En Guayaquil hay 73 puntos problemáticos para la recolección de basura
El Municipio de Guayaquil identifica 746 zonas con mala disposición de basura. Solo en el casco comercial hay 47.
El viernes 15 de noviembre de 2024 dos recicladores hurgaban en un contenedor de basura ubicado la calle 40 y la L, en el suburbio de Guayaquil.
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Dos intersecciones del suburbio de Guayaquil, la autopista Narcisa de Jesús, las avenidas 25 de Julio, Casuarina, del Bombero o Isidro Ayora integran la lista de los 73 puntos que el Consorcio Urvaseo, encargado del servicio de recolección de basura en la ciudad, califica como “muy problemático”, debido a la mala disposición de los desechos.
“Este último año se han determinado 73 puntos altamente conflictivos, es decir críticos. La mala disposición de desechos se da porque la gente saca la basura fuera del horario de recolección o porque la disponen en un lugar equivocado”, afirmó Stefany Camacho, subgerente de Comunicaciones de Urvaseo.
En el listado se encuentran las calles 25 y la T y la 40 y la J, en el suburbio oeste, varias intersecciones de la autopista Narcisa de Jesús y tres tramos de la avenida 25 de Julio, así como Chongón, la explanada de Ciudad Victoria, Mapasingue, Montebello y la vía Perimetral frente al Hospital Universitario.
“Los malos vecinos no respetan el horario de recolección de basura, el carro recolector pasa por aquí los martes, jueves y sábados, pero después de que pasa ahí sacan la basura”, criticó Nancy González, de 45 años, dueña de un comedor en la esquina de la 40 y la J, donde la mañana del 15 de noviembre de 2024 la zona había sido previamente limpiada por los barredores de Urvaseo.
No obstante, González se quejó porque dos cuadras más adelante, en los alrededores del colegio Juan Emilio Murillo, un contenedor de basura se ha convertido en un punto de hacinamiento de desperdicios al que los chamberos acuden para rebuscar desperdicios que puedan vender a los recicladores.
“La recolección es interdiaria, lunes, miércoles y viernes / martes, jueves y sábado, pero la mayor problemática viene cuando el recolector pasa el martes en la mañana y los desechos se quedan expuestos el miércoles, porque no toca, y jueves, es decir que en algunos puntos van a estar hasta 48 horas expuestos los desechos”, explicó Camacho.
746 puntos críticos en toda la ciudad
Media hora después de que pasara el recolector, una esquina del mercado municipal Prosperina ya acumulaba desechos, a las 09:30 del 12 de noviembre.
En la tarde, lo mismo ocurría en pleno casco comercial de Guayaquil, en Rumichaca y Diez de Agosto, mientras que el escenario se repetía en la calle 4 de Noviembre, todo el día. Son apenas tres de los 746 puntos críticos señalados por el municipio de Guayaquil como de mala disposición de basura.
“El carro pasa a las 09:00, pero a las 09:20 usted ya ve basura. La gente saca después que ha pasado el carro”, criticó María Gualoto, una vendedora de lotería, de 71 años, que tiene un puesto en el mercado Prosperina y que lamenta el desaseo de la zona en la que trabaja, en el noroeste de Guayaquil.
El Municipio de Guayaquil ha identificado 746 focos de mala disposición de basura en la ciudad y, aunque parezcan demasiados, el año pasado la cifra era mayor, alcanzaba los 800, recalca el director de Aseo Cantonal, Fernando Cornejo.
“Actualmente tenemos 746 puntos críticos, recibimos el 5% más, hemos logrado reducir esa cantidad. Estamos recogiendo 7% más de toneladas de basura diariamente”, precisó Cornejo al mencionar que este año han intervenido 222 lugares y han logrado eliminar 119 focos críticos.
Entre los sectores saneados constan Sauces 3, 4 y 6, donde se redujeron los puntos de mala disposición de basura, pues pasaron de 59 a 15, según los resúmenes de la dirección de Aseo Cantonal, que actualmente trabaja en las ciudadelas Martha de Roldós y Mapasingue.
María Antonieta Bustamante, presidenta del Comité Pro Mejoras Sauces 6, responsabiliza a la comunidad y a la indisciplina.
“La comunidad pone el desorden, es la triste realidad. Por ejemplo, en la calle Antonio Parra Velasco hay personas que siguen botando basura, inclusive después de que pasa el camión, y como ya no alcanzan tiran la basura, así sucede también en uno de los bloques multifamiliares”, comentó la dirigente.
Casco comercial tiene 47 focos ‘problema’
Guayaquil está dividida en 24 subzonas para la recolección de basura, servicio que lo ejecuta la contratista Urvaseo, con la que el Municipio firmó un contrato hasta 2027 por USD 402 millones en septiembre de 2019 y que está en vigencia desde el 21 de diciembre de 2020.
Ese contrato establecía que el municipio seleccione a una auditora externa para que fiscalice a Urvaseo. Sin embargo, esta disposición no se ha cumplido. Recién en noviembre el municipio inició el proceso de contratación para elegir a la fiscalizadora externa a un costo de USD 980.000.
Mientras tanto, la supervisión la cumple únicamente la dirección de Aseo Cantonal con sus 92 funcionarios y 31 camionetas, que se despliegan por toda la ciudad para monitorear las rutas y microrrutas que siguen los carros recolectores de Urvaseo.
