Así son los ‘oasis’ de energía, sectores que se libran de los cortes de luz en Guayaquil
La cercanía a hospitales y oficinas estratégicas libra a ciertas zonas de los apagones. A pesar de la ausencia de cortes de luz, hay negocios que reportan efectos negativos indirectos.
Omar Cajas atiende un cyber café frente a la Empresa Eléctrica de La Garzota, en el norte de Guayaquil, en un sector que no sufre apagones. No obstante, con los cortes en la zona, su negocio se queda hasta cinco horas al día sin Internet.
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PRIMICIAS
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En medio de la crisis eléctrica y de la sequía que ha reducido la capacidad de generación hidroeléctrica, Ecuador sufre cortes de luz programados desde el 18 de septiembre de 2024. Pero hay sectores en los que el fluido eléctrico nunca se interrumpe: "oasis" que contrastan con las penurias que predominan en otras zonas.
En su mayoría, son los sectores aledaños a hospitales y centros médicos los que gozan de esta ventaja. Pero también la proximidad de oficinas como las de la Empresa Eléctrica “protege” a las casas y negocios aledaños. Este es el caso de La Garzota, también en el norte de Guayaquil.
- Cambios repentinos en horarios de cortes de luz en Ecuador generan incertidumbre en casas y negocios
“Nos sentimos bendecidos”, repite sin dudar Derwin Petit, el dependiente de un minimercado en la Ciudadela Guayaquil, para describir lo que pasa en su barrio, uno de los sectores inmunes a los cortes de luz en el norte Guayaquil.
Petit, un venezolano que reside hace cuatro años en esa ciudad, cuenta que en las últimas tres semanas de apagones programados el fluido eléctrico solo se ha interrumpido apenas dos veces a lo largo de unas cuatro cuadras del sector.
“No tengo la menor idea del por qué casi nunca nos cortan la luz, pero que siga así”, dice el encargado de la tienda en la Kennedy Norte. Y cuando termina su jornada y regresa a casa, también en el norte, recibe un fuerte golpe de una realidad sin luz. “Hay noches que ni siquiera quiero llegar a la casa”.
“Tenemos luz, pero igual se corta el Internet”
Las oficinas de atención al público de la Corporación Nacional de Electricidad (CNEL) en La Garzota cubren una manzana entera. Y los negocios y viviendas ubicadas alrededor gozan de servicio eléctrico ininterrumpido.
La tarde y noche del martes 1 de octubre de 2024 un equipo de PRIMICIAS constató los contrastes que se producen en el sector.
Todavía con luz diurna, las tiendas y negocios de sectores aledaños usan lámparas recargables para contrarrestar la falta de luz en espacios interiores durante los apagones, que se extendieron esta semana en el sector hasta las 19:00.
Mientras, en los alrededores de la Empresa Eléctrica dos viviendas lucían con todas las luces exteriores encendidas, a las 17:45, media hora antes de la puesta del sol, como si también fueran “inmunes” al ahorro de energía.
Omar Cajas, que trabaja en un cyber café ubicado justo frente a las oficinas de CNEL, explica que el fluido eléctrico ininterrumpido está lejos de prevenir impactos negativos en su negocio.
“Aquí nunca se va la energía, pero los cortes programados en la zona provocan que se caiga el servicio de Internet”, dijo. En su negocio, eso significa que cuatro computadoras se quedan sin servicio, inhabilitadas para el alquiler entre cinco y seis horas al día.
Durante la falta de servicio de Internet, Cajas conecta el internet de su celular al computador principal del negocio para escuchar salsa en las “horas muertas”, en las que solo presta el servicio de fotocopias.
En un local cercano (la peluquería Vicky) reportaron que pese a la falta de interrupciones programadas la afluencia de clientes ha disminuido hasta en un 25% en las últimas semanas, lo que atribuyen a una reducción de la concurrencia a ese sector comercial.
La caída de concurrencia afecta negocios
En los alrededores del Hospital del Niño Francisco de Icaza Bustamante, en el centro de Guayaquil, es todo un circuito de al menos cinco cuadras el que permanece de forma perenne con luz eléctrica.
Cristian Ruiz, trabajador de la panadería Santander -a una cuadra del hospital- explicó que la planta de producción del negocio se ubica en otro lugar, donde sí enfrentan problemas de suministro de energía. Y por eso la empresa tuvo que adquirir generadores eléctricos.
“Las ventas cayeron un poco, sobre todo en el inicio de los apagones, pero se han ido emparejando con el paso de los días”, dijo.
Mientras, Francisco León, del local Café Latte en la Ciudadela Guayaquil, sector que se “salva” de los apagones en el norte, dice que no son vecinos próximos de casas de salud.
Pero el sector residencial, donde se ubican además una serie de restaurantes, se encuentra a una distancia equidistante entre el Omni Hospital (a 500 metros) y de centros médicos de diálisis y especialidades más pequeños. “Creo que eso nos ha librado de los cortes”.
En la zona, hay restaurantes que trabajan de forma ininterrumpida hasta las 23:00, gracias a que cuentan toda la noche con electricidad. Sin embargo, esta “suerte" no los deja completamente ilesos.
Cómo en las zonas aledañas sí sufren con la falta de suministro, esto afecta indirectamente a los comercios que dependen del flujo constante de clientes, en horarios de oficina.
León señala que en la última semana sus ventas bajaron en torno a un 20%, ya que muchas oficinas vecinas aplican por momentos el teletrabajo, lo que afecta la concurrencia a los negocios.
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