre batalla con su pasado más lejano, su presente y las transformaciones en su vida cuando su hijo muere al poco tiempo de nacer. Hay literatura, incluso cuando la historia que se cuenta es solo una excusa para resistir el luto.
O quizás entenderlo o salir de su manto.
Lo que escribe Daniela Alcívar se podría leer como confesión, autoficción o un proceso de comprender, a través de la palabra escrita —y leída, para quien tiene el privilegio de enfrentarse a estas páginas— la profundidad de una tragedia así y cómo conseguir una salida posible. Esto, a través de una escritura fragmentada, a manera de pedazos que van y vienen, que decantan en la niñez, en la adolescencia, en la libertad, en la revisión de la maternidad, del cuerpo femenino.
Los pedazos dispersos son aquellos que se unen con la lectura. El orden alterado es la manera en la que la autora arma la narración y, de esa forma, permite al lector tener un espacio de funcionamiento más libre, cercano, capaz de compartir el dolor para que también se despedace y se distribuya en cada uno de los seres que entran en contacto con Siberia. Sí, es dolor compartido, pero al mismo tiempo hay esperanza.
Porque el cierre de la novela —dentro de la misma norma de la fragmentación— ofrece una imagen hermosa, un gesto de cariño que también se sublima en quien lee el libro.
La verdadera historia de Frank Zappa: memorias
Frank Zappa, con Peter Occhiogrosso
Malpaso, 2014
352 páginas
USD 21 (pasta dura), USD 9.99 (Kindle)
Memorias escritas desde el humor, el encanto, la sátira y las ganas de poner evidencia el pensamiento político de quizás uno de los músicos más prolíficos de los últimos 100 años. Zappa murió en 1993, a los 52. En vida publicó 62 discos y, hasta el momento, se han publicado otros 50 trabajos. Frank Zappa sigue existiendo, no ha muerto, es como si el mundo le negara la posibilidad de desaparecer.
Todo está aquí: sus inicios, su relación con la música, su amor por los sonidos de vanguardia —la anécdota de la llamada trunca y la carta de Edgar Varèse es mágica—, la fascinación por el doo wop. Su pasión por la guitarra, su presencia y fuerza, su don de mando, su desenfadado humor, su retorcido y despojado humor que le sirvió para generar su leyenda.
Una leyenda provista de una serie de mitos y falsedades, que él trata de resolver en el libro. La más brutal y graciosa está al inicio. El rumor era que el extremista Zappa había incluso comido un trozo de caca sobre el escenario. Y Zappa lo desmiente a la manera Zappa. Dice que es falso y que "lo más cerca que estuve de hacerlo fue en el buffet del Holiday Inn de Fayetteville, Carolina del Norte".
La música o la revisión de su trabajo musical tiene un espacio reducido. Lo que más interesa son sus acciones, sus triunfos, los fracasos —muchísimos—. Su defensa por la libertad de expresión y su lucha contra el PMRC —Parents Music Resource Center—, la organización fundada por Tipper Gore para controlar el contenido agresivo, violento y soez de la música, es un clásico y ocupa gran cantidad de páginas.
Aquí se puede percibir un Zappa sorpresivamente libertario, gracioso y genio. Lectura obligatoria para fanáticos y para quienes no conozcan su obra musical.
Este es el mar
Mariana Enríquez
Random House, 2017
108 páginas
USD 13,50
Novela de rock. De seres fantásticos y ¿terroríficos? Claro, lo son. El terror en lo que cuenta Enríquez tiene un pie bien colocado en el terreno de la fantasía, pero ella decide poner el otro en un espacio en común, en un conocimiento generalizado o en una obsesión colectiva: las estrellas de rock que mueren jóvenes.
A la Cobain, Amy Winehouse, Buddy Holly, Hendrix.
Helena es una de estas criaturas que tiene el objetivo de crear a estas leyendas. Ayudarlas a crecer, ser las grandes estrellas. Un giro a la idea de las groupies, sin duda; también una versión torcida del ángel de It's a wonderful life, de Frank Capra. Porque ella es parte de El Enjambre y su posibilidad de crecer, de subir peldaños, de llegar a Las Luminosas, está en conseguir su estrella de rock muerta.
Libro con una base gótica, cargada de humor negro, de una cotidianeidad brutal en la prosa de Enríquez y de una rapidez que ayuda a que las 100 páginas y un poco más funcionen como una historia completa. Helena quiere acabar con James Evans —ese cantor y poeta de la banda Fallen— porque es su mecanismo para controlar su existencia.
Porque Helena quiere estar en otro sitio. Y esta novela corta es una objeto delirante para analizar y reflexionar sobre esta época de héroes, de ídolos y de una sobreexposición que, eventualmente, no conducirá a nada.
Compartir: