Venezuela: las claves de una crisis que amenaza con complicarse
La crisis desatada por las polémicas elecciones presidenciales de Venezuela ha desatado una peligrosa situación sin precedentes en ese país y la región.
Venezolana en una manifestación de antichavistas en Cali, Colombia, el 31 de julio de 2024.
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EFE
Autor:
Redacción Primicias/EFE
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La crisis desatada por las elecciones presidenciales de Venezuela, celebradas el domingo 28 de agosto, ha desatado una espiral de problemas en diversos frentes.
Cuatro días después de las votaciones, el Consejo Nacional Electoral (CNE), que presume de tener "el mejor sistema" comicial del mundo, no ha publicado los resultados completos. Lo único que ha emitido fue un primer y único boletín -construido con el 80 % de las actas-, según el cual el presidente Nicolás Maduro fue reelegido para un tercer sexenio al acumular el 51,2 % de los votos.
El resultado sigue bajo la lupa por el incumplimiento de la normativa establecida, la falta de datos oficiales (debido a un ataque cibernético al sistema, según las autoridades), numerosos cuestionamientos dentro y fuera del país y las pruebas presentadas por la oposición que, aseguran, confirman la derrota de Nicolás Maduro y el triunfo del opositor Edmundo González Urrutia.
A continuación las claves de esta crisis:
El silencio oficial
Luego del primer boletín, el CNE no ha emitido más información, mientras que los rectores electorales han convocado y cancelado dos declaraciones públicas en las últimas horas, pese a que desde el martes venció el plazo legal para la totalización de las actas.
El mutismo oficial, que incluye la caída de la web del CNE, impide conocer nuevos datos sobre las elecciones, cuyo cronograma establecía que mañana 2 de agosto deben ser publicados los resultados de cada una de las 30.026 mesas de votación usadas el domingo pasado.
Las pruebas de la oposición
En contraste, la principal coalición opositora, la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), creó una página web en la que publicó el "81 %" de las actas, que confirman, según el bloque, que su candidato, Edmundo González Urrutia, ganó con 7,1 millones de votos, una diferencia de 37 % respecto a Maduro.
Desde el martes, miles de venezolanos han comprobado los resultados en esta plataforma y han confirmado la veracidad de la data, sin que se conozca todavía una sola inconsistencia denunciada, lo que ha reforzado el argumento de la PUD de que Maduro perdió "por mucho" en Caracas y en los 23 estados del país.
Las críticas del Centro Carter
El Centro Carter, que participó como observador, manifestó que el proceso "no se adecuó" a los parámetros y estándares internacionales de integridad electoral, por lo que "no puede ser considerada como democrática" ya que -dijo- la falta de resultados desglosados "constituye una grave violación de los principios electorales".
Aunque otros observadores no se pronunciaron, por el momento, el propio chavismo siempre consideró al Centro Carter como un referente de seriedad y prestigio en cuanto a sus estándares de transparencia.
El resultado va al tribunal 'imparcial'
Tras numerosas protestas "contra el fraude" en varias regiones del país -que dejaron, al menos, 11 muertos-, Maduro acudió el miércoles al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) a pedir un recurso de amparo para que "aclare todo lo que haya que aclarar" sobre la jornada del domingo, si bien las elecciones son competencia exclusiva del CNE, por mandato constitucional.
El mandatario se puso a la orden de la justicia y encargó la tarea de dilucidar el asunto a la presidenta del TSJ, Caryslia Rodríguez, quien fuera una abierta militante del partido de Gobierno y entusiasta simpatizante del chavismo.
Presión internacional contra Maduro
Mientras Maduro se mantiene en el palacio presidencial, donde ha denunciado un golpe de Estado en su contra, cada día se producen numerosos pedidos de transparencia, incluso por parte de Gobiernos aliados, como Brasil y Colombia, que instan a publicar el resultado completo para aclarar las dudas sobre su veracidad.
La Organización de Naciones Unidas, la Unión Europea y varios países piden la difusión total de los resultados y defienden el derecho a manifestarse pacíficamente, mientras el Ejecutivo ve las protestas como un plan desestabilizador, por lo que ordenó extremar el patrullaje.
Esto ha derivado en una aguda crisis diplomática sin precedentes para Maduro, que expulsó al personal diplomático de Argentina, Chile, Costa Rica, Perú, Panamá, República Dominicana y Uruguay. Con esto, Venezuela está muy aislada en su propia reguón, en especial en el Mercosur.
Maduro se refugia en aliados anti-estadounidenses
Además del apoyo que ha recibido de las dictaduras de Cuba y Nicaragua y del gobierno izquierdista de México, Nicolás Maduro apela a sus vínculos con Rusia, países de la OPEP y naciones que son vista como anti-estadounidenses como Irán. Esto puede llevar a una radicalización de Estados Unidos hacia Venezuela.
Aumento de la represión
Las protestas han generado un aumento de la represión oficial, lo que causó la alerta de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y otros organismos.
La CIDH señaló que la represión replica patrones vistos en 2014 y 2017 en un contexto de ausencia de Estado de Derecho y democracia y que se está dando con el apoyo de grupos civiles armados conocidos como “colectivos”.
La violencia también ha dejado 11 muertos, más de 40 personas gravemente heridas y al menos 1.062 personas detenidas, incluyendo menores de edad.
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