Emapag busca laboratorio para ‘contra muestreos’ de calidad del agua en Guayaquil

Dos semanas después de que se denunciara una presunta contaminación del río Daule por la descarga de aguas residuales de las plantas de tratamiento, la Empresa Pública Municipal de Agua Potable de Guayaquil, Emapag-EP, inició un proceso para verificar el estado del líquido tratado por la concesionaria Interagua.

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La autorización para la “ejecución de contra muestreos de calidad de agua” se dio el pasado 24 de diciembre, 11 días después de que la Agencia de Regulación y Control del Agua (ARCA) iniciara un proceso administrativo sancionador contra el Municipio de Guayaquil, la Emapag-EP e Interagua.

Esto luego de que el ARCA inspeccionara las plantas de tratamiento Guayacanes-Samanes y Sauces-Alborada, en Guayaquil, y detectara una infracción calificada como muy grave, esto es que el agua que proviene de estas plantas y que se descarga al río Daule tendría niveles superiores a los máximos permitidos de coliformes fecales.

Estas sustancias son consideradas como un indicador ambiental que determina la probabilidad de que haya patógenos (virus, bacterias, hongos) en el agua. En los contra muestreos se analizarán los niveles de coliformes fecales así como de otras sustancias contaminantes. Entre ellas, sólidos suspendidos totales, fósforo, nitrógeno, sulfuros, sulfatos.

“Cualquier planta de tratamiento de aguas residuales debe tener por debajo los límites máximos permitidos, si realmente supera esos niveles hay un riesgo de contaminación”.

Suanny Mosquera, ingeniera en Procesos y Química de la Espol.

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El muestreo -comenta el biólogo marino Xavier Chalén- “no es más que un dato que muestra cuán contaminada está el agua”. Lo más importante, asegura, es que las autoridades ambientales tomen acciones y que se socialice con todos los actores la importancia de los recursos naturales.

“Si el agua está contaminada con coliformes fecales es lógico entender que hay una mala disposición final de las aguas servidas de los diferentes recintos o parroquias que están alrededor del río Daule. Los municipios tienen la obligación de llevar adelante el tratamiento adecuado de las aguas servidas, para que el agua final que sea devuelta al ambiente tenga la menor cantidad de contaminantes posibles”, indica Chalén.

Cinco puntos de muestreos

Para analizar la calidad del agua, la Emapag-EP se dedica estos días a buscar a un laboratorio que se encuentre aprobado por el Servicio de Acreditación Ecuatoriana (SAE) para que recoja muestras con el propósito de “verificar los efectos de los principales grupos contaminantes en los cuerpos receptores”, es decir detectar si contienen sustancias nocivas para la salud o el ambiente.

El agua -señala Emapag-EP- “debe ser usada eficientemente para la optimización de los efluentes y recreación de la población”. Un segundo objetivo para hacer estos muestreos busca “evaluar el estado operativo de las plantas de tratamiento de aguas residuales operadas por Interagua”.

Las muestras se recogerán en cinco puntos específicos:

• Aguas superficiales del Estero Salado.

• Aguas superficiales del Río Guayas-Daule.

• Aguas residuales de plantas de tratamiento en ciudadelas.

• Aguas en alcantarillas y canales de aguas lluvias.

• Descargas de aguas residuales en plantas de tratamiento.

En cada uno de los puntos se recogerán varias muestras, por ejemplo, de la entrada y salida de ocho sistemas de tratamiento de aguas servidas en las plantas de tratamiento. En lo largo del Estero Salado se tomarán seis muestras, la misma cantidad a lo largo del río Guayas-Daule.

Se recopilarán muestras en la entrada y salida de seis plantas de tratamiento ubicadas en las ciudadelas, también se recogerá líquido de cuatro canales de aguas lluvias.

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La cantidad de agua que se recogerá no será la misma en cada lugar. Tampoco los valores que se le pagará al laboratorio. 

