Dejan Lovren, del exilio en Rusia a las semifinales con Argentina

Lovren, de 33 años, juega en el Zenit San Petersburgo, el gran dominador del fútbol ruso, donde llegó en 2020 después de seis exitosas temporadas en el Liverpool, equipo con el que ganó la liga inglesa y la Champions.

El jugador criado en el Dinamo Zagreb, que ya fue finalista en Rusia 2018, donde cayó ante Francia, ha sido titular en todos los partidos de este Mundial.

Mientras en tierras rusas su pareja de baile fue Domagoj Vida, ahora su compañero en la zaga es el joven Josko Gvardiol, de tan solo 20 años.

La defensa croata ha recibido sólo tres goles en Qatar: uno ante Canadá (4-1) en la primera fase, otro en octavos ante Japón (1-1) y el de Neymar en cuartos de final.

El Zenit no dudó en publicar en su web una foto del defensa central al término del partido de cuartos de final ante Brasil, que se decidió en la tanda de penaltis.

Y es que Lovren no dudó en criticar la exclusión de Rusia del Mundial debido a la campaña militar en Ucrania.

"Estoy indignado porque Rusia no esté en la Copa Mundial. Siempre he dicho que el deporte y la política deben estar separados. Incluso si es el caso (que Rusia invadió Ucrania), de todas formas, Rusia debería haber recibido permiso para participar en el Mundial", dijo.

La selección rusa, dirigida por Valeri Karpin, no pudo disputar en marzo la repesca mundialista ante Polonia en Moscú, debido al inicio de los combates en febrero.

Al contrario que otros futbolistas, entre ellos varios polacos, Lovren no abandonó la liga rusa tras inicio de la intervención militar rusa en el país vecino.

El otro futbolista que juega en Rusia y también disputó el Mundial es el camerunés Moumi Ngamaleu (Dinamo Moscú).

Moumi, centrocampista de 28 años, jugó dos partidos en este Mundial, aunque sólo uno de titular, en la histórica victoria ante Brasil.