ODS: Estrategias sostenibles para el impacto empresarial

Hace ocho años, el mundo se unió en un compromiso histórico para abordar los desafíos globales más apremiantes. Ante esto, se plantearon propuestas como la Agenda 2030 de la ONU y sus 17 ODS. Los objetivos presentados buscan un futuro sostenible enfocado en erradicar la pobreza y proteger el planeta para todos.

En este panorama, las empresas desempeñan un papel vital para su cumplimiento. Esto debido a que los ODS representan una oportunidad para crear resiliencia, eficiencia y desarrollar cadenas de valor.

Sylvia Banda, Gerente de Comunicación y Responsabilidad Social Corporativa del Grupo DIFARE, señala que los ODS son además un llamado a la acción que permite enfocar los esfuerzos hacia metas en favor de las personas y el planeta.

Es así que, a través de sus operaciones, productos y prácticas comerciales, las empresas pueden contribuir de manera significativa a la realización de estos objetivos. Pero, ¿cómo pueden adoptarlos?

El rol determinante del sector empresarial en los ODS

El entorno corporativo es un actor clave para agilizar y lograr un mayor impacto en el cumplimiento de los ODS. Además, esto garantiza su propio éxito sostenible a largo plazo, al adaptarse a un mundo en constante cambio y satisfacer las crecientes demandas de consumidores conscientes de la sostenibilidad.

Estos hechos son respaldados en un estudio realizado por el Banco Mundial. En este, se revela que el 86% de las compañías consideran que los ODS son esenciales para su éxito a largo plazo.

Entonces, es necesario plantear metas concretas y medibles que contribuyan a su consecución. Un punto clave para lograrlo es, como menciona Banda, identificar los ODS que se aportan desde la gestión empresarial. Esto con el fin de alinearlos a cada modelo de sostenibilidad.

Por ejemplo, una empresa de alimentos puede comprometerse a reducir su huella de carbono y desperdicio alineándose con el ODS 13 (Acción por el Clima) y el ODS 2 (Hambre Cero). Un caso destacado se encuentra también en el sector farmacéutico, donde el compromiso con un mundo más saludable y la continua innovación para cambiar vidas, se pueden alinear con los ODS 3 (Salud y Bienestar), el ODS 8 (Trabajo decente y crecimiento económico), el ODS 12 (Producción y consumo responsable), entre otros.

Asimismo, esta especialista explica que como parte de un proceso de fortalecimiento y mejoras de la RSE, las compañías deben medir las acciones, tanto en lo interno, como aquellas con las que impactan a la sociedad. Con el fin de impulsar la igualdad de género, inclusión, acceso a salud y educación de calidad, reduciendo así las brechas.

Un proceso sostenible que involucra a todos

En los últimos años, ha sido notable el crecimiento de la preocupación por los ODS en el mundo empresarial. Cada vez más empresas se unen a la causa, reconociendo que la sostenibilidad no solo es una responsabilidad ética, sino también una fuente de oportunidades.

Según el Pacto Mundial de las Naciones Unidas, más del 80% de las empresas a nivel global están integrando activamente al menos un ODS en su estrategia de negocio.

Estas empresas están formando alianzas, compartiendo buenas prácticas y colaborando con organizaciones no gubernamentales y gobiernos para acelerar el progreso hacia los ODS. Esta tendencia demuestra que la sostenibilidad se ha convertido en un factor clave en la toma de decisiones estratégicas de las empresas, y su adopción solo continuará creciendo en el futuro.

Sin embargo, no solo las empresas grandes están llamadas a la acción. Es fundamental que empresas de todos los giros y tamaños los consideren en su estrategia para contribuir con el fin de la pobreza, la protección del planeta y una mejor calidad de vida para las personas, asegura Banda.

Es así que, pequeñas y medianas empresas pueden desempeñar un papel igualmente importante al adaptar los ODS a sus capacidades y recursos. Por ejemplo, una pyme del sector de la tecnología puede centrarse en proporcionar acceso digital inclusivo (ODS 9) o fomentar la igualdad de género en su entorno laboral (ODS 5). La diversidad de enfoques es esencial para abordar la complejidad de los desafíos globales.