Por ejemplo, la recogida y análisis de las descargas de aguas residuales en las plantas de tratamiento en ciudadelas (Guayacanes-Samanes y Sauces-Alborada) tendrá un costo de USD 32.543, mientras que la toma de muestras del agua superficial del río Guayas-Daule costará USD 11,64.

Para las muestras de agua que tomen del Estero Salado se ha presupuestado USD 5.262, para las que provienen de alcantarillas y canales de aguas lluvias tendrán un valor de USD 9.347, y los análisis de las descargas de aguas residuales de plantas de tratamiento cuestan USD 31.242.

En total el proyecto de contra muestreos asciende a USD 90.037, y tendrá un plazo de 365 días, con entregas mensuales. Para el 30 de este mes se ha previsto la selección del laboratorio acreditado.

A Emapag se le solicitó una entrevista, la misma que no se realizó hasta el cierre de esta publicación. Miembros del equipo de comunicación señalaron que sería agendada para el próximo miércoles.

No obstante, en el portal web de Emapag constan informes que la entidad ha difundido con los resultados de los análisis rutinarios de la calidad del agua de consumo en diferentes sectores residenciales de Guayaquil, pero no de la condición del líquido en plantas de tratamiento o del río Daule.

En un listado de 56 items, un promedio de cinco mensuales, Emapag mostró estos resultados, que fueron realizados por el laboratorio Protal, de la Empresa Pública de Servicios Espol-Tech E.P., y que se encuentra acreditado por el SAE (Servicio de Acreditación Ecuatoriana).

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Los resultados de las muestras que recogió Protal el 23 de diciembre de 2024, por ejemplo, en viviendas ubicadas en Mapasingue este, la avenida Carlos Julio Arosemena, ciudadela Miraflores o la cooperativa Quisquís, señalan que sustancias como coliformes fecales, bacterias aerobias, turbiedad, olor o sabor se encuentra por debajo de los límites o que se califican como ‘aceptable’.

Impacto en la salud ambiental

Emapag-EP verificará la calidad del agua, aunque en diciembre pasado su gerente general, Mario García, y la directora de Ambiente del Municipio de Guayaquil, Isabel Tamariz, negaron las acusaciones del ARCA por la contaminación del río Daule y garantizaron la calidad del agua que se consume en la ciudad.

“Realizamos análisis diarios junto a Interagua para garantizar su calidad”, dijo entonces Tamariz.

El gobierno de Daniel Noboa y el alcalde de Guayaquil, Aquiles Alvarez, se vieron enfrentados en una nueva controversia por este tema ambiental a mediados de diciembre pasado.

Más que protagonizar confrontaciones políticas, las autoridades deben realizar una gestión integral del cuidado ambiental. “Lo que se necesita hacer desde el ámbito de la conservación, quien quiera que haga la gestión, ya sea la cooperación internacional, la empresa privada, los municipios o el gobierno central, debe haber un enfoque integrado de gestión”, recalca el biólogo Chalén.

De ahí la importancia de analizar lo que sucede en la cuenca baja del estuario, en la salida de los cauces continentales, y lo que sucede cuenca arriba.

“Por ejemplo, la basura, principalmente desechos plásticos, todo lo que se bota cuenca arriba termina en la cuenca baja y van a dar en el manglar, al mar y siguen acumulándose. Es un problema muy fuerte, que ya estamos viendo las consecuencias, ya se está hablando de problemas en la salud, en la salud ambiental, en la biodiversidad marino-costera”.

Xavier Chalén, biólogo

Todos estos temas son elementales, “son la columna vertebral del ecosistema” y si no se los aborda de manera integral se agravarán con efectos en la salud de las poblaciones costeras que utilizan el agua como recurso primario en sus hogares.

“Estamos viendo estas condiciones, estamos viendo metales pesados, pesticidas, coliformes fecales que son muy difíciles de tratar por cualquier planta potabilizadora de agua potable, son problemas complejos”, advirtió el biólogo.