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Alejandro Manograsso, la mente de los datos y el video en la Selección
En su cabeza solo hay datos y fútbol. Procesa información en aeropuertos, buses, hoteles y concentraciones. Es el cerebro de los números en la selección ecuatoriana y uno de los hombres de confianza de Gustavo Alfaro. El Mundial es el mayor reto de su carrera.
Alejandro Manograsso, analista de video y datos de la selección ecuatoriana, durante un entrenamiento en Quito.
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Alejandro Manograsso vive su primera experiencia al frente de una selección absoluta. Empezó a trabajar con Gustavo Alfaro en 2005 y juntos lograron grandes hazañas, como la Copa Sudamericana 2007 o la Copa Argentina 2013, con Arsenal de Sarandí.
Pero ahora atraviesa un presente inmejorable. En su cabeza solo está Qatar 2022. Al igual que todo el cuerpo técnico, dirigentes y aficionados, sueña con hacer el mejor Mundial en la historia del país.
Como parte de su preparación para la Copa del Mundo, Manograsso analizó la tipología de todos los goles de Rusia 2018, para definir características y "tomar consciencia en lo que tiene que ver con la importancia de algunas acciones de juego a partir de esa tipología de goles".
Además, cuenta que la FIFA proveerá a cada equipo participante una plataforma que generará datos de rendimiento. Hasta el momento, ha analizado al menos 10 partidos de Qatar, Países Bajos y Senegal, rivales de la Tri en el Grupo A.
Por primera vez en la historia de los Mundiales, la FIFA desarrollará una plataforma que entregará unos 95.000 datos por partido a cada selección participante.
"A nosotros como cuerpo técnico nos van a dar una plataforma, en donde vamos a tener las nueve cámaras que usa FIFA en cada encuentro, más toda la recopilación de datos en diferentes formatos. Nosotros les vamos a decir qué necesitamos", explica Manograsso en una charla con PRIMICIAS.
Los futbolistas también tendrán sus datos. A través de la aplicación 'FIFA Player', cada deportista recibirá en su dispositivo móvil, de forma exclusiva, su rendimiento individual y videos con situaciones puntuales de su juego.
El argentino, que es periodista deportivo de profesión, revela cómo se vinculó al análisis de videos; desde cuándo empezó a trabajar con Gustavo Alfaro; qué herramientas utiliza y cuáles serán los datos más importantes en la Copa del Mundo de Qatar.
¿Cómo se vinculó con el fútbol?
Empecé a jugar muy joven. Pasé por las juveniles de Chacarita Juniors y a los 13 años falleció mi papá. En ese momento dejé un montón de cosas, entre esas el fútbol. Me dediqué a estudiar. Pensaba que la carrera para ser futbolista profesional era complicada y que iba a tener que asumir un montón de responsabilidades.
Siempre estuve ligado con el fútbol por medio de mis amigos. Entre ellos Alejandro y Martín Tocalli, hijos de Hugo Tocalli, que es como mi segundo padre. Lo acompañaba cuando estaba como entrenador en las selecciones juveniles argentinas.
Después arranqué a estudiar periodismo deportivo. Me parecía que era la mejor manera de estar cerca de lo que me apasionaba. Me gradué y tuve la oportunidad de trabajar en algunos programas de radio y TV.
¿Y con Hugo Tocalli seguía en contacto?
Sí. En un momento, cuando José Pekerman y Hugo armaron la selección mayor, en 2004, me comentó que había este trabajo de analista de video. No se dio la oportunidad de trabajar con ese equipo, pero me quedó picando esa alternativa.
¿Entonces ahí llega la oportunidad con Gustavo Alfaro?
En junio de 2005, Gustavo fue a dirigir a San Lorenzo. A través de Alejandro Tocalli, que era el segundo entrenador en ese momento, le pregunté si a Gustavo le interesaría trabajar con compactos y análisis de partidos. Le gustó la idea y lo fui a visitar. Allí fue cuando empecé a trabajar en esto del análisis. En aquel momento, con casete y después DVD.
A partir de ahí, ¿cómo se empezó a preparar para analizar videos y datos en el fútbol?
En realidad, de datos no teníamos nada. Eran solo imágenes de los partidos que teníamos que conseguir. Era bastante complicado porque no se transmitían todos como es hoy en día. Íbamos a la productora, que era Torneos y Competencias, y buscábamos los encuentros del próximo rival.
Una vez con el material, nos poníamos de acuerdo con Gustavo, según lo que quería ver y de qué manera podíamos segmentar las acciones, como para que a él le sirva mirar esos compactos y después definir qué enseñarles a los jugadores.
