Parque Samanes, otro escenario de "pelea de niños usando el poder público" en Guayaquil
La pugna entre Noboa y Alvarez alcanzó a Samanes, un área nacional de recreación creada en 2010 y que ha recibido escasa inversión gubernamental y municipal en los últimos tres años. El Observatorio de Políticas Públicas de Guayaquil asegura que las autoridades "no piensan en la ciudad".

El parque Samanes, una de las principales áreas verdes de recreación de Guayaquil.
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Esta vez, la pugna entre el presidente Daniel Noboa y el alcalde Aquiles Alvarez convirtió al parque Samanes en un escenario “de pelea de niños que utilizan el poder público para dañarse entre sí; pues ninguno está pensando en Guayaquil”, reclamó el Observatorio de Políticas Públicas de la ciudad.
Esta organización se pronunció así tras la reciente confrontación entre ambas autoridades por el parque Samanes, que se suma a otros temas de conflicto como la garantía soberana para la construcción del Quinto Acueducto o la competencia para la emisión de licencias ambientales.
En un decreto ejecutivo del miércoles 12 de marzo de 2025, Noboa le retiró al municipio la delegación que el expresidente Guillermo Lasso le había dado sobre Samanes, una zona declarada en marzo de 2010 como Área Nacional de Recreación y que posee una superficie de 851,66 hectáreas en el norte de Guayaquil.
Samanes no cumplió año y medio bajo la administración de la ciudad. La transferencia realizada por Lasso se concretó el 10 de noviembre de 2023 y 16 meses después le fue retirada esta semana, dejando ‘en el limbo’ al también llamado ‘Central Park guayaquileño’.
“Al final de cuentas, la pugna termina afectando a la ciudad, ninguno de los dos puede llevar de forma plena sus facultades. A Guayaquil le afecta que le quiten el parque Samanes, que estaba descuidado y cuando lo retoma el municipio se lo quitan, ahora quién se va a hacer cargo de eso”.
Manuel Macías, director del Observatorio de Políticas Públicas de Guayaquil.
Manejada por tres entidades
La ciudad -analiza el representante- se convierte en un “territorio en disputa”, lo cual impide que se mejoren proyectos o que se potencien zonas como el parque Samanes, que fue construido en 66 lotes de terreno comprados al Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas (Issfa) en 2010, pero que ha pasado por las manos de tres entidades en una década y media.
Bajo la administración de la Empresa Pública de Parques, entidad adscrita al Ministerio del Ambiente, estuvo Samanes hasta noviembre de 2015, cuando un decreto ejecutivo del entonces presidente Rafael Correa dispuso que la E.P. de Parques se fusione con la E.P. Infraestructura Pesquera del Ecuador y sean absorbidas por el Servicio de Gestión Inmobiliaria del Sector Público, Inmobiliar.

Ahí estuvo hasta noviembre de 2023, en que su manejo pasó a una tercera entidad, el municipio de Guayaquil. Hoy, Samanes vuelve a sus orígenes: un cuarto administrador será el responsable de su gestión, el Ministerio del Ambiente, según el decreto 562 de Daniel Noboa.
Para justificar su decisión, Noboa acogió un informe que detalla una serie de deficiencias detectadas por el Ministerio del Ambiente tras una inspección realizada a Samanes el 19 de enero de 2025, y que, básicamente, concluye que el parque carece casi de todo: no cuenta con un plan de manejo integral, ni programas técnicos de comunicación, educación, de visitantes.
Tampoco tiene “herramientas de control y vigilancia”, le falta un registro y monitoreo de visitas y una garita de control, no tiene infraestructura básica, señalética adecuada, tampoco tiene un centro de interpretación ambiental para educar a la población.
“La falta de un plan de capacitación, comunicación y educación con enfoque ambiental ha llevado al desconocimiento entre los usuarios sobre el valor del área como parte del Sistema Nacional de Áreas Protegidas, percibiéndolas únicamente como un espacio recreativo”.
Informe del Ministerio del Ambiente.
Incluso, ese ministerio agrega en su diagnóstico que el parque es percibido como “un terreno baldío, lo que ha significado que sea usado como un sitio de descarga de escombros y basura”, y que las actividades se concentran en el turismo, “mientras que las zonas de recuperación, protección y uso sostenible permanecen desatendidas”.
No obstante, casi toda su vida, Samanes ha estado manejado por los gobiernos de turno. En sus 15 años de creación, 13 años y medio ha estado bajo la administración de tres mandatarios: Rafael Correa, Lenin Moreno y Guillermo Lasso.
Escasa inversión ambiental
En los últimos tres años, desde 2022, la inversión en Samanes ha sido escasa, según los registros del portal del Servicio de Contratación Pública (Sercop) revisados por PRIMICIAS, y se ha limitado al mantenimiento de sus extensas instalaciones, a la poda de árboles, al cambio del césped sintético o a las adecuaciones de los edificios que ahí funcionan.
En 2022, por ejemplo, bajo la administración de Inmobiliar, no consta en el portal del Sercop algún contrato que esté relacionado con mejorar las deficiencias que detectó el Ministerio del Ambiente.
El contrato de mayor monto ese año, por USD 355.604, se asignó para darle mantenimiento a los equipos de climatización de los edificios de la zona 8 de Inmobiliar, entidad a la que PRIMICIAS solicitó información y una entrevista sobre el tema.

Mientras que el contrato que le sigue, valorado en USD 270.213, se destinó para el mantenimiento de áreas verdes y jardines en general, y no especifica si se incluyó a Samanes en ese rubro asignado por Inmobiliar.
En 2023, en el Sercop consta un contrato por USD 538.000 para el mantenimiento -por el deterioro- de las canchas de césped sintético de tres parques, entre ellos Samanes, al que del monto total se le asignó USD 510.339, según los pliegos de esa contratación. No constan más contratos sobre Samanes.
A fines de ese año, en noviembre, Samanes pasó a manos de la municipalidad, para satisfacción del alcalde Aquiles Alvarez, que en su enlace radial del 10 de noviembre de 2023 anunciaba que planeaba convertirla en “el pulmón de Guayaquil”.
“Estamos terminando una planificación para entregar ciertos espacios a la empresa privada, para que nos ayude, necesitamos ocupar los espacios públicos para la gente, el 60% de los árboles está desatendido”.
Aquiles Alvarez, alcalde de Guayaquil
El alcalde incluso creó la Empresa Pública Municipal de Parques para que se encargara de Samanes y a mediados de 2024, el 24 de junio, le asignó un presupuesto de USD 3.500.000.
¿Qué se hizo con el presupuesto? En el portal del Sercop constan las adquisiciones realizadas por la empresa municipal de Parques, que en 2024 alcanzaron USD 676.030. En ninguna de ellas consta alguna obra en cuya descripción se mencione a Samanes.
La mayor contratación, por USD 340.000, se destinó para “la colocación de pautaje en plataformas, medios y perfiles digitales sobre las diferentes obras, servicios y campañas de la empresa pública municipal de Parques”, con el fin de fortalecer la imagen de la nueva institución.
En enero de 2025, un contrato por USD 121.042 se adjudicó para la adquisición de equipos forestales para podar árboles en la ciudad. El presupuesto de la empresa municipal de Parques asciende a USD 12.500.000.
El destino de Samanes, de vuelta a manos del gobierno, no ofrece un buen pronóstico. El representante del Observatorio de Políticas Públicas lamenta que “lo más probable es que Samanes quede otra vez medio botado y se termine perjudicando a la ciudadanía”.
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