Inclusión Financiera: Un futuro de oportunidades
La inclusión financiera es una herramienta necesaria que permite el acceso a servicios básicos en la comunidad. Además, otorga beneficios económicos sostenibles al sector empresarial.
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La inclusión financiera es el acceso igualitario y responsable hacia los servicios o productos financieros, tanto para personas como para empresas. En un mundo interconectado, la inclusión financiera es un medio fundamental para el progreso económico y social. Garantizar el acceso a personas desfavorecidas para que puedan realizar transacciones digitales, ahorrar o acceder a créditos es un punto clave para generar oportunidades económicas sostenibles. Incluso, fortalece la capacidad de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2023.
El Banco Central del Ecuador (BCE) lidera una iniciativa para ampliar el Sistema Nacional de Pagos con el fin de facilitar a la población excluida el acceso hacia los servicios financieros. Algunas de las responsabilidades de esta política pública son brindar asistencia técnica para pagos electrónicos, un análisis del acceso a pagos electrónicos y estrategias de educación financiera a grupos marginales. Ahora, hablemos sobre la infraestructura del sistema financiero y cómo influye en su inclusividad.
Plataformas de pagos digitales
La tecnología financiera constituye un pilar importante en la inclusión. En Ecuador, el acceso al internet y la cobertura de las telecomunicaciones suelen ser bajas en comunidades rurales, especialmente en comunidades indígenas, de acuerdo a la Estrategia Nacional de Inclusión Financiera (ENIF). La digitalización de pagos permite que estas personas accedan a servicios financieros sin tener que movilizarse a un banco. Incluso, facilita a otros grupos vulnerables como discapacitados o mayores de edad a realizar sus transacciones.
Por otro lado, este método genera registros para el seguimiento de gastos y ahorros, lo cual ayuda a las personas a administrar sus finanzas de forma eficiente. Si bien la inclusión financiera en el país ha mejorado progresivamente, todavía está pendiente trabajar en la formalización de estas funciones. Las nuevas tecnologías son una puerta para reducir costos, proteger a la comunidad y expandir la inclusión de la economía formal.
Productos financieros básicos
En base a datos expuestos por la ENIF solo el 43% de las mujeres tienen una cuenta en el sistema financiero y el 8% de ellas han obtenido un préstamo. Tener una cuenta bancaria facilita la gestión diaria de las finanzas personales. Adicionalmente, aseguran el crecimiento de sus ingresos y asegurarlos en situaciones imprevistas.
En la actualidad existe una gran incertidumbre en cuanto a oportunidades laborales, siendo un problema más prominente en áreas rurales. Por eso, contar con productos financieros básicos, como una cuenta bancaria, ahorro y crédito o un seguro pueden mitigar estos efectos. También, brindar estos productos a pequeñas empresas contribuye a su productividad, a generar empleos e incentiva la economía responsable.
La inclusión financiera, más allá de abarcar conceptos económicos es una herramienta que transforma positivamente la vida de las personas y empresas. Dicho esto, es necesario contar con una estrategia nacional que reforme el sistema financiero para alcanzar varios objetivos de desarrollo en el futuro.
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