Adicionalmente, otros 58 trabajadores municipales se ubican en el relleno sanitario, donde se pesan las toneladas de desechos que ingresan para su entierro en el botadero.
“Evidentemente, con 92 personas, controlar todo el cantón es complicado, nos apoyamos en las capacidades tecnológicas, tenemos el acceso de los GPS de los recolectores”, admitió Cornejo al explicar que diariamente controlan a la operadora del servicio.
Entre las verificaciones que aplican a Urvaseo, el Municipio de Guayaquil supervisa que diariamente el personal utilice implementos de seguridad, que los vehículos cuenten con repuestos inmediatos cuando los necesite, incluso el combustible con el que llenan las unidades recolectoras.
No obstante, en pleno casco comercial de Guayaquil hay 47 puntos críticos de acumulación de desechos. Un listado del Municipio detalla las intersecciones donde ciudadanos o dueños de negocios tiran basura sobre los tachos ubicados en el centro, en el cuadrante comprendido entre las calles Julián Coronel hasta Capitán Nájera y desde la avenida Quito hasta la ría.
PRIMICIAS visitó la zona y constató que durante el día la problemática no es tan grave como en horas de la noche.
Pasadas las 18:00, grandes sacos o fundas de basura se acumulan en las calles de las zonas regeneradas, donde a los pocos minutos se acercan recicladores, mendigos o jóvenes adictos a rebuscar entre los desperdicios.
Camiones han recogido más basura que en 2023
Hasta octubre pasado, en 300 días, los camiones han retirado de las calles de Guayaquil 1.416.417 toneladas de basura, cantidad que superó en el 5% la recogida en el mismo periodo de 2023, y los camiones han recorrido el 12% más de distancia que la del año pasado.
“Este aumento refleja un esfuerzo por cubrir zonas más amplias de la ciudad o por atender áreas con mayor cantidad de residuos”, comentó Cornejo.
A cualquier hora, en la mañana o en la tarde, la calle 4 de Noviembre, en el Suburbio de Guayaquil, presenta basura acumulada en sus esquinas. Este medio realizó un recorrido por esta calle y constató cúmulos de desperdicios que incluso invaden la vía pública vehicular.
La zona tiene mayor presencia de los llamados chamberos, pero principalmente de jóvenes adictos que buscan en la basura algo que puedan vender a las recicladoras con el propósito de comprar sustancias estupefacientes.
La falta de políticas de reciclaje -analiza César Cárdenas, presidente del Observatorio de Servicios Básicos de Guayaquil- es una de las deficiencias en el sistema de recolección de basura.
“La misma empresa (Urvaseo) debería establecer políticas de recompensa con la ciudadanía para hacer reciclaje domiciliario, separación de basura, de tal manera que se pueda generar ingresos para la ciudad y que no todo se vaya al botadero”.
Cárdenas critica que en ocasiones Urvaseo no cumple los horarios de recolección y la basura, que la gente ha sacado con anterioridad, queda expuesta a los chamberos. También cuestiona el cumplimiento de la contratista a la obligación de realizar campañas educativas.
“La empresa invierte muy poco, casi nada para que las personas hagan una disposición adecuada de la basura. Es importante que haya una auditoría externa, el municipio debería controlar de manera diaria, pregúnteles cuántas multas ha tenido Urvaseo en los últimos cuatro años”, cuestiona Cárdenas.
El monto que señala el contrato para la ejecución de campañas ciudadanas alcanza los USD 700.000, e incluye el pautaje publicitario en medios de comunicación masiva.
Este año, Urvaseo ha recibido tres notificaciones o multas de parte del Municipio de Guayaquil, dice el director de Aseo Cantonal, aunque no mencionó los montos, pero sí las causas.
“No recuerdo los valores, una fue porque quedó basurilla (residuos), pero no en grandes cantidades, entiendo que el proveedor hizo la descarga, me parece que fue por el suburbio”, comentó Cornejo.
En cambio, a la ciudadanía -recalcó- se le ha realizado 3.820 notificaciones por mala disposición de basura, más del doble del 2023, en que la cifra se ubicó en 1.598 notificaciones, por una suma aproximada de USD 325.000.
Multas van desde USD 92 hasta USD 575
Las sanciones para quienes incumplan con la correcta disposición de la basura en Guayaquil van desde USD 92 hasta USD 575 y comprenden infracciones leves como tener sucia la acera que corresponde a su domicilio, arrojar desechos a la vía pública desde la calle o desde vehículos y quemar basura en patios o jardines.
La norma califica como infracción grave sacar la basura fuera del horario de recolección, manipular las fundas, formar hacinamientos en parterres o tirar desechos a la red de alcantarillado.
Se considera una infracción muy grave arrojar residuos de materiales de construcción dentro de los contenedores o en las fuentes de agua, tirar desechos peligrosos en sitios no autorizados y rellenar predios con escombros de obras civiles o materiales de demolición.
“Debe ser un papel importante que juegue Urvaseo creando conciencia en la comunidad (…) deben tener su perifoneo permanente, sus Inspectores con el Municipio empiecen a sancionar, cuando le toquen el bolsillo a las personas se puede lograr un correctivo”, dijo la dirigente barrial María Antonieta Bustamante.
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