Mujer violada por más de 50 hombres da su testimonio en Francia: "Me pregunto cómo aguanté"
Gisèle Pélicot pidió que el proceso se haga público para que se sepa todo. Dijo que siempre apoyó a su marido hasta que en 2020 vio los videos de sus violaciones.
Gisèle Pélicot (centro) junto a su abogado Stephane Babonneau (der.) en declaraciones a los medios tras retirarse del juzgado en un juicio en contra de su marido, Dominique Pélicot, acusado de violarla y drogarla por 10 años, el 5 de septiembre de 2024.
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Christophe Simon / AFP
Autor:
AFP / EFE / Redacción Primicias
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Gisèle Pélicot, la mujer a la que su marido drogaba para que otros hombres la violaran estando inconsciente, declaró este jueves 5 de septiembre de 2024 en el juicio que se realiza en Aviñón, Francia, contra 51 acusados.
La víctima afirmó que ha querido que el proceso se haga en público para que se sepa todo y ninguna otra mujer sufra una sumisión química.
"Para mí el mal está hecho", señaló Gisèle Pélicot en su primera intervención ante el Tribunal de lo Criminal de Vaucluse antes de añadir que ha renunciado a que todo se hiciera a puerta cerrada "en nombre de todas esas mujeres que tal vez nunca serán reconocidas como víctimas".
"Los policías me salvaron la vida", afirmó la mujer este jueves con calma y determinación ante el tribunal, a quien su marido drogó durante 10 años para que la violaran decenas de hombres contactados por internet en Francia.
Un macabro hallazgo de archivos
Este caso, que ha horrorizado a Francia, salió a la luz por casualidad cuando su marido Dominique Pélicot, de 71 años, fue sorprendido en 2020 en un centro comercial filmando bajo las faldas de las clientas.
Los investigadores encontraron entonces en sus computadoras, discos duros y llaves USB casi 4.000 fotos y videos de la víctima, visiblemente inconsciente, mientras decenas de desconocidos la violan.
"Mi mundo se derrumba, todo se derrumba, todo lo que construí durante 50 años", aseguró Gisèle Pélicot, al recordar el momento en que los policías le muestran algunas fotografías el 2 de noviembre de 2020.
En la imagen, "estoy inerte, en mi cama y están violándome. Son escenas bárbaras", relató ante los cinco magistrados sobre las violaciones organizadas por Dominique Pélicot, el padre de sus tres hijos.
Ese día, la víctima rechazó ver los vídeos hallados por los investigadores sobre las alrededor de 200 violaciones que sufrió primero en la región de París y luego en Mazan, en el sur de Francia, hasta 2020.
"Me tratan como a una muñeca de trapo", "me pregunto cómo aguanté", aseguró, estimando que fue "sacrificada en el altar del vicio". "El cuerpo está caliente, no frío, pero yo estoy muerta en mi cama".
Sin estar consciente
"Durante 50 años, siempre apoyé a mi marido" y en ese tiempo "nos mantuvimos unidos", señaló antes de puntualizar que su mundo "se hundió" el 2 de noviembre de 2020 cuando los convocaron a los dos en comisaría y le enseñaron los archivos que le habían descubierto.
Contó que en un primer momento le costó reconocerse, que se vio "inerte", "dormida" y que se dio cuenta de cómo abusaban de ella: "Violación no es la palabra correcta, es barbarie".
"No son escenas de sexo, son escenas de violaciones. Hay dos o tres encima de mí y yo estoy inerte", relató la víctima antes de insistir en que "me sacrificaron ante el altar del vicio".
Algunos acusados defienden que desconocían que su marido le administraba somníferos y que pensaban que se trataba de una pareja libertina, algo que negó la víctima en su primera declaración ante el tribunal.
"Nunca he practicado (...) el intercambio de parejas. Me gustaría dejarlo claro", aseguró la mujer, que se reafirmó poco después a preguntas del presidente del tribunal, Roger Arata: "Nunca he sido cómplice" ni "he fingido que dormía".
Los acusados se enfrentan a hasta 20 años de prisión en este juicio que debe durar hasta el 20 de diciembre. La próxima semana está previsto el primer interrogatorio a su marido, con quien está en instancias de divorcio.
Una cara conocida
Del resto de hombres que la violaron, sólo reconoce a uno, que acudió a su domicilio para hablar de ciclismo con su marido. "Me lo cruzaba a veces en la panadería y lo saludaba. No se me pasó por la cabeza que me violó", explicó.
Dirigiéndose a los acusados, reconoció tener "un sentimiento de asco". "Asuman la responsabilidad de sus actos al menos una vez en la vida", les urgió durante su determinada declaración en el Palacio de Justicia de Aviñón.
Gisèle Pélicot, quiso hacer de este juicio un ejemplo sobre el uso de medicamentos en las violaciones y, al inicio del proceso, rechazó que este se celebrara a puerta cerrada como pidieron en vano la fiscalía y parte de la defensa.
"Hablo por todas estas mujeres que son drogadas y no lo saben, en nombre de todas estas mujeres que quizás no lo sabrán nunca (...), para que ninguna mujer más tenga que sufrir la sumisión química", subrayó.
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