¿A quién le compran las recicladoras? Operativos en Guayaquil investigan procedencia de artículos usados

Llantas, cables, metales, plástico o cartón. Toda clase de objetos a los que se le puede dar un segundo uso desbordan las bodegas de los negocios que se dedican al reciclaje en Guayaquil.

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Ahí llegan a diario, en camiones, tricimotos o incluso a pie, decenas de personas para vender artículos que han recogido de los hogares o adquirido a mínimos precios con el propósito de que sean recuperados.

En Guayaquil hay un centenar de locales dedicados a esta actividad, que desde este 20 de enero comenzaron a ser inspeccionados por la municipalidad. 

En operativos conjuntos, la Dirección de Justicia y Vigilancia y las empresas públicas Segura EP, Dacse y Circular EP, efectuaron controles para identificar si los establecimientos cumplen con las normas vigentes.

“Durante este tiempo hemos estado haciendo un paneo de la ciudad, identificando dónde están todas las recicladoras en Guayaquil. Tenemos identificada una gran parte, tenemos un número de más de 100 establecimientos que están realizando esta actividad a los que vamos a visitar y ya tenemos un cronograma”, dijo el presidente de Circular EP, Fernando Cornejo.

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Durante las inspecciones se clausuraron seis establecimientos que operaban sin los permisos ni las condiciones de seguridad. 

“Estos locales almacenaban materiales altamente inflamables, sin cumplir las normativas municipales, representando un alto riesgo para la seguridad pública y las viviendas aledañas”.

Municipio de Guayaquil.

“Estos locales almacenaban materiales altamente inflamables, sin cumplir las normativas municipales, representando un alto riesgo para la seguridad pública y las viviendas aledañas”, señala el cabildo en un informe que resume el operativo.

Cables y partes de semáforos

También se hallaron grandes cantidades de cables y componentes eléctricos utilizados en semáforos, alumbrado público y telecomunicaciones sin la justificación de los propietarios. 

“Se ha identificado que estos materiales se adquieren de manera irregular, incentivando el robo de cables con precios que alcanzan los USD 10 por kilogramo de cobre”, precisó la municipalidad.

El robo de cables es una problemática que afecta a la ciudad, en 2024 se reportaron 1.053 casos y se clausuraron 97 centros de acopio que tenían material ilícito. En 2025 se han registrado 26 nuevos casos que han afectado a entidades como la CNT, operadoras de telecomunicaciones y la ATM.

“No solo se trata del valor del cable sino del daño que genera en el acceso a servicios públicos fundamentales”, dijo el gerente de Segura EP, Álex Anchundia.

Durante las visitas, los inspectores solicitaron a las recicladoras los permisos de funcionamiento del municipio, las autorizaciones emitidas por el Ministerio del Ambiente a través de sus gestores ambientales y los implementos de seguridad como equipos contra incendios.

“Vamos a ver qué controles ha realizado el Ministerio del Ambiente, que lo vemos muy enérgico a escala nacional, vamos a revisar a los gestores ambientales que están vinculados con los materiales recuperables”, dijo el Cornejo, quien también dirige Segura EP.

Con estas inspecciones, el municipio afirma que se busca que los recicladores tengan un trabajo digno y que haya una trazabilidad de los materiales de reciclaje.

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“En Guayaquil, cuando usted compra una batería o llanta, usted está pagando un servicio de retiro y tratamiento, para que no se complique el medio ambiente, y los gestores ambientales son autorizados por el ministerio del Ambiente”.

Fernando Cornejo, presidente de Circular EP. 

De esta manera se tendrá una radiografía del sector, se conocerá el trabajo que hace el ministerio y se podrá conocer el destino de muchos artículos públicos que terminan en las recicladoras, por ejemplo, los cables de la energía eléctrica, de los semáforos, las tapas de las alcantarillas, los tachos de basura.

“Vamos a identificar y tienen que demostrar de dónde obtienen los materiales de reciclaje, hay muchos problemas con los medidores de agua, los tachos de basura de la vía pública”, recalcó Cornejo y concluyó que si hay un control de los gestores ambientales y si hay cumplimiento de las bodegas de reciclaje, entonces la ciudad tendrá un sector sano.

Se estima que el 32% de los desechos que llega al relleno sanitario de Guayaquil tiene la condición de residuos sólidos no peligrosos y cuentan con potencial para ser reciclados, pero se mezclan con otros desechos y se contaminan por lo que ya no pueden ser reciclados.