Ecuador y varios países de Sudamérica sufren de incendios forestales en masa, ¿qué está pasando?
Hasta el 26 de septiembre, investigadores brasileños han registrado más de 400.000 incendios forestales en toda Sudamérica en un 2024 con unas características letales para la naturaleza.
Dos bomberos combaten un incendio forestal el 23 de septiembre de 2024, en Intiyaco, provincia de Córdoba (Argentina).
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EFE
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Además de los múltiples incendios en áreas verdes que ha vivido Ecuador, entre los que se incluye a los que provocaron que Quito sea declarada en emergencia, una ola desenfrenada de incendios forestales arde en Sudamérica, donde los efectos del cambio climático, sequías históricas y malas prácticas en el campo atizan una crisis que ya deja muertos, ciudades cubiertas por humo y pérdidas millonarias.
Esta serie de fuegos es "completamente distinta" a la que asoló las selvas de Brasil, Perú y Bolivia en 2019, desatando indignación mundial, advierte la ecóloga brasileña Erika Berenguer, investigadora de las universidades de Oxford y Lancaster.
Entonces las lluvias ayudaron a contener fuegos iniciados especialmente por agricultores brasileños partidarios del expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro.
Ahora, casi todo el continente "vive una sequía severa", apunta a la AFP Berenguer. Incluso en la Amazonía "una de las regiones más húmedas del planeta (...) el paisaje se ha vuelto muy inflamable por el cambio climático", alerta.
La mayor selva tropical del mundo vive los peores incendios en casi dos décadas, según el observatorio europeo Copernicus.
Decenas de miles de incendios forestales en 2024
Entre el 1 de enero y el 26 de septiembre, se registraron más de 400.000 incendios en toda la región, según el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales de Brasil (INPE).
"En 9 meses ya hemos superado el numero de focos que se registraron en todo 2023", anota la investigadora.
El país más afectado es Brasil: las llamas arrasaron 40,2 millones de hectáreas de vegetación en 2024, muy por encima de la media anual de la última década (31 millones), según Copernicus. Los medios registran la muerte de una decena de bomberos por los incendios.
Ecuador, que evacuó el 25 de septiembre a un centenar de familias amenazadas por el fuego en su capital, y Perú, con 21 fallecidos por las llamas y el humo, han declarado la "emergencia" en varias provincias.
Argentina tiene focos activos en la provincia de Córdoba y en Colombia las llamas alcanzaron principalmente el departamento de Huila.
¿Qué los causa?
Expertos y autoridades apuntan a una combinación entre sequías agravadas por el cambio climático y acciones humanas como responsables de los fuegos.
"Es un claro ejemplo del cambio climático. Si alguien pensaba que no existía, pues miren, aquí está", lanzó la ministra ecuatoriana de Ambiente, Inés Manzano.
En Perú y Bolivia los incendios coinciden con la temporada anual de quema de tierras para la siembra, una práctica ancestral de los campesinos que no está penalizada.
En medio de la peor sequía en la historia reciente de Brasil, muchas quemas se han salido de control en la Amazonía, donde el fuego es una "herramienta" que usan pequeños y grandes propietarios del agronegocio para convertir la selva en pastizales o cultivos.
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva considera que muchos de estos fuegos son de origen "criminal".
En ese sentido, en Ecuador un joven de 21 años fue detenido como sospechoso de haber ocasionado un incendio fuerte incendio en Quito que consumió cerca de 110 hectáreas y seis viviendas
Argentina y Brasil también han detenido decenas de sospechosos de iniciar conflagraciones.
Aire y clima alterados
Sao Paulo, la mayor ciudad de América Latina, figuró a comienzos de septiembre a la cabeza de la clasificación de las urbes más contaminadas del mundo, según la empresa suiza IQAir, debido a la humareda procedente de los incendios.
Buena parte de Brasil sigue envuelta en esta nube de humo tóxica, que se extendió por los países vecinos y llegó a Montevideo y Buenos Aires, donde provocó un fenómeno conocido como "lluvia negra".
El aire en la ciudad boliviana de Santa Cruz figura en condición de "extremadamente malo" y las autoridades sanitarias han recomendado el uso de tapabocas.
Quito, la capital de Ecuador, también sufrió un deterioro en la calidad del aire, que de acuerdo a las autoridades locales se encontraba en niveles de "precaución", mientras que plataformas independientes hablaban de un aire "insalubre".
Pérdidas millonarias
Los impactos también son económicos: las pérdidas en el sector agropecuario brasileño ascendieron a 14.700 millones de reales (USD 2.700 millones) entre junio y agosto, en su mayoría en cultivos de caña alcanzados por la llamas, según el gremio.
En Ecuador, más de dos meses sin lluvias tienen al país con sus hidroeléctricas operando muy por debajo de su capacidad y con un severo un racionamiento energético.
Solo en el caso de la capital ecuatoriana, se estima que se perdieron al menos unos USD 20 millones en ventas solo en los primeros dos días que duró el incendio en la zona de Guápulo.
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