Independiente del Valle, la base de la Selección de Ecuador
Ecuador se ha convertido, por derecho propio, en una de las sensaciones del Mundial de Qatar. La lección de fútbol que dio a Países Bajos le dejó al borde de su segunda clasificación para octavos de final y el mundo entero empezó a interesarse en la benjamina de la competición.
Moisés Caicedo disputa un balón con Hassan Alhaydos de Qatar en el partido inaugural del Mundial 2022.
EFE
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Ocho de los 26 jugadores de Ecuador se formaron en la cantera de Independiente del Valle, algo más que un equipo, un experimento futbolístico destinado a elevar el nivel de fútbol del país y que el propio seleccionador, Gustavo Alfaro, reconoce como meritoria experiencia.
De este club asentado en Sangolquí, en el sur oriente de Quito, han salido algunos de los principales talentos del reciente fútbol ecuatoriano, donde el 'profe' ha basado su labor de renovación de la selección.
La filosofía del preparador argentino coincide con la que, desde hace años, viene poniendo en marcha Independiente del Valle, que no solo pretende formar futbolistas, también personas.
El símbolo del proyecto se llama Moisés Caicedo, el jugador más cotizado de Ecuador, que triunfa en el Brighton de Inglaterra y que es el alma del equipo junto al capitán, el veterano Enner Valencia.
Cuna de estrellas
Pero, de las filas del club del Valle también han salido otras de las estrellas del equipo, Ángelo Preciado, Gonzalo Plata, Piero Hincapié o Jhegson Méndez.
"Es una muestra de cómo un club puede transformar las ilusiones de la gente en cosas concretas", asegura Alfaro sobre el equipo del que procede la columna vertebral de su Tri.
Fundado a mediados del siglo pasado por José Teran, un apasionado del fútbol argentino que, por ello, apostó por ese nombre, el club es propiedad desde 2009 de Michel Deller, una de las grandes fortunas del país, que tenía la intención de convertirlo en "un club diferente".
Esa máxima se ha convertido en el slogan del club que, desde entonces, se ha dedicado a buscar a los talentos del país para formarles y para atraerles a su academia.
En sus instalaciones los jóvenes no solo aprenden fútbol. "También estudias allí, incluso te dan acompañamiento psicológico", asegura Jackson Porozo.
Lejos de tener la popularidad del Barcelona o de la Liga de Quito, Independiente ha demostrado ser un buen trampolín para sus estrellas, que en muchos casos acaban por dar el salto a Europa.
Independiente ha firmado acuerdos con otras entidades más pequeñas, como Esmeraldas, de donde procede Hincapié, para reclutar a sus mejores unidades desde que comienzan a despuntar en categorías inferiores.
En sus instalaciones encuentran las mejores condiciones, siete terrenos de fútbol, 10 vestuarios, cuatro edificios para albergar a los jóvenes, un auditorio para conferencias.
Hincapié y Plata fueron a la escuela en sus centros, capaces de dar enseñanza a 120 alumnos cada curso, una muestra de que todo es poco para formar a los mejores.
Grupo A
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