El estadio Khalifa no olvidará las lágrimas de Ecuador
La derrota ante Senegal dolió demasiado. Los jugadores lloraron en la cancha y en el camerino. Ecuador se despide del Mundial con el corazón partido.
Moisés Caicedo llora tras la eliminación de la Tri en el Mundial. Sus compañeros lo consuelan.
EFE
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El árbitro francés Clément Turpin pita el final del partido y los jugadores de Ecuador se desploman. Se tiran al piso a llorar. La derrota 1-2 ante Senegal remueve cimientos en la Selección y se nota apenas acaba el encuentro.
Los gestos de los futbolistas ecuatorianos no se muestran tanto en televisión, como los festejos senegaleses. Pero en la cancha del estadio Khalifa, el dolor es evidente.
Los cerca de 7.000 hinchas que llegaron hasta Doha no se movieron de sus asientos. De alguna manera, acompañaron a los jugadores que seguían rendidos.
Gustavo Alfaro camina solo. Tiene las manos en los bolsillos y cada tanto se abraza con alguien. No tiene palabras para animar a sus jugadores.
Pero de pronto, Moisés Caicedo explota. Tiene 21 años y disputó su primer Mundial. Su llanto es incontenible y sus compañeros, miembros del cuerpo técnico y el mismo Alfaro se acercan para abrazarlo.
Lo ponen de pie y le dicen que no hay nada de qué arrepentirse. Se entregó por completo. Quizás no lució como él hubiese querido. Pero así son las Copas del Mundo.
Otro que también se quiebra es Gonzalo Plata. Otro chico. Tiene 22 años. Jugó a muy alto nivel en los tres partidos de Ecuador. Soñaba con llegar a los octavos de final. Sus lágrimas son las de esta generación que quería hacer historia.
Michael Estrada, Pervis Estupiñán, Hernán Galíndez, Jeremy Sarmiento, Piero Hincapié. Todos abandonan la cancha del estadio Khalifa con los ojos repletos de lágrimas. El dolor por la eliminación es evidente.
En la rueda de prensa después de la derrota, Gustavo Alfaro reconoce que la eliminación fue dolorosa y que el grupo estaba golpeado. También deja en duda su futuro.
Alexander Domínguez pasa por la zona mixta y reconoce que muchos jugadores lloraron en el vestuario. "Tuvimos que levantar a algunos compañeros, así es el fútbol y no todo acaba aquí".
Y llega Enner Valencia. Hasta este martes, el capitán de Ecuador no había hablado en la zona mixta. Pero se detuvo un minuto, para decir una sola frase: "Le pedimos disculpas al país".
Se le hace nudo en la garganta y no puede decir nada más. Tiene lágrimas en los ojos, pide disculpas y sigue caminando. Solo quiere abrazar a su esposa y sus hijas que lo esperaban afuera del estadio.
44.569 personas llegaron al Khalifa Internacional para ver el partido entre Ecuador y Senegal. Ese estadio, no olvidará las lágrimas de la Tricolor.
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