La habitación de su bebé, el mejor regalo para mamá
La llegada de un nuevo integrante a la familia causa grandes ilusiones y por ello, se busca darle la mejor bienvenida. Seguridad y confort de la habitación son elementos esenciales.
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¡Un bebé está en camino! Cuando llega esta noticia, la mamá empieza a planificar todos los detalles para esa cita tan esperada.
Una de las tareas es preparar la habitación, donde el recién nacido va a estar la mayor parte del tiempo, durante los primeros años de vida entre: gateo, juegos y travesuras.
Siendo así, el cuarto debe estar cerca de la habitación de los padres, para que puedan estar en constante vigilancia del pequeño. Debe tener luz natural, ventilación y la temperatura adecuada, lo que evitará la humedad, acumulación del dióxido de carbono y bacterias.
Con colores que transmitan armonía
Si ya se conoce el sexo del bebé, estas son las opciones para decidir los colores. Primero, si los padres desean mantenerse en el marco tradicional, se puede optar por el rosado o azul, pero en tonos pasteles, para dar la sensación de calma y bienestar.
Segundo, están los colores neutros como el verde , beige, habano o gris en tonos bastante claros. Estos también transmiten un ambiente de armonía.
En este punto, se debe definir una pintura lavable y no tóxica. Lo ideal sería la pintura ecológica, libre de metales pesados.
Con el paso del tiempo, los colores pueden variar a tonos más fuertes, que incentiven la creatividad del pequeño.
Una vez seleccionado el color, entonces se puede avanzar con el resto de la decoración.
Ilumina a tu bebé
Es el espacio donde el bebé duerme, se alimenta, se lo baña o simplemente es contemplado por su madre, debe contar con alumbrado especial.
En el día, lo fantástico es aprovechar la luz natural captada por las ventanas, que deben tener cortinas traslúcidas y livianas, en tonos claros.
Para la noche, lo más recomendable es una luz cenital, con una lámpara centrada en el techo y una luz indirecta, que dan las lamparas auxiliares, desde las paredes.
Se sugiere evitar tubos fluorescentes y la luz halógena, pues son muy brillantes y pueden afectar la salud visual del niño.
- La cuna, el mueble estrella
La mamá aquí es bastante práctica, porque a medida que el bebé crece, cambian las necesidades. De hecho, la habitación no debe estar recargada de muebles.
Sin duda, el mueble estrella durante el primer año, es la cuna. Esta debe ser amplia, cómoda y con todas las seguridades.
No puede faltar un mueble cambiador, ropero y uno para guardar los juguetes.
Depende de los gustos, necesidades y presupuesto para elegir muebles convertibles o por separado.
Así, la habitación va quedando acogedora e íntima. El lugar exclusivo para el bebé y su mamá, porque ahí vivirán las experiencias que fortalecerán para siempre el vínculo entre los dos.
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