Bajémonos de la nube: la Huella de Carbono Digital sí existe
Esto es un hecho. Pero no se trata de voltear la cara a los avances tecnológicos y a las maravillas del Internet. La clave está en mitigar la estela de contaminación de nuestras actividades digitales. ¿Cómo? Se lo contamos.
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Primero hagamos un recuento: ¿por qué decimos que sí existe la huella de carbono digital? Usted debe saber que su celular, su playlist y las películas y series que ve desde cualquier plataforma dejan una huella de contaminación que supone el 3% de las emisiones de CO2.
Y en época de pandemia, con las reuniones virtuales reemplazando a las sesiones de trabajo físicas, esta huella ha crecido. Por ejemplo, una hora de videoconferencia equivale a emitir entre 150 y mil gramos de CO2, dependiendo de la calidad y los participantes.
Pero ¿a qué equivale esto? A la cantidad que emite un coche con motor de explosión al circular entre 1 y 6 kilómetros.
Esa estela de gases nocivos para el planeta es el resultado de toda la energía que se necesita para fabricar y alimentar los centros de datos, los dispositivos y las estructuras que permiten que Internet haga su magia.
¡Alto! Nada está perdido
Si bien el tema medioambiental continúa siendo una de las tareas pendientes más urgentes del planeta, la contaminación digital puede dejar de echarle leña al fuego.
Una de las alternativas es que la energía que se usa para los servidores funcionen y se refrigeren, provenga de fuentes cada vez más limpias o renovables.
Pero el usuario final también tiene que hacer su parte. Según Andrés Sarzosa, experto en el tema, en el terreno de lo digital, la disminución de esta huella de carbono se traduce en actos como:
- No enviar ni subir a la nube archivos muy pesados
- No suscribirse a newsletters que no va a abrir
“Una alternativa es descargar en nuestros dispositivos el contenido que realmente necesitamos y nos interesa para no usar todo el tiempo estas redes on line”.
Andrés Sarzosa, experto CERES
Larga vida a sus dispositivos móviles
El otro tema es la frecuencia con la que se renuevan los dispositivos. Por ejemplo: el celular. Excusas para “darle de baja” sobran. Está desactualizado, ha disminuido su rendimiento, no permite acceso a la última red o ya pasó de moda.
A los criterios para pensar en el cambio habría que sumarle el impacto ambiental del recambio. “Con la pandemia se ha incrementado la compra de dispositivos digitales. Eso implica que necesitamos más litio para los celulares y computadoras", apunta Sarzosa.
Sin embargo, este mineral es altamente impactante en el ambiente tanto en su extracción como en su procesamiento.
Usted debe saber que...
- La Huella de Carbono Digital está ligada a tipo de país. Por lo tato, los países tradicionalmente más industrializados, con mayor población, mejor poder adquisitivo van a llevar la posta en este peligroso ranking. Una investigación realizada el año pasado por la empresa energética Ovo determinó que los usuarios de Reino Unido envían una media de 11 correos electrónicos innecesarios a la semana. Pero si cada uno de ellos prescindiera de solo uno de esos mensajes al día, se dejarían de emitir a la atmósfera 16.433 toneladas de dióxido de carbono al año
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