Estados Unidos se acerca a la fase decisiva de sus elecciones presidenciales ¿Cómo funciona el proceso?
La elección entre Kamala Harris y Donald Trump será reñida. ¿Qué papel desempeñan los votos ciudadanos y qué son los colegios electorales? PRIMICIAS lo explica.
En esta foto ilustración aparecen los nombres de los candidatos para las elecciones presidenciales de Estados Unidos 2024.
- Foto
Getty Images via AFP
Autor:
Actualizada:
Compartir:
Este 5 de noviembre de 2024 se celebrarán las elecciones presidenciales en Estados Unidos en las que participarán seis candidatos, aunque los conocidos mundialmente y los más opcionados son la demócrata Kamala Harris y el republicano Donald Trump.
En las papeletas también constarán los nombres de otros cuatro aspirantes a llegar a la Casa Blanca: Cornell West (independiente), Jill Stein (Partido Verde), Chase Oliver (Partido Libertario) y Claudia de la Cruz (Partido Socialismo y Liberación).
¿Qué se necesita para ser candidato presidencial en Estados Unidos? Los individuos requieren haber nacido en Estados Unidos, haber vivido en el país durante 14 años, y tener al menos 35 años.
Si cumplen con esos requisitos, pueden registrarse en la Comisión Federal Electoral solo una vez que recauden o gasten más de USD 5.000 para su campaña. En esa inscripción el candidato debe nombrar un comité de campaña.
Las elecciones primarias
Estados Unidos tiene una fuerte tradición de elegir a sus candidatos en procesos de primarias de sus partidos, durante el año previo a la elección presidencial. En ese periodo los candidatos hacen campaña en los estados y participan en debates.
En cada partido se realizan las votaciones por estados y las asambleas (caucus). Este año, Joe Biden inició como la principal opción demócrata para la Casa Blanca, pero en el camino renunció a su postulación y dejó vía libre para su vicepresidenta, Kamala Harris.
Y, finalmente, se llevan a cabo las convenciones nacionales, en las que cada partido define a su candidato presidencial. En ese mismo evento, el elegido anuncia quién completará su binomio como aspirante a la Vicepresidencia y, por ende, la presidencia de la Cámara de Representantes.
En el caso de Harris, se trata de Tim Waltz, el gobernador de Minnesota. Y Donald Trump está acompañado por JD Vance, un senador republicano.
¿Quiénes y cómo pueden votar?
El día de la elección general en Estados Unidos, solo la ciudadanía registrada puede ejercer su derecho al voto. A diferencia de Ecuador, el sufragio es voluntario. Es por eso que en las últimas presidenciales solo participó el 66,6% del electorado.
Y para votar, se requiere ser ciudadano, cumplir con los requisitos de residencia de cada estado, tener al menos 18 años y estar inscrito. Los estadounidenses radicados en el exterior también pueden inscribirse.
Dependiendo de cada estado, los votantes pueden registrarse, además, para sufragar por correo postal, en línea, de forma anticipada, en ausencia o en persona, en su oficina electoral. Esto quiere decir que no todos los ciudadanos se acercarán a las urnas el martes 5 de noviembre, ya que muchos habrán preferido otro tipo de votación.
Los colegios electorales
A diferencia de Latinoamérica, en Estados Unidos los votos ciudadanos no definen directamente quién llega a la Casa Blanca. En 2016, aunque Hillary Clinton venció a Donald Trump con 3 millones de votos ciudadanos, perdió en la votación de los colegios electorales: 304 a 227.
Lo mismo sucedió en 2000, entre George Bush y Al Gore. Y solo otras tres veces en el siglo XIX.
Sin embargo, los votos ciudadanos sí tienen un impacto directo en los colegios electorales. Estos colegios no son lugares, sino procesos que incluyen la selección de los electores, su votación por los binomios presidenciales y el conteo de esos votos.
¿De dónde salen esos electores? Cada estado tiene tantos electores como miembros en el Congreso (Cámara de Representantes y Senado). Es decir, 535 electores a los que se suman los tres de Washington, D.C. Esto da un total de 538 delegados para los colegios electorales.
Estos electores reflejan el voto ciudadano en cada estado, ya que en 48 estados y el Distrito de Columbia (Washington D.C.), el binomio ganador se queda con todos los votos electorales de esa jurisdicción.
Solo en los estados de Maine y Nebraska no se asignan todos los votos electorales al ganador, sino que se dividen con un sistema proporcional. En el primero usualmente tres votos van a los demócratas y uno a los republicanos, mientras que en el segundo cuatro votos suelen ir a los republicanos y uno a los demócratas.
Cualquiera de los binomios presidenciales necesita, al menos, 270 votos electorales para ganar la elección y llegar a la Casa Blanca. Es por esto que, usualmente, la noche de las votaciones ciudadanas se proyecta quién sería el ganador en la votación electoral de mediados de diciembre.
Sin embargo, como lo demostraron las elecciones de 2000 y 2016, no todos los electores están obligados a votar por el candidato ganador del voto popular en sus estados.
Pero también hay estados que lo exigen por ley y si un elector vota por otra persona, puede ser multado, descalificado y reemplazado, o incluso podría ser procesado.
Y en el insólito caso de que ningún candidato ganase la mayoría de votos electorales, la elección pasaría al Legislativo: la Cámara de Representantes elige al Presidente entre los tres candidatos con más votos electorales, y el Senado elige al Vicepresidente, entre los dos candidatos principales restantes.
Esto solo ha sucedido en dos ocasiones, en 1800 la Cámara eligió a Thomas Jefferson y 1824, a John Quincy Adams.
Compartir: