Palestina: Belén, la ciudad donde nació Jesús, vive otra Navidad triste y marcada por la guerra
La guerra entre Israel y Hamás en Palestina, que en este 2024 cumplió un año, ha obligado a que la celebración de Navidad en Belén, cuna de Jesús, esté marcada por la austeridad y la muerte.
El patriarca latino de Jerusalén, Pierbattista Pizzaballa, da un discurso en Belén, en la Cisjordania ocupada por Israel, el 24 de diciembre de 2024. Junto a él, un poster con el texto "paren el genocidio en Gaza ahora" en inglés y árabe.
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Hazem Bader / AFP
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Agencias / Redacción Primicias
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La guerra en Gaza no da tregua a los cientos de fieles que este 24 de diciembre se congregaron en torno a la iglesia de la Natividad de Belén (ubicada en el centro de Cisjordania), que se prepara para otra Navidad en medio de dolor y muertes.
¿Cómo se vive la Navidad en la tierra donde nació Jesús? Por segundo año consecutivo, las autoridades de Palestina suspendieron las grandes celebraciones públicas y en la Plaza del Pesebre no hay ni decoraciones ni el tradicional árbol de Navidad gigante
Esto no es más que un reflejo del ánimo sombrío de sus habitantes desde que estalló la guerra entre Israel y Hamás en Gaza, que cumplió ya un año.
Además, Belén, unos pocos vendedores de café y de maíz esperan algún cliente en la plaza de la Natividad, que está en el centro de la localidad palestina donde según la tradición cristiana nació Jesucristo.
Navidad sin luces ni turistas
"No colocamos un árbol de Navidad ni decoramos las calles", explicó a AFP Anton Salmán, alcalde de Belén, una localidad de Cisjodania ocupada, un territorio palestino separado de la Franja de Gaza, donde Hamás está en guerra con Israel desde el ataque de milicianos islamistas en suelo israelí del 7 de octubre de 2023.
"Limitamos la alegría", afirmó el alcalde. "Queremos (...) mostrarle al mundo que Palestina sigue sufriendo la ocupación israelí y la injusticia", añadió el hombre.
La iglesia de Palestina albergará su tradicional misa a la medianoche del 24 de diciembre, con la presencia del patriarca de Jerusalén, Pierbattista Pizzaballa.
Pero la fecha estará centrada en la religión, sin el ambiente festivo que solía inundar las calles de Belén en esta fecha.
"Vamos a rezar para pedirle a Dios que termine con nuestros sufrimientos", afirmó Salmán.
Para los cristianos de la Tierra Santa, que son cerca de 185.000 en Israel y 47.000 en los Territorios Palestinos, la religión sigue siendo un refugio.
Por su parte, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, dirigió este martes un mensaje a los cristianos y prometió luchar contra "las fuerzas del mal".
Al principio de la tarde, un grupo de "scouts", algunos con pancartas con mensajes como "Detengan el genocidio ahora" se congregaron en Belén.
Detrás de ellos, el patriarca Pizzaballa relató que acababa de llegar de Gaza.
"Vi toda la destrucción, la pobreza y el desastre. Pero, también vi la vida, ellos no desisten. Ustedes tampoco deben rendirse. Nunca", declaró el patriarca.
En las calles de Belén, los vendedores ambulantes esperan con desesperación.
Mohamad Awad, de 57 años, lleva más de 25 años instalado a las afueras de la mezquita de Omar, frente a la iglesia de la Natividad.
"Espero que la guerra se termine pronto y que vuelvan los turistas", se lamentó.
Pese a la guerra en Gaza, Christiana von der Tann, una turista alemana viajó a Belén junto con su marido. Estaban visitando a su hija, una periodista que vive en Tel Aviv, en Israel.
"Es triste que haya tan pocas personas", afirmó. "Es muy triste para las personas aquí, no pueden vender sus cosas", dijo, aunque reconoció que pudo pasear tranquilamente por la iglesia de la Natividad, casi sin turistas.
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