Solo un 8% del tráfico del paso elevado de la avenida Juan Tanca Marengo se beneficia de una obra de USD 5,5 millones
El alcalde de Guayaquil, Aquiles Alvarez, defiende la ejecución de una obra heredada por su administración, pero anuncia ampliación y un paso peatonal urgente, ante críticas sobre la efectividad de la solución vial.
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Vista del paso elevado de la avenida Juan Tanca Marengo y Antonio Gómez Gault, al norte de Guayaquil, el día de su inauguración el 7 de febrero de 2025, tras dos años y medio de retrasos.
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Cuatro años después de su adjudicación y con un costo de USD 5,5 millones, el paso elevado de la avenida Juan Tanca Marengo, al norte de Guayaquil, se inauguró finalmente el 7 de febrero de 2025, aunque la denominada “solución vial” aún está lejos de aliviar la congestión vehicular en la zona.
El nuevo puente a desnivel permite girar a la izquierda (en sentido oeste-norte) hacia la avenida Antonio Gómez Gault, pero su utilidad se ha puesto en entredicho pues los embotellamientos se mantienen igual o peor que antes, según denuncian conductores y usuarios de la vía.
La reducción de cuatro a dos carriles intensifica la congestión en horas pico (en sentido oeste-este). De hecho, solo el 7,9% de la demanda vehicular se beneficia del paso elevado -6.531 vehículos diarios-, según se desprende de los estudios de conteo vehicular realizados previo al inicio de los trabajos.
Mientras que el 92,1% de los vehículos sigue transitando por la parte baja del proyecto, en los restantes cinco sentidos vehiculares de la vía, una intersección por la que circulan casi 90.000 vehículos diarios.
La instalación de un nuevo semáforo en la esquina limita que el flujo con mayor demanda sobre la avenida principal (el sentido de circulación este-oeste) pueda beneficiarse también de la obra:
"Crítica por no terminarlo, palo por inaugurarlo"
La solución vial fue diseñada y contratada en septiembre de 2021, durante la administración de la exalcaldesa Cynthia Viteri, con un plazo inicial de 300 días para su ejecución.
Sin embargo, diversos retrasos y problemas de liquidez del contratista adjudicado -Consorcio Traudet y Asociados- llevaron a que la obra no se concluyera en ese periodo y tampoco dentro del primer año de la actual administración de Aquiles Álvarez.
El alcalde en algún momento explicó que el contratista concursó muy por debajo del presupuesto referencial, que fue USD 6,7 millones, lo que afectó el desarrollo del proyecto.
Alvarez ha respondido a los cuestionamientos sobre la efectividad de la obra, señalando que su administración optó por finalizar el proyecto, que causó molestias en el sector durante tres años y medio. Al contratista se le impuso multas por USD 300.000.
“Critican que el estudio estuvo mal hecho y que ese puente nunca debió estar ahí. Es un estudio de la anterior administración, ¿qué hago, lo tumbo o lo termino? Entonces es crítica por no terminarlo. Y palo por haberlo inaugurado”.
Aquiles Alvarez, alcalde de Guayaquil.
No obstante, ante los cuestionamientos, Alvarez anunció la ampliación de la avenida Juan Tanca Marengo a cuatro carriles para mejorar la fluidez y la construcción de un paso peatonal, calificado como "urgente y necesario". Con un paso peatonal se podría eliminar el semáforo de la intersección.
Además, destacó que su administración adjudicó otros proyectos viales similares, como la conexión entre la avenida Rodrigo Chávez y Tanca Marengo, ubicada a 2,6 kilómetros del nuevo paso elevado.
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"No se solucionó el problema del tráfico"
Conductores y residentes de la zona de la Tanca Marengo y Gómez Gault expresaron su frustración ante los resultados de la obra.
Carlos Dueñas, conductor que transita a diario por la Juan Tanca Marengo, cuestionó los “taponamientos” que encuentra cada mañana cuando ingresa a la avenida desde la vía a Daule (en el sentido oeste-este de la vía), algo que no ha cambiado en los últimos cuatro años, dijo.
"En la práctica te han quitado dos de cuatro carriles para construir un puente con giro a la izquierda que pocos conductores usan y eso genera congestión".
Carlos Dueñas, usuario de la avenida.
Otro problema señalado por Dueñas es la falta de infraestructura peatonal: "No hicieron un paso elevado para peatones, han vuelto a instalar el semáforo en el mismo sitio y la gente sigue cruzando a ras de calle, como antes. ¿Cómo no se diseña un paso peatonal en una obra millonaria como esta?", señaló.
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Por su parte, Roberto Núñez, residente de la ciudadela San Felipe, aseguró que el giro habilitado por la obra beneficia solo parcialmente a los moradores de su barrio, pues el paso elevado solo facilita el ingreso a ese sector residencial desde la zona norte y noroeste. También coincide en que la obra no responde a las verdaderas necesidades del sector.
"El tráfico más pesado es el de la Juan Tanca Marengo en ambos sentidos, no el giro hacia una vía secundaria. Lo que debieron hacer es un doble paso elevado en paralelo sobre la avenida principal", comentó. “No hay que ser ingeniero en transporte para verlo”.
Según el estudio de conteo vehicular previo a la construcción del puente a desnivel, la mayor demanda de tránsito en la intersección se registra en los sentidos este-oeste y oeste-este, que representan el 41,2% y 32,4% del flujo vehicular diario, respectivamente.
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