Joss Whedon, el genio que abusa de su poder en el set
El guionista, productor y director, responsable de éxitos como 'Buffy, The Vampire Slayer' y las dos primeras películas de 'The Avengers', está en el centro de una tormenta que lo acusa de conducta abusiva en los sets de rodaje.
El cineasta estadounidense, Joss Whedon, durante el estreno de "Avengers Infinty War", en 2018.
IndieWire
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¿Qué hacer con Joss Whedon? Es la pregunta que se han miles y miles de fanáticos, en este preciso momento.
Porque Joss Whedon es un nombre de Hollywood asociado con tendencias vistas como adelantadas: feministas, procomunidades Lgbti en una época en la que estos temas aparecían muy poco en pantalla.
Ya sea como creador de series como Buffy the Vampire Slayer, Angel y Firefly o como productor, guionista y director de cine, Whedon tiene un lugar muy importante en el corazón de todo fanático geek en el mundo.
Pero ahora, lidiar con él resulta complicado.
Sobre todo por decenas de denuncias y declaraciones de actores y actrices que han sido parte de sus producciones. Todas con algo en común: abuso verbal, maltratos a elenco y un ambiente de tensión que ha sido un secreto a voces.
No es el primer caso de algo parecido. En septiembre de 2020, la presentadora y comediante Ellen DeGeneres, al inicio de la temporada 18 de su programa de televisión, pidió disculpas a su equipo de trabajo y a sus televidentes, luego de acusaciones similares.
WarnerMedia, la productora detrás del show, lanzó una investigación interna sobre lo que pasaba en el programa de Ellen luego las revelaciones de un reportaje de Buzzfeed, publicado en julio de 2020.
Las declaraciones de casi 40 personas relacionadas con el show revelaron el maltrato, abuso, las bromas sexistas y racistas a las que estaban sometidas.
Al final, tres productores de alto rango fueron despedidos, Degeneres pidió esas disculpas y anunció que con eso se abría un nuevo capítulo para el programa.
Con Whedon la situación es similiar, pero él no ha dicho nada. Lo único que crece son las denuncias y la lista de personas que lo acusan de una actitud violenta.
Todo empezó con un superhéroe
Fue en julio de 2020 cuando Ray Fisher dio la primera voz de alarma pública. Fisher, quien interpretó al superhéroe Cyborg en la versión de 2017 del filme Justice League inicialmente celebró la incorporación de Whedon al equipo de la película.
Pero luego se retractó, y vaya de qué forma.
Joss Whedon recibió un crédito como guionista del filme, pero se sabe que entró a terminarlo como director y responsable final. Esto, una vez que Zack Snyder dejara la complicada producción luego de la muerte de su hija.
Casi tres años después del estreno, Fisher usó palabras duras y no ocultó ningún nombre en un tuit, en el que incluso acusó a productores de Warner de hacerse los ciegos.
"El trato en set, por parte de Joss Whedon para elenco y equipo de Justice League fue grosero, abusivo, poco profesional y completamente inaceptable. Geoff Johns y Jon Berg le permitieron actuar así, de muchas maneras"
Lo de Fisher fue un remezón.
Warner Bros. inició una investigación que tomó cinco meses. En diciembre de 2020 se lanzó un comunicado que hablaba de "acciones para remediar" lo sucedido. Algunas visibles de inmediato, otras con el tiempo.
Whedon no dijo nada en ese momento. Fisher celebró el resultado de la investigación interna.
Días antes de la publicación del resultado de la investigación, Whedon renunció a su rol como creador, director, guionista y showrunner de la serie The Nevers, que él venía desarrollando desde 2018. En su momento, varios estudios y canales se pelearon por tenerlo en su parrilla.
Al referirse a su salida del programa, Whedon hizo referencia a un año complicado para él -en clara alusión a la pandemia- y que a pesar de disfrutar armar el proyecto, en este momento "es más de lo que podría manejar sin que el trabajo empiece a sufrir".
La serie se estrenará este 2021 a través de la señal de HBO -también de propiedad de Warner-, e inolucra a un grupo de mujeres en plena época victoriana, con superpoderes. Él ya no tiene nada que ver con la producción.
Era como si Whedon anticipara lo que se iba a venir. Porque de ser el tipo que crea series y proyectos con mujeres como personajes fuertes e importantes, pasó a ser el tipo violento que trata mal durante los rodajes.
