ONU alerta sobre posible aumento de la mortalidad infantil
Los recortes de ayuda internacional provocarían un aumento en la mortalidad de bebés y niños menores de cinco años, dice la ONU

Enfermeras atienden a niños recién nacidos en el Hospital Luz Elena Arismendi, de Quito, el 20 de marzo de 2023.
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Ministerio de Salud
Autor:
aFP / redacción Primicias
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Décadas de mejoras en la reducción mundial de la mortalidad de menores de cinco años podrían detenerse, o peor aún, revertirse, debido a los recortes en la ayuda internacional, advirtió el 24 de marzo de 2025 la Organización de Naciones Unidas.
El informe anual, elaborado por Unicef junto con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Banco Mundial, no menciona a Estados Unidos por su nombre.
Sin embargo, se publica en un momento en el que la administración del presidente Donald Trump ha anunciado la eliminación de la mayoría de programas de la agencia de desarrollo estadounidense, USAID, que gestionaba un presupuesto anual de USD 42.800 millones.
"La comunidad sanitaria internacional no podría estar más preocupada", declaró Fouzia Shafique, responsable de salud de Unicef.
En 2023, la mortalidad de los menores de cinco años siguió disminuyendo, con 4,8 millones de fallecimientos, de los cuales 2,3 millones tenían menos de un mes, según el informe.
Tras caer por debajo de los cinco millones por primera vez en 2022, este nuevo mínimo histórico representa una reducción del 52% desde el año 2000. "Pero 4,8 millones son 4,8 millones de más", insistió Fouzia Shafique.
Es más, desde 2015, los avances se han ralentizado considerablemente, entre otras cosas porque durante varios años se desviaron fondos para luchar contra el Covid-19.
Y esto puede ser solo el principio. "Sin las decisiones políticas correctas y las inversiones adecuadas, corremos el riesgo de ver revertidos estos avances que tanto han costado conseguir", advirtió la jefa de Unicef, Catherine Russell, en un comunicado. "No podemos permitirlo", zanjó.
Muertes durante el embarazo
Las consecuencias de los recortes de financiación serán mayores allí donde las tasas de mortalidad infantil ya son más elevadas, como en el África subsahariana y el sur de Asia, advierte el informe.
"En pocas palabras, si no se mantiene el apoyo a servicios vitales, muchos países pueden esperar un aumento de la mortalidad neonatal e infantil".
Algunos de los efectos ya se están dejando sentir: escasez de personal médico, cierre de clínicas, interrupción de los programas de vacunación y escasez de tratamientos contra la malaria, por ejemplo.
Como en Etiopía, donde esta enfermedad hace estragos actualmente, afirma Fouzia Shafique. Pero el país se enfrenta a una escasez de pruebas diagnósticas, mosquiteros tratados con insecticida y recursos para las campañas de erradicación de mosquitos, señala.
Un segundo informe de las mismas agencias también expresaba su preocupación por un virtual estancamiento en el número de mortinatos (bebés que mueren después de 28 semanas de embarazo, antes o durante el parto), alrededor de 1,9 millones en 2023.
"Cada día, más de 5.000 mujeres pasan por la desgarradora experiencia de tener un bebé muerto", señala el documento.
Sin embargo, con un seguimiento médico durante el embarazo y un apoyo adecuado durante el parto, muchas de estas tragedias podrían evitarse, al igual que el nacimiento de muchos bebés prematuros frágiles.
Las muertes de niños pequeños también pueden reducirse en gran medida, en particular combatiendo enfermedades curables como la neumonía y la diarrea.
"Desde la lucha contra la malaria hasta la prevención de los mortinatos, pasando por una atención eficaz a los bebés más pequeños, podemos marcar la diferencia para millones de familias", abogó el jefe de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
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