Transporte público: ojo con los neumáticos

El transporte público posee una alta demanda en Ecuador. De hecho, solo en Quito, se estima que el transporte público cubría 2,8 millones de viajes diarios, antes de la pandemia. Aunque es importante mencionar que estas cifras han vuelto a tomar relevancia con la normalización de las actividades económicas.

“El servicio de transporte público, al ser de alta demanda, exige la atención tanto de factores relacionados a la operación técnica de las unidades y su rendimiento, a fin de garantizar una fuente de trabajo rentable."

José García, Gerente Comercial de Hankook Tire.

La combinación de estos aspectos, sumado a una conducción responsable, son claves para la operación de este segmento. Dentro del eje de rendimiento y seguridad vial, los neumáticos cumplen un rol clave en la movilidad, ya que son la base que permite el desplazamiento de los vehículos.

Además, cumplen la función de generar el contacto con el pavimento y transferir la potencia del motor para los movimientos de tracción y frenado, la dirigibilidad de la unidad, a la vez que se incorpora como parte importante en el mecanismo de amortiguación del vehículo.

Características  de los neumáticos en transporte público:

• Alta capacidad de disipación de calor: Puesto que este tipo de servicio se caracteriza por el efecto “stop and go”, es decir, pare – arranque, exige neumáticos una alta capacidad de disipación de calor. En este tipo de uso, las llantas soportan mayor calor que en carreteras y esta característica es fundamental en este tipo de operación.
• Compuesto especial en la banda de rodamiento: De igual manera, el efecto pare - arranque requiere que la banda de rodamiento sea altamente resistente al desgaste. Esta característica es clave, ya que las vías urbanas generalmente son de concreto.
• Pared lateral reforzada e indicadores de desgaste: Otra característica de las llantas de transporte de pasajeros es la alta exposición al roce lateral, condición crítica e inevitable. Por ello se debe utilizar neumáticos con una pared lateral reforzada e indicadores de desgaste que avisan en qué momento se deben girar para evitar fatiga o daños por roce.

Mejore el rendimiento de los neumáticos: 

• Revise diariamente las llantas y con cada cambio de turno de los operadores para detectar daños, penetraciones en la banda de rodamiento o inserción de objetos extraños en medio del dual.
• Utilice dispositivos que ayuden a extender la vida útil de los neumáticos como sensores de presión de inflado en las llantas.
• Controle la presión de los neumáticos y la temperatura.

Acciones de mantenimiento recomendadas:

• Calibración de presión de inflado: esta actividad debe realizarse al menos una vez por semana, con las llantas en frío.
• Rotación: independiente del desgaste, los neumáticos se deben rotar como un ejercicio necesario para las llantas internas que son las que soportan la mayor temperatura, es necesario cambiarlas de posición para evitar la cristalización de la pestaña o talón y perder la carcasa para reencauche.
• Alineación: el mantenimiento de partes del vehículo como rodamientos, cauchos, terminales, etc. son fundamentales para el correcto funcionamiento en la geometría vehicular.
• Balanceo: en buses tipo articulado de transporte masivo, esta operación es importante ya que el no hacerla a tiempo genera desgastes irregulares que son difíciles de corregir, principalmente en el eje de dirección.
• Mantenimiento de aros (rines):es importante revisar el estado de las trampas de condensado y reemplazar los filtros cuando lo amerita, esto disminuye el arrastre de condensados.
• Montaje de neumáticos: El uso adecuado de grasa de origen vegetal y el correcto uso de herramientas para el montaje, acompañado de un buen procedimiento de montaje y desmontaje, son claves para la vida del neumático en cada una de sus vidas.