Era todo autodidacta. No existían herramientas. Teníamos editores de video que conocí a través del periodismo; eran completamente básicos. Con eso se generaba el menú de DVD y a partir de ahí nos fijábamos en el ataque, defensa, pelota parada, tiros de esquina, entre otros. Gustavo decía lo que quería analizar y en vez de avanzar o retroceder, cortábamos algunas acciones y así armábamos esos compactos. Ese fue el comienzo de todo esto.
¿Cómo tomó Gustavo Alfaro la idea de trabajar con videos?
Desde el principio le gustó. Tanto fue así que me preguntó cuándo podía empezar a trabajar. Lo primero que hicimos fue filmar entrenamientos y enseñarles a los futbolistas acciones para corregir desde los entrenamientos. Había gente que nos preguntaba si la computadora hacía goles. Había que explicarles todo el trabajó que había detrás. Y hasta hoy muchas veces tenemos que aclarar la forma de trabajo.
¿Existe una oposición hacia los datos en el fútbol?
Hace poco tiempo que se sumó esta parte de datos y que hay especialistas de datos, porque uno no puede abarcar todo lo que implica eso. Pero desde que salieron las imágenes y los compactos, están completamente aceptados. Esto no es un gasto, es una inversión. Lo que trata de hacer es ayudar a tomar mejores decisiones.
Los informes de inteligencia artificial que realizamos y que empezamos a utilizar con Gustavo en Boca y actualmente en la Selección solamente acompañan, reafirman, o no, lo que uno vio, analizó y la percepción que hubo a través del partido.
Después lleva todo un tiempo de análisis el partido y el rival, muchas veces con datos que son completamente fríos. Con tantos datos, hay que entender cuáles le van a interesar al entrenador. Lo importante es masticar esa información y entregarle en un contexto futbolístico que hace que no hablemos de números, sino de fútbol.
En lo que tiene que ver con la Selección, ¿cuáles son los datos que le pide Gustavo Alfaro?
Hay datos que son básicos en lo que tiene que ver con el informe y después hay datos que son los que salen de la métrica normal, que son como los que te pegan en la cara y te sorprenden. (…) Para nosotros fue muy importante el análisis que hicimos post Copa América (Brasil 2021), a través de datos e informes que nos dio una empresa que se llama Atenea, sobre la cantidad de goles recibidos y tipología de los goles.
Esa frase de Gustavo que dice 'el arco en cero te lleva al Mundial' tenía que ver con muchos análisis que se hicieron con relación a esas situaciones. Nos focalizamos en eso y en el camino que debíamos tomar para el último tramo de Eliminatorias. Era complejo. Todos pensaban que Ecuador se iba a caer. No nos caímos nunca y desde la Fecha 2 estuvimos entre los tres o cuatro primeros.
¿Cuánto ayudaron los datos a encaminar la clasificación a Qatar 2022?
Es difícil cuantificar en qué porcentaje, porque acá lo más importante son los jugadores. Nosotros lo que hacemos es darles herramientas a ellos a través de Gustavo. Él decide qué se hace y qué no.
Nosotros debemos tener la capacidad de poder ver a través de sus ojos y a partir de ahí brindarle la información para que tome decisiones, que son 100% de él. Hay algunas que están acompañadas de los datos y otras que tienen que ver pura y exclusivamente con el juego y el rival.
Es complejo segmentar tanto, porque esta es una herramienta más, como una pelota o un chaleco. Solamente hay que aprovecharla, para sacar el mayor rédito posible y ayudar a los jugadores a que tomen la mejor decisión.
¿Cuántos datos se recopilarán en un solo partido del Mundial?
FIFA nos va a dar una plataforma que la generan ellos mismo. Imagínate el apoyo que le está dando FIFA al desarrollo de los datos, pero alrededor de 95.000 datos por partido.
A nosotros como cuerpo técnico nos dan una plataforma con acceso en donde vamos a tener las nueve cámaras que usa FIFA, más toda la recopilación de datos en todos los formatos, como PDF. Nosotros les vamos a decir qué necesitamos.
¿Cuáles van a ser los datos más importantes en el Mundial?
Creo que de alguna manera interpretar las transiciones, lo que tiene que ver con pérdida de balón, en dónde se pierde esa pelota y qué sucede una vez que se perdió; de qué manera vamos a retroceder o a avanzar; en dónde vamos a ejercer la presión, a qué altura y a qué distancia; qué vamos a hacer una vez que recuperamos la pelota en los diferentes bloques que nos va a llevar el partido; cuántas de esas transiciones terminan en remate o en remate al arco.
Y después hay algo muy importante que fue una de nuestras claves en Eliminatorias: a qué altura se va a parar la defensa y el largo y ancho del equipo. Todo eso está cuantificado. Nada está hecho al azar.
¿Cuántos partidos se han analizado de Qatar, Senegal y Países Bajos y qué datos tienen de ellos?
