Guayaquil impulsa la generación de energía con aguas residuales en macro obras por USD 370 millones
La ciudad está pasando de pretratar las aguas negras y someterlas a lagunas de oxidación a un tratamiento integral que prevé reducir la carga de contaminación en los ríos Guayas y Daule. La planta Las Esclusas genera 90% de su energía y la de Los Merinos tiene 50% de avance.
La planta de tratamiento de aguas residuales Las Esclusas, al sur de Guayaquil, alcanzó en agosto pasado una generación eléctrica del 90% de la energía que requiere para funcionar.
- Foto
Municipio de Guayaquil
Autor:
Actualizada:
Compartir:
El aprovechamiento del biogás que produce la basura en el relleno sanitario de Guayaquil es un tema pendiente por largo tiempo -actualmente se captura y se quema-. Y es el tratamiento de las aguas residuales el que abre la ruta a la producción de energía eléctrica con estos gases.
Una inversión combinada de USD 370 millones en dos macro obras le permitirá a Guayaquil no solo tratar de forma técnica e integral sus aguas negras, reduciendo la presión en la contaminación de los ríos Guayas y Daule, si no también generar energía limpia.
La Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) Las Esclusas, ubicada en el extremo sureste de la ciudad, se inauguró en julio de 2022 con una inversión de USD 205 millones.
Pero la Empresa Municipal de Agua y Alcantarillado (Emapag) informó que la planta alcanzó el 100% de operación en septiembre de 2023 y se entregó a la concesionaria a mediados del mes pasado, cuando una misión del Banco Mundial constató su funcionamiento.
Con tres motores de 600 kilovatios de potencia ha alcanzado un 90% del total de energía que requiere la planta para su funcionamiento, unos 220.000 kilovatios hora, por lo que se redujo el consumo de energía proveniente de la red pública, informó la entidad.
Mientras que la segunda macro obra de este tipo, la planta Los Merinos, se construye también con financiamiento del Banco Mundial -USD 165 millones- en el norte de Guayaquil y registra un avance del 50%.
También contará con un sistema de cogeneración de energía hasta fines de 2026, cuando está prevista su inauguración, según informó Mario García, gerente de Emapag.
Un año de retraso en Los Merinos
La concejal del Partido Social Cristiano (PSC), Ana Chóez, recordó que estas macro obras son el resultado de la gestión de financiamiento y la contratación inicial de su coideario, el exalcalde Jaime Nebot (periodo 2000-2019), que también impulsó las plantas Pantano Seco y Mi Lote.
Mientras que el alcalde de Guayaquil, Aquiles Alvarez (Revolución Ciudadana), informó que su administración retomó Los Merinos con un retraso de casi un año de paralización de la administración de la exalcaldesa socialcristiana Cynthia Viteri (periodo 2019-2023).
En la administración pasada se habló de una inauguración de Los Merinos para noviembre de 2025 y ahora se prevé su entrada en operación un año después, lo que se atribuye desde Emapag a imprevistos en la construcción de una obra con alto nivel tecnológico.
“Con la capacidad combinada de las dos plantas vamos a atender casi el 100% del tratamiento de aguas residuales de la ciudad, los que es fundamental para nosotros, porque eso nos lleva a un Guayaquil renaturalizado”.
Aquiles Alvarez, alcalde de Guayaquil
El tratamiento de aguas residuales en Los Merinos atenderá a una población de 1,5 millones de habitantes en las parroquias Tarqui y Pascuales, en el norte de la ciudad -Las Esclusas atiende a más de un millón de guayaquileños-.
Según García la planta del norte será la obra de ingeniería sanitaria más grande del país, mejorará la calidad del agua del Daule, contribuyendo a la protección del ambiente, la preservación de especies acuáticas y de la salud pública, pues la ciudad toma el agua potable de ese mismo río.
¿En qué se diferencia al tratamiento actual?
Anteriormente, en el sur de Guayaquil (área de influencia de la planta Las Esclusas) existía solo una planta de pretratramiento.
Mientras que para el caso del norte de Guayaquil (área de influencia de Los Merinos) una fracción de las aguas negras es pre-tratada y otra ingresa a un tratamiento mediante lagunas aireadas o lagunas de oxidación.
Se trata de un tratamiento secundario. Mientras que con las macro obras se realiza un tratamiento primario avanzando químicamente asistido o mejorado lo que reduce la carga contaminante a los ríos.
Además, las denominadas PTAR cuentan con procesos para el tratamiento de lodos y gases. También cuentan con sistemas de reutilización de agua, control de olores y laboratorios de análisis de calidad del agua.
Los Merinos contará con una capacidad máxima de tratamiento de 7,90 metros cúbicos por segundo en época de lluvias y 4 metros cúbicos por segundo, en temporada seca.
La obra está diseñada para satisfacer las necesidades del norte de la ciudad hasta el año 2045 teniendo en cuenta el crecimiento poblacional y el aumento en la demanda de servicios de saneamiento.
Malos olores en barrios y urbanizaciones...
El tratamiento secundario como el de las Lagunas de Oxidación Guayacanes Samanes, ubicadas al norte de Guayaquil -al lado de donde se construye Los Merinos- carece de tratamiento de lodos y gases.
Además, por esa misma razón, las lagunas generan olores que se suelen acentuar en épocas de altas temperaturas a causa de las reacciones biológicas. Y los lodos que se depositan en el fondo de las lagunas deben, cada cierto tiempo, ser extraídos y dispuestos en lechos de secado.
Los malos olores no solo afectan por temporadas a barrios aledaños como Guayacanes y Sauces 4 sino a urbanizaciones en la ribera del río Daule ubicadas a kilómetros al norte de la ciudad, o incluso al otro lado del río, en la parroquia La Puntilla (Samborondón).
Desde Emapag aseguran que aunque la concesionaria Interagua trata de mitigar los olores inyectando químicos, tratando una fracción de los gases mediante biofiltros y carbón activado, solo la entrada en funcionamiento de la planta Los Merinos promete una solución definitiva al problema.
Compartir: