Cómo el ejercicio influye en a la osteoporosis
Para personas con osteoporosis el ejercicio regular, junto con actividades de bajo impacto, son ideales para prevenir fracturas. Aquí te contamos sobre la relación entre el ejercicio y la osteoporosis.
ejercicio y osteoporosis
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La osteoporosis es una condición que afecta gradualmente a los huesos. Se caracteriza por la pérdida del contenido mineral del hueso, haciéndolos más débiles y susceptibles a fracturas. Afecta principalmente a personas mayores, a mujeres después de la menopausia y también a quienes llevan un estilo de vida sedentario. Consecuentemente, el ejercicio regular puede fortalecer los huesos y prevenir las fracturas ya que los músculos fuertes ayudan a protegerlos.
A continuación te proporcionamos algunos tipos de ejercicios para fortalecer tus músculos y huesos.
Aumenta la fuerza muscular
Un mejor desarrollo de la masa muscular protege los huesos, ya que los músculos ejercen tracción sobre ellos, estimulando su resistencia. Este entrenamiento ayuda principalmente a fortalecer los músculos de la espalda. El fortalecimiento incluye levantamiento de pesas, el uso de bandas de resistencia y el propio peso corporal.
Es importante tomar en cuenta que el tipo y la intensidad del ejercicio puede variar para cada persona. Debes hablar con un fisioterapeuta o entrenador con experiencia en la osteoporosis para adaptar los ejercicios de fortalecimiento a tu capacidad.
Ejercicios de flexibilidad
Los ejercicios de equilibrio y flexibilidad ayudan a mover las articulaciones. Se recomienda hacer estiramientos después de calentar los músculos, es decir luego de que hayas finalizado tu entrenamiento. No obstante, también debes estirar por 10 - 15 minutos antes de realizar tu entrenamiento para prevenir lesiones. Evita los ejercicios que encorven tu columna vertebral y siempre consulta con un profesional.
Ejercicios aeróbicos con soporte de peso
Las actividades aeróbicas de bajo impacto, las máquinas elípticas o el baile son ejercicios que trabajan directamente con los huesos de piernas, cadera y espalda baja. La idea de los aeróbicos es que los huesos soporten el peso del mismo cuerpo, por lo que se debe evitar entrenamientos de alta intensidad o con repeticiones máximas. Los ejercicios de impacto someten a los huesos a estrés, lo que estimula la formación de nuevo tejido. Asimismo, ayuda a mantener la densidad ósea y previene su pérdida.
La consistencia es clave. Con una rutina de entrenamiento a lo largo del tiempo obtendrás beneficios a largo plazo. En el Día Mundial de la Osteoporosis aprovechamos para mostrar la importancia de la actividad física para mejorar la calidad de vida a personas con esta enfermedad. Recuerda primero acudir a un profesional de salud para que te guíe por el camino más seguro.
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