Detrás de Buffy
Ya en 2009, la actriz Charisma Carpenter había dado indicios de lo complicado que fue para ella quedar embarazada mientras protagonizaba la serie Angel, un spin-off de Buffy the Vampire Slayer, ambas manejadas por Whedon.
La gente prefería no pensar en Joss Whedon como una persona que le hiciera la vida imposible a una mujer embarazada en uno de sus programas. Es más, debía ser alguien más en la producción.
No él, que permitía que aparecieran personajes Lgbti en sus programas como personas comunes y corrientes, para normalizar su presencia. El que creaba mujeres fuertes y de armas tomar, que ejercían sus propias decisiones, que se enfrentaban a hombres en el rol de villanos.
Tanto que en 2013, el grupo Equality Now, enfocado en derechos humanos, le entregó el premio de Campeón del Storytelling por luchar por la igualdad de género.
Él era el cerebro de shows que promovían dinámicas duras con las que incluso mucha gente insegura, tímida y con ansiedad social podía identificarse y hasta pedir ayuda.
No podía ser Whedon. Pero sí era él.
El pasado 10 de febrero, Carpenter lo dijo con nombre y apellido. A través de un comunicado en su cuenta de Twitter, que acompañó con el HT "IStandWithRayFisher" (Estoy junto a Ray Fisher), no se guardó nada.
Acusó a Whedon de ser abusivo, de tener un estilo con el que la minimizaba frente a sus colegas. "Joss tiene un historial de ser casualmente cruel. Él ha creado ambientes de trabajo hostiles y tóxicos desde el inicio de su carrera. Lo sé porque lo experimenté de primera mano", aseguró la actriz.
Carpenter interpretó tanto en Buffy como en Angel a Cordelia Chase, entre 1997 y 2004. Fue en la cuarta temporada de Angel que la situación se complicó más para ella.
Al estar embarazada, asegura ella, Whedon la acusó de querer arruinar el show, le preguntó si quería tenerlo o no y se burló de sus creencias religiosas.
Cordelia fue poco a poco dejada de lado del programa -el personaje llegó a caer en coma- y para la siguiente temporada, simplemente no apareció, más allá de un episodio en algo muy puntual. Carpenter no fue contratada luego de ser madre.
En su carta, la actriz también cuenta de que, con seis meses de embarazo y bajo recomendación médica de bajar sus horas de trabajo, Whedon la llamó a las 01:00 para que fuera a trabajar:
"Me sentí sin poder y sola (...) sin ninguna otra opción, me tragué el maltrato y lo hice".
De ahí en adelante, la bola de nieve solo ha crecido. Casi todo el elenco de Buffy ha salido a apoyarla y a confirmar -en algunos casos con insinuaciones de algo más- el maltrato al que Whedon sometía al equipo.
Actrices como Amber Benson, Elisa Dushku -quien en 2018 recibió USD 9,5 millones por parte de CBS como un arreglo extrajudicial ante una demanda de acoso, también en un programa de televisión en el que trabajaba, Bull- y la propia Buffy, Sarah Michelle Gellar, salieron en su defensa.
Apoyaron su recuento de los hechos y han dado una versión muy similar a la dada por Carpenter. Lo de Gellar es lapidario:
La lista de apoyo va creciendo. Desde el actor David Boreanaz, James Marsters y hasta el trío de villanos de la temporada seis de Buffy -Danny Strong, Adam Busch y Tom Lenk- han hecho público su apoyo a Carpenter.
Gente que ha trabajado con Whedon desde la producción, como la escritora y guionista Marti Noxon, que colaboró con él en Buffy, y el escritor José Molina, que fue parte de la serie Firefly, han salido también a confirmar el maltrato.
Molina incluso llegó a escribir sobre cómo Whedon disfrutaba de hacer llorar a las mujeres guionistas en las reuniones y que para él ser malo significaba ser gracioso.
Hasta el momento Joss Whedon no ha dicho nada. El guionista y director, que escribió y se encargó de las dos primeras aventuras de The Avengers en la pantalla grande, guarda silencio y es probable que no diga nada.
Para sus fanáticos, quienes lo amaban por encima de todo, es duro. Como lo cuenta Maria Cramer en The New York Times. Se trata de congeniar la idea de que la persona que hizo programas e historias que les ayudaron a ser mejores y a aceptarse, sea alguien cruel.
Nada nuevo, pero es un golpe para muchos. Porque incluso the Whedon Studies Association está ya pensando en cambiar su nombre. Eso no es poca cosa.
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