"Con miedo no se va a la guerra", dice Edmundo González; Maduro llama a movilizaciones
Bloque antichavista apoya postura de Edmundo González de asumir la Presidencia de Venezuela en enero. Mientras, Nicolás Maduro llama a sus simpatizantes a "estar preparados y derrotar cualquier complot".
Edmundo González, líder opositor de Venezuela en una entrevista en septiembre de 2024.
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"Me veo asumiendo el cargo para el que fui votado por la mayoría de los venezolanos", aseguró el dirigente opositor Edmundo González Urrutia este martes, 10 de diciembre de 2024, a un mes de la fecha prevista para la asunción del Presidente electo en Venezuela.
González encabezó un acto en Madrid (España), con la participación telemática de María Corina Machado. Mientras, en Caracas, la oposición mayoritaria de Venezuela, agrupada en la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), apoyó la "firme determinación" de su candidato, Edmundo González Urrutia, de asumir la Presidencia en enero.
"Apoyamos la firme determinación del presidente electo, Edmundo González Urrutia, de asumir su mandato el próximo 10 de enero de 2025, porque no es solo su derecho sino también su deber con el pueblo venezolano", señaló la PUD en un comunicado publicado en X.
La coalición indicó que para lograr este objetivo es "crucial" que cada ciudadano se "una y respalde esta lucha, porque este es un esfuerzo de todos".
- ¿Qué países se han sumado al reconocimiento de Edmundo González como presidente electo de Venezuela?
La convocatoria de Nicolás Maduro
Por su lado, Nicolás Maduro convocó este martes a los simpatizantes del chavismo a movilizarse "por millones" el próximo 10 de enero, cuando comienza el período presidencial 2025-2031, con la toma de posesión del ganador de las elecciones del pasado 28 de julio.
El jefe de Estado invitó a sus seguidores a salir ese día a las calles a "jurar por Venezuela, a jurar por la independencia, a jurar por la patria bolivariana", a la vez que prometió "unir, en un solo puño de fuerza, toda la fuerza histórica" del general Ezequiel Zamora, del Libertador Simón Bolívar y del fallecido mandatario Hugo Chávez para llevar a cabo "grandes transformaciones y cambios".
Asimismo, prosiguió, para "estar preparados y derrotar cualquier intriga, cualquier complot, cualquier conspiración del imperialismo, de la oligarquía y del fascismo".
En un acto en Caracas, transmitido por el canal estatal VTV, Maduro también juró que Miraflores -sede del Ejecutivo- "jamás caerá en manos de un títere de la oligarquía ni del imperialismo" -sin especificar a quién se refería-, y que será "la casa del pueblo por ahora y para siempre".
Denuncias contra "régimen criminal"
Los dirigentes opositores denunciaron las violaciones de un "régimen criminal", en palabras de González Urrutia, y reclamaron que no decaiga la presión internacional para lograr la salida de Nicolás Maduro, durante un acto organizado en Madrid.
La oposición sostiene que González Urrutia es el ganador de las presidenciales y ha mostrado actas que confirmarían su triunfo frente a la autoridad electoral venezolana, que proclamó la victoria de Nicolás Maduro sin publicar documentación que lo acredite suficientemente.
"Me veo asumiendo el cargo para el que fui votado por la mayoría de los venezolanos", aseguró González Urrutia, quien, preguntado por los posibles riesgos de su eventual regreso a Venezuela para asumir la presidencia, afirmó que "con miedo no se va a la guerra".
Exiliado en España, donde ha pedido asilo político tras denunciar fraude electoral en su país, admitió que "de momento, entre quienes aún controlan el Estado venezolano, no existe ninguna disposición de acatar la voluntad ciudadana expresada en las elecciones presidenciales".
"Eso es habitual en gobiernos de facto y también es habitual que terminen abandonando el poder a través de situaciones relativamente desesperadas o poco convencionales".
Edmundo González, líder opositor venezolano
No obstante, "nuestra mano sigue tendida, dispuesta a facilitar una transición ordenada y concertada", dijo, aunque "eso no nos hace perder de vista la necesidad de seguir ejerciendo la máxima presión democrática y diplomática para concretar el cambio que los venezolanos ya decretaron".
Para lograrlo, añadió, "requerimos el máximo apoyo de las democracias" internacionales.
Un régimen en fase terminal
Para María Corina Machado, que intervino de forma telemática en el acto opositor desde Venezuela, su país se enfrenta a un "régimen en fase terminal", "peligroso, brutal e irracional", que da muestras de "desesperación".
"El régimen está profundamente dividido y fracturado", afirmó Machado.
El 10 de enero, agregó, Nicolás Maduro tiene dos opciones: "O acepta los términos de una negociación y Edmundo González juramenta y ganamos todos, incluyendo el propio régimen", o "sigue a sangre y fuego" para prolongar la "tiranía" y cometería el "peor error", porque "se incrementaría la presión".
"Otras tiranías colapsan cuando menos lo esperaban", apuntó la líder de Vente Venezuela, que criticó a quienes se mantienen "equidistantes" sobre el conflicto en su país porque, opinó, "se colocan del lado del mal".
"El 10 de enero quien está contra la pared es Maduro", insistió Machado, convencida de que se trata de una "hora crucial y decisiva para la democracia y la libertad" en Latinoamérica y de que el triunfo de Donald Trump en Estados Unidos puede favorecer a la oposición porque "tienen muy claro cuál es el régimen de Maduro, de Cuba y Nicaragua", dijo.
La represión en cifras
En el Día Internacional de los Derechos Humanos y "como presidente electo" de los venezolanos, González Urrutia denunció la comisión de "crímenes de lesa humanidad" en su país.
De ahí, añadió, "la investigación abierta en la Corte Penal Internacional, que sigue su curso tras haber desestimado en marzo los recursos presentados por el Gobierno actual".
Según datos de organizaciones humanitarias, relató, durante la última década han pasado por las cárceles venezolanas por razones políticas más de 17.000 personas.
Tras las elecciones de julio repuntaron las detenciones arbitrarias y las desapariciones forzosas; se contabilizaron más de 1.900 presos políticos, entre ellos 42 adolescentes y 245 mujeres.
Las condiciones de reclusión suelen ser "extremadamente graves" y en muchos casos se llega a la tortura y el trato denigrante se amplía a los familiares de los presos.
Precisamente frenar las violaciones de Derechos Humanos serán una prioridad en una posible transición en Venezuela.
Los opositores denunciaron también el asedio que sufre la embajada argentina en Caracas, donde se han refugiado varios colaboradores de Machado y que, según la líder opositora, puede constituir un "acto de guerra" y es una "violación flagrante del derecho al asilo".
"El régimen tiene que asumir que quienes han cometido delitos de lesa humanidad van a asumir las consecuencias", zanjó María Corina Machado.
El reclamo de la CIDH
Entretanto, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos expresó este martes que "condena los continuos hostigamientos del régimen contra la residencia del embajador de Argentina en Caracas, donde se alojan 6 dirigentes de la oposición" desde el 20 de marzo pasado.
"La residencia, que se encuentra bajo custodia del Estado brasileño desde el 1 de agosto, ha sufrido asedio policial y cortes deliberados de electricidad y agua", denunció el organismo.
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