El origen de la mafia albanesa: Del mercado negro en el régimen comunista a la expansión capitalista
Las primeras redes de la mafia albanesa adaptaron el código medieval de las tribus del país. Desarrollar sus actividades a la sombra del comunismo les dio experiencia para expandarse por Europa y América.
Famosa foto sin fecha de integrantes de una mafia albanesa en Europa.
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El término 'mafia albanesa' ya es parte del léxico común de los ecuatorianos. La poderosa influencia de este grupo criminal originario de Albania ha sido tan profunda, que penetró las estructuras de la justicia, la economía y la política de Ecuador.
No obstante, es curioso que solamente se lo conozca de forma genérica, como 'mafia albanesa' a secas y en minúscula. No porta nombre propio, como el Cartel de Medellín o la Cosa Nostra (término no oficial de la mafia siciliana). Sus ramificaciones no llegan a merecer una etiqueta, lo cual contribuye a esa aura de organización difusa, difícil de seguir los pasos.
Pero sí existen. Hay nombres como Kamila, Águila Negra, Águilas Grandes, Mano Negra o Abazi. Y muchos otros que forman eso que llamamos mafia albanesa.
En realidad, hay varias mafias albanesas o, para ser más precisos, redes mafiosas, las cuales hunden sus raíces en la ancestral organización de la sociedad de ese país, dividida en clanes familiares, llamados Fis (tribu, en albanés). Estos clanes han existido durante siglos y han mantenido un fuerte concepto de lealtad y protección hacia sus miembros.
El sentido de identidad de los albaneses proviene justamente de sus Fis, sobre todo cuando, en el siglo XV, el príncipe Lekë Dukagjini los aglutinó bajo un mismo código legal llamado Kanun. La sociedad tribal albanesa permaneció casi intacta hasta el ascenso al poder del régimen comunista en 1944, lo cual explica el poder del Kanun medieval en pleno siglo XX.
El Kanun albanés
El Kanun establecía reglas estrictas sobre honor, venganza, propiedad y relaciones sociales. Estas leyes eran tan meticulosas que incluso regulaban aspectos tan delicados como el procedimiento para vengar la muerte de un familiar varón.
Un asesinato, por ejemplo, se pagaba con la muerte del culpable de la otra familia, lo que desataba un círculo vicioso del que solamente era posible escapar recluyéndose en la casa para que no pueda llevarse a cabo la siguiente venganza.
El Kanun fue distorsionado por las Fis que se dedicaron al crimen organizado. Por eso, el código fue prohibido por el régimen comunista (1944 y 1992) y la Unión Europea también lo condena. De hecho, para que Albania aspire a entrar a la UE fue necesario abolir leyes ligadas al Kanun, como la pena de muerte.
Las bandas dedicadas al crimen organizado operaron en el mercado negro hasta 1992, cuando cayó la dictadura comunista. La clandestinidad y la necesidad de corromper a las autoridades para desarrollar las actividades delictivas fomentaron la creación de redes.
Y así se formaron las mafias tal como las conocemos, cuyos miembros desarrollaron habilidades para moverse en ese mundo, incluso con una división social del trabajo: una red se dedicaba a la extorsión, la otra a mover mercadería ilegal, y se apoyaban.
La mafia albanesa de esa época carecía de un líder o una comisión central que controlase todas las actividades criminales. En su lugar, existían numerosas células y redes que operaban de forma independiente, aunque a menudo coordinan sus esfuerzos. Era una manera de sobrevivir en la época del comunismo, y esa estructura de células y redes se perpetúa hasta ahora.
Gracias al Kanu, los miembros de la mafia albanesa ven a sus compañeros como familia y están dispuestos a hacer cualquier cosa para protegerlos. Esta lealtad ciega dificulta la infiltración de las fuerzas del orden y facilita la colaboración en actividades criminales con otras mafias.
El Kanu mafioso, en última instancia, otorgó a las bandas albanesas un marco ideológico que legitimaba y justificaba sus acciones violentas. Por ejemplo, los conflictos en las bandas se resuelven a través de la violencia, la intimidación y la muerte.
Luego del comunismo
Con la caída del comunismo en Albania y la apertura de las fronteras, la mafia albanesa comenzó a expandir las operaciones más allá de sus fronteras. Se involucraron en una variedad de actividades criminales, como el tráfico de drogas, el comercio de armas, la trata de mujeres y el lavado de dinero.
La debilidad de las instituciones estatales y policiales en Albania facilitó la proliferación de organizaciones criminales, pero también tuvo que ver la pobreza heredada del comunismo del dictador Enver Hoxha.
Esa rápida expansión continental no pasó desapercibida ni para el cine. En la película 'Taken' ('Búsqueda implacable'), ya en 2008, el protagonista encarnado por Liam Neeson lidia con una mafia albanesa de trata de blancas en París.
Pero, a diferencia del personaje de Liam Neeson, que en la ficción liquidó a todos los que secuestraron a su hija, los mafiosos albaneses se expandieron por Europa, y luego por América, como una mancha de aceite en el agua, imposible de detener. Como nos consta por acá, en Ecuador.
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