Ejercicio físico, el gran aliado en la lucha contra el cáncer de mama

Victoria Salomé Barahona, entrenadora personal, asegura que todas las personas deberíamos realizar ejercicio 150 minutos a la semana, lo que equivale a menos de 40 minutos al día. Estas cifras son recomendadas por la Organización Mundial de la Salud para mantener un estado de vida saludable y prevenir enfermedades como el cáncer de mama.

Barahona explica que mediante los ejercicios cardiovasculares el cuerpo secreta todas las toxinas que están en el cuerpo. Además, mientras más joven se inicie con una actividad física recurrente, la garantía de tener una vida saludable será mayor.

Adicionalmente, enfatiza que es fundamental combinar los ejercicios cardiovasculares con los de peso.

“Ejercitarse con pesas ayuda a prevenir el cáncer de mama en mujeres con menos del 30% de masa corporal. Aumenta la masa muscular, la densidad ósea y quema la grasa.

En el caso de las pacientes que están en un proceso de quimioterapia, explica que lo recomendable es retomar la actividad física cuando su oncólogo de cabecera lo recomiende y siempre de la mano de un fisioterapeuta o un profesional del deporte.

“El cáncer de mama puede afectar la masa muscular y movilidad, generando frustración en las pacientes. Para evitar esto, es esencial realizar ejercicios para mantener la movilidad y prevenir la pérdida de masa muscular”.

Para las mujeres que están en etapa de remisión, Victoria Barahona recomienda de 15 a 30 minutos de ejercicios cardiovasculares, como la bicicleta. Este ejercicio no es nocivo para las rodillas y tiene un riesgo mínimo de lesiones.

Adicionalmente, las personas pueden incorporar una rutina de ejercicios que involucre bandas, porque ayudan a ganar masa muscular y generan resistencia con su propio peso. En el caso de las mujeres con cáncer, es muy importante que si actúan trabajo con peso, sea máximo de un kilo.