Pobreza y violencia han retrasado la dotación de servicios básicos en Guayaquil
La ruta hacia la cobertura total de servicios básicos enfrenta desafíos en zonas violentas e inseguras. Los sectores más postergados serán las cooperativas San Francisco y Ciudad de Dios, en el norte y noroeste de Guayaquil, a los que se prevé dotar de alcantarillado sanitario dentro de cuatro años.
Acumulación de aguas servidas y de basura en la bajada de un cerro de la cooperativa San Francisco, en el norte de Guayaquil, el 29 de noviembre de 2024. El sector carece de alcantarillado sanitario desde hace 25 años y deberá esperar por el servicio hasta 2028.
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El noroeste de Guayaquil, una de las zonas más vulnerables y postergadas de la ciudad, enfrenta un doble desafío. Se debe cerrar allí la brecha en la dotación de servicios básicos y se trata de un sector donde los contratistas enfrentan la mayor dificultad para operar, debido a la rampante inseguridad.
La precariedad y los altos índices de violencia ya provocan actualmente un ligero retraso en la ejecución del plan preinvernal 2024-2025, para mitigar inundaciones en la temporada de lluvias, según informó, este 19 de diciembre de 2024, la Empresa Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Emapag).
Mientras que es principalmente en el noroeste (y en zonas puntuales del norte) donde aún persiste la deuda histórica de provisión de agua potable y alcantarillado sanitario, en la ruta hacia la cobertura total de servicios básicos en la ciudad.
La construcción del Quinto Acueducto en Monte Sinaí permitirá garantizar la cobertura total de agua potable. Se prevé comenzar a construirlo a mediados de 2025 y se terminará en 2026, con una inversión de USD 60 millones (la obra beneficiará a casi un millón de habitantes).
La municipalidad aseguró el financiamiento del Banco de Desarrollo para América Latina (CAF). Y una vez puesto en marcha el proyecto, el mayor desafío de la ciudad será completar la cobertura de alcantarillado sanitario, según Mario García, gerente general de Emapag.
“Debo ser frontal, en 2025 y 2026 vamos a avanzar con el alcantarillado sanitario. Pero no vamos a llegar al 100%, porque nuestra prioridad será el agua potable. En un orden lógico y orgánico primero se dota de agua, por sanidad, y luego de alcantarillado sanitario”, dijo García.
Entre 25 y 100 años sin alcantarillado
La actual administración municipal, del alcalde Aquiles Alvarez, se extenderá hasta mayo de 2027. Pero el cronograma de Emapag para cubrir las conexiones requeridas de alcantarillado sanitario se extiende hasta 2028.
Actualmente, alrededor de 101.000 hogares carecen de alcantarillado en el noroeste y norte (usan pozos sépticos). Y la empresa municipal planea una incorporación gradual, a una media de unas 20.000 nuevas conexiones domiciliarias cada año.
Guayaquil tiene alrededor de 700.000 hogares, con lo que casi un 15% carece del servicio. Este año se incorporaron, a un costo de USD 80 millones, 40.000 conexiones en zonas del noroeste como Nueva Prosperina, Ignacio de Loyola, Reinaldo Quiñonez y, del norte, como Bastión Popular, según Emapag.
Los sectores más postergados serán la cooperativa San Francisco, frente al complejo de cárceles del norte de Guayaquil, y Ciudad de Dios, el último encadenamiento urbano en el extremo noroeste de la urbe, a los que se prevé dotar de alcantarillado sanitario hasta 2028.
En la cooperativa San Francisco, parte de las aguas servidas de las viviendas bajan de los cerros por las veredas, se acumulan en las esquinas y son recolectadas por canales de aguas lluvias que desembocan de forma directa en el río Daule.
“La acumulación de agua en las calles genera malos olores e insalubridad. Dependemos de pozos sépticos que se rebozan, pero se nos cobra por el alcantarillado en las planillas de agua, un servicio que no nos están brindado”, cuenta Lucía Vásconez, que reside por 15 años en la cooperativa San Francisco.
Tanto San Francisco como Ciudad de Dios se consolidaron a partir de invasiones y asentamientos irregulares hace alrededor de 25 años.
Mientras que el propio alcalde de Guayaquil cuestionó que la parroquia urbana de Pascuales, una de las más tradicionales en el norte, aún carezca de alcantarillado sanitario luego de 100 años de parroquialización. Y se comprometió a corregir la situación entre 2025 y 2026, según el cronograma.
Inseguridad retrasa plan preinvernal
Actualmente el Municipio trata solo el 60% de aguas servidas y con la construcción en curso de la planta Los Merinos se completará el 100% a finales de 2026, un tema que ha generado polémica con el Ministerio del Ambiente, que denuncia contaminación en el río Daule.
Desde Emapag aseguran que se han invertido USD 370 millones solo en tratamiento de aguas residuales y esperan presentar sus descargos y pruebas en medio de un proceso administrativo abierto por la Agencia de Regulación y Control del Agua (ARCA).
“Nosotros no estamos contaminando el río Daule (...) Y en cuanto al agua potable de Guayaquil, tomamos 6.000 muestras anuales cuando la norma exige solo 860”.
Mario García, Emapag.
En tanto, la implementación del plan preinvernal contra inundaciones enfrenta retrasos en el noroeste de Guayaquil debido a problemas de seguridad en sectores como Montes Sinaí.
Según García, la búsqueda de contratistas dispuestos a trabajar en áreas consideradas conflictivas ha sido un enorme desafío. Se coordinan esfuerzos con la Policía y la empresa pública municipal Segura EP para garantizar el avance de las obras en puntos críticos del sector.
Emapag consiguió finalmente un contratista que entró a trabajar en “con nervios” en el plan preinvernal del distrito Nueva Prosperina (noroeste), el más violento de la ciudad con 249 homicidios este año, en donde las bandas criminales están atacando durante la última semana incluso a los policías.
El retraso acumulado en las obras alcanza el 7%, aunque se espera recuperar el tiempo perdido en la búsqueda del contratista. El plan concluirá en marzo de 2025, cuando la temporada de lluvias empiece a declinar y los trabajos continuarán con la llegada de las precipitaciones, previstas para enero próximo.
El plan preinvernal 2024-2025 (octubre-marzo) que incluye la limpieza de 320.000 metros lineales de sistemas de aguas lluvias registra un avance del 38,13%. La inversión es de USD 9 millones sumadas obras de infraestructura y drenaje pluvial en 16 puntos estratégicos, parte del denominado plan choque.
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