A medida que van jugando amistosos vamos agregando partidos. Pero hemos analizado al menos 10 de cada uno.
No podemos tomar los mismos datos para todas las selecciones, porque tienen diferentes características. Lo importante es comprender qué tipo de partido vamos a hacer contra estos rivales y eso nos va a llevar a que Gustavo pueda tomar la decisión en relación también a lo que hagamos nosotros en cada una de las fases del juego.
Ahí es cuando empezamos a segmentar: fase de posesión, fase de no posesión; qué hacemos cuando tenemos la pelota y qué hacemos cuando no.
Países Bajos es un equipo que se basa en la posesión de balón y no va a cambiar. Contra Senegal nos vamos a encontrar con un equipo más físico, como somos nosotros.
Y Qatar es un equipo que se viene preparando desde que lo nombraron sede, con una metodología determinada y con un sistema de juego que no van a variarlo. Hace 12 años que trabajan con el mismo técnico, la Academia Aspire y todo lo que tiene que ver con una estructura que los sostiene en este tipo de juego que es más de construcción baja, dar la importancia a la salida del fondo limpia y a partir de ahí progresar en el juego.
¿Qué herramientas usan?
Trabajamos con un software específico de análisis de partidos, que es Hudl, al igual que Wyscout, que es una plataforma que tiene todos los partidos del mundo. Ingresas, lo descargas y lo visualizas.
También trabajamos con Ksports en la parte de informes de inteligencia artificial y análisis físico, a través del trackeo de imágenes. Además, trabajamos con Atenea, con la cual vemos datos, y con Catapult, que nos sirve para tener GPS en los entrenamientos.
No trabajamos con GPS en partidos porque nos han dado errores, debido a la estructura metálica de la cancha, la gente y el ruido.
¿Qué significa el índice de performance con el que trabajan?
La inteligencia artificial no es como la inteligencia humana. Es similar. A nosotros nos enseñan de chicos lo que es un auto. Y ya nos queda para toda la vida. A la inteligencia artificial hay que mostrarle 2,5 millones de fotos de diferentes autos como para que en el momento que vea algo similar, lo lleve a su estructura y diga eso es un auto.
Lo mismo pasa en el fútbol. A medida que uno va generándole y metiéndole a la máquina cantidad de partidos, empieza a evaluar toma de decisiones, dificultad de pases, rendimiento físico. Porque en definitiva yo te puedo decir, tal jugador hizo 10.000 kilómetros en un partido, pero, ¿cómo lo hizo?.
Todo ese proceso que tiene que ver con pasar del dato frío, que es el número de lo que sucedió, a llevarlo dentro de una estructura de juego. Eso es lo que hace el proceso de inteligencia artificial.
Entonces, el índice de performance, tanto del equipo, como individual, une la parte física, la parte técnica y la parte táctica. En lo físico te dice cómo corrió el equipo; en lo técnico lo que hizo el equipo con la pelota y en la parte táctica de qué manera pudo resolver diferentes situaciones. Eso lo une, siempre comparando contra esta base de datos y te da un índice de performance.
El trackeo de imágenes analiza los dos equipos. Si yo tendría que analizar GPS, vería los míos nada más, no al rival. A veces el rival es el que me obliga a elevar mi exigencia física o a disminuir la exigencia física. Si tengo los datos del rival, ya sé en qué parámetros me moví, pero en relación al partido. Lo que tenemos que hacer es poner todo en contexto. Si no, no sirven de nada datos aislados.
En definitiva, el índice de performance es masticar toda esa cantidad de datos y en vez de tenerlos los profes, por un lado, los técnicos por otro y toda la parte de análisis por otro, unirlos en un solo informe y decir este es el índice del equipo para este partido y te comparas con el rival, para saber qué mejorar.
¿Y cómo está ese índice de performance en la selección hoy en día?
Está bien. Fluctúa y está bien que fluctúe, pero estamos dentro de los números correctos como para llegar bien al Mundial, con cosas para mejorar y otras para sostener, enfocándonos en lo que tenemos que mejorar, pero sin dejar de lado lo que hacemos bien.
Porque parecería que uno siempre se enfoca en lo malo o en lo que le falta. Y a veces es importante resaltar las virtudes. Si queremos hacer el Mundial que todos soñamos, hay cosas por mejorar. Con lo que hicimos hasta acá no nos alcanza, de la misma manera que no nos va a alcanzar para todo lo que deseamos.
¿Se está enfocando el análisis en la falta de gol?
Sí. Está bien. Pero a nosotros nos preocuparía más si no estaríamos generando situaciones de gol. Si podemos seguir generándolas, los goles van a venir. No hay duda.
Para nosotros la pregunta es por qué no hacemos goles. A partir de ahí empezamos a tomar lectura de qué es lo que pasa.
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