'Ábrete sésamo' el disco que da acceso al tesoro de Sr. Maniquí
En este disco, el primero de Sr. Maniquí -luego de publicar un Ep y varios sencillos- queda claro que la música es también generar varios estados y niveles de percepción.
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Una frase como clave. Como acción y conjuro. Expresión de la literatura, de la oralidad, por la que Alí Babá y sus 40 ladrones podrían entrar a la cueva y ver los tesoros que ahí permanecían.
El premio detrás de un ¡Ábrete Sésamo!
Y aquí hay mucho de eso. Hay sonoridad, una historia para contarse y un tesoro para contemplar. La percepción es el vehículo de la belleza. Y Mariela Espinosa de los Monteros parece entenderlo como si, en una especie de epifanía, quedara claro que no hay manera de dividir a la música de la poesía.
Porque sin poesía no existiría Ábrete Sésamo, el disco que Sr. Maniquí -su proyecto solista, por fuera de lo que hace con Munn- lanzó en plataformas de streaming el pasado 16 de octubre.
Un disco que apareció luego de ponerle música al poema Ábrete Sésamo, de la ecuatoriana Ana María Iza. Para así, abrir algo más, una especie de camino que le permitió componer más canciones.
Tomar otros poemas de otros escritores, para establecer la forma precisa, para que cada una de las intenciones y voces poéticas que conviven en el álbum tengan una presencia justa.
Y la justicia debe ser diáfana y clara, como los sonidos que conforman el primer disco de Sr. Maniquí.
Todo en su lugar preciso
Un disco puede sonar a varias cosas. En realidad, un buen disco suena a viaje, a que se puede ir de un paréntesis a otro.
No queda duda de que esto es lo que buscaban tanto Mariela como como Miguel Ángel Espinosa de los Monteros, encargados de la producción del disco, que contó con varios colaboradores.
Entre ellos Jofiel Icaza, Denisse Santos, Andrés Benavides, Andrés Arauz, Diana Gallegos, Violeta Muñoz, Maya Villacreses y la poeta Elsye Suquilanda, que aparece en un fragmento hablado del tema A Huawei, basado en un poema de su autoría.
Aquí se va desde cierta tensión y placidez de lo folk, a un juego de cambio de compases que se aplican a la perfección a las melodías. No hay forma de aburrirse, ni de asumir que todo se descubre de una sola pasada.
Como sucede en el tema Lumbre, que abre el disco, y que por letra toma un poema de Sarawi Andrango, como un arranque que interpela en varias etapas a quien lo escucha. Como si una puerta llevara a otra puerta y a otra.
Lumbre tiene una conexión con la música de Nick Drake y Mariela Espinosa de los Monteros no deja dudas sobre eso.
También se percibe una melancolía y lamento profundo, que encuentran en La hierba -canción que toma su letra de un poema de la guayaquileña Violeta Luna- un espacio de absoluto desasosiego.
Con una fuerza que crece a medida que la canción avanza y que al final se vuelve un mantra, una explosión.
Hay un deseo de experimentar en un terreno común a PJ Harvey -no hay forma de no percibirlo en el tema central, Ábrete Sésamo-. Una especie de siniestra conjugación con los versos de Iza, sobre lo que se podría ser la vida y lo que se espera. El resultado es magia.
En el siguiente audio, la Espinosa de los Monteros cuenta lo que hay detrás de la canción que cierra el disco.
Lo lúdico está ahí. No se pierde, se transforma en la base de una canción tan juguetona como divertida y que lleva de título A Huawei.
El poema de Elsye Suquilanda funciona como el catalizador de una composición que activa una ingenuidad oscura, gracias a los sonidos sintetizados y a una especie de "theramin" que suena de fondo.
Como si todo se pudiera ir al diablo con algo de diversión -mucha atención al cierre del tema-.
Sobre A Huawei -canción que tendrá un video que se estrenará el próximo 8 de noviembre- la artista tiene algo que contar:
Cada estación en este disco es única y tiene ese carácter hipnotizante que se centra en esa traducción, en ese traslado de poemas -de otras poetas como Ileana Espinel, Dolores Veintimilla, Ana C. Blum, y del poeta Pe Proaño- a un espectro en el que, con otros ropajes, no se pierde nada.
Ábrete Sésamo es ingresar. El tesoro son las canciones. Y siempre se pueden volver a ellas.
A veces se olvida que registrar la música es un milagro tecnológico que se da por sentado. Discos como estos son la prueba de que por suerte hay forma de grabarlos y de regresar a estos sonidos, una y otra vez. El deleite es ese.
Se puede escuchar el disco completo aquí:
Otras recomendaciones
'Al agua', de Joanne Vance
La maestría de esta canción está en que se sostiene por un coro que surge como un salvavidas en medio del agobio que parece reflejarse en unos versos que hablan de una presión que no da espacio para nada.
En una propuesta en la que la melodía refleja las sensaciones, más allá de lo que las palabras revelan. El trabajo es providencial. No es que todo va a estar mejor, pero al menos puede quedar claro que al aceptar lo que sucede hay un primer paso que vale la pena intentar.
'Vuelo8110', de Neoma (feat Pastizales)
Es como si Neoma hubiera descubierto el secreto detrás de toda buena canción. Sí, es una frase que no dice nada, sobre todo porque hay gente que investiga qué vuelve a una canción en algo increíble. Pero esto no es un estudio, es una certeza. Vuelo8110 es lo que se podría considerar un hit.
Sobre todo porque parece navegar en un terreno conocido -con una letra que juega a la paradoja, a veces- para decantar en un coro que es una maravilla pop, en el que tanto Neoma como Pastizales -que hace un feat- cantan: "No quiero ver lo que es / jamás estar en un lugar / sin la oportunidad de cambiar en algo". Sabiduría de jóvenes en buena música.
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