Concejo Cantonal declara 'personas no gratas' a periodista Martín Pallares y al abogado Pablo Guerrero

Por unanimidad, el Concejo Cantonal de Guayaquil declaró este 13 de febrero personas no gratas al periodista Martín Pallares y al abogado Pablo Guerrero por sus comentarios acerca de la votación favorable a la Revolución Ciudadana en provincias de la Costa y su supuesta relación con el narcotráfico. 

La moción fue presentada por la concejal Soledad Diab y apoyada por 14 concejales, ya que la socialcristiana Ana Chóez se abstuvo de votar, al considerar que se sacó de contexto "un análisis que se ha presentado de una manera que no corresponde a la realidad": 

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"Soy del sur y por supuesto que no acepto que me etiqueten como delincuente ni como miembro de un grupo delictivo. La libertad de análisis y de prensa debe ser defendida, pero no puede usarse para tergiversar hechos ni el concejo puede desinformar", exclamó Chóez, quien agregó que lo que hace el concejo "es una muestra más de que se trata de una estrategia de campaña". 

Se refiere a la publicación de Guerrero, realizada el 9 de febrero, día de las elecciones presidenciales y legislativas, en la que dice: 

Pallares, por su parte, hizo un análisis acerca de la correlación entre la votación en provincias como Manabí y Guayas y el auge del narcotráfico. 

Esto generó airadas críticas de todos los concejales, quienes incluso exigieron que los involucrados pidan disculpas públicas a los guayaquileños, "ya que no somos narcotraficantes por pensar diferente". 

El alcalde Aquiles Alvarez cuestionó la postura de Chóez y dijo que "parece que la estrategia de campaña es suya, no defender a Guayas, a la Costa y a Guayaquil como concejal es impresionante".

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La concejal Emily Vera fue más dura en su postura y sostuvo que pensar diferente "no nos vuelve ni delincuentes ni narcotraficantes" y calificó a Pallares y a Guerrero como "sicarios de la comunicación", mientras que Alvarez lamentó que Quito "tenga voceros asquerosos como Pallares y Guerrero".

Las reacciones de los aludidos

PRIMICIAS se contactó con el periodista Martín Pallares para conocer su reacción acerca de la resolución, pero no contestó el teléfono hasta el cierre de esta nota. 

Sin embargo, Pablo Guerrero sí habló con este medio sobre la resolución del Concejo, a la que calificó de "primitiva, pintoresca e inconstitucional". 

¿Cómo califica la resolución del Concejo de Guayaquil que lo declaró persona no grata?

La resolución del Concejo municipal del cantón Guayaquil es, a mi juicio, primitiva, pintoresca e inconstitucional. Primitiva, porque esto de non grato es una antigualla que traen ahora con el fin de que yo no pueda expresar libremente mi pensamiento y mis ideas. 

En mi acierto con relación a las elecciones, no hay ningún criterio degradante contra la ciudad de Guayaquil, a la cual respeto y considero. Y decía que también es inconstitucional, porque al ser una resolución del Concejo tiene que estar motivada constitucionalmente. 

Recuerde que soy abogado y veo las cosas desde un encuadre jurídico. Todas las resoluciones de los poderes públicos tienen que ser motivadas y no habrá tal motivación si no se invoca una norma preexistente, si establece la pertinencia de esta con respecto al caso específico. 

Es decir que un concejal mocione una declaratoria de non grata contra un ciudadano de la República, de la capital más antigua de América, es un acto autoritario, atrabiliario, propio de partidos que están en contra de la libertad de expresión. 

Usted dijo en sus redes sociales que "Guayaquil, al votar de forma importante por Luisa, nos demuestra por qué es el cantón con mayor delincuencia en el Ecuador". ¿Qué tiene que ver lo uno con lo otro?

Me ratifico. Penosamente Guayaquil está entre las 10 ciudades más peligrosas del planeta. Los índices de criminalidad penosamente son alarmantes y las administraciones municipales, tanto la socialcristiana como esta (Revolución Ciudadana), en lugar de preocuparse en perseguir a quienes pensamos o damos nuestra opinión, deberían regenerar el tejido cognitivo de la sociedad guayaquileña

Porque resulta impresionante decir, por parte de los señores afines a la Revolución Ciudadana, que no son narcodelincuentes los que votaron por ellos, pero están olvidando que votan por quienes dieron amnistía a las mulas del narcotráfico, quienes permitieron el microtráfico y quienes han tenido vínculos con ciertos sectores del narcotráfico. 

Entonces decir que porque uno vota no es narcotraficante no quiere decir que esté votando por dirigentes políticos, ahora aupados en el Concejo Cantonal, para establecer que ellos no son narcotraficantes. Hay una distorsión, una deconstrucción del lenguaje por sacar las cosas fuera de contexto. 

Tengo derecho a hablar, a pensar, recuerde que fui un perseguido político del correísmo, y nuevamente me siento perseguido porque decir opiniones libremente no puede ser tergiversadas para poner mi foto, como hizo el alcalde (Aquiles Alvarez) en X. 

Y ahora declararme persona no grata por dar una opinión que tiene relación a la disposición importante del votante de Guayaquil para haber votado por un partido que tiene como líder a un prófugo de la justicia (Rafael Correa).

Se refería a los líderes del partido acusados por corrupción y no a la sociedad guayaquileña en su conjunto, entonces.

Es tan cierto lo que advierte que he colocado un tuit que dice '¿No soy narco, pero voto por aquellos que quieren callarnos por decir la verdad?; ¿No soy narco pero voto por los que dieron amnistía e indulto a las mulas del narcotráfico?'. 

En ese contexto no es de ninguna manera contra el noble pueblo guayaquileño que quiere ser manipulado para que voten en contra de Daniel Noboa y no milito en sus filas porque soy libre pensador.

Resulta espantoso y pintoresco que en pleno siglo XXI, una opinión, no de un periodista como Martín Pallares, sino como un ciudadano, sea satanizada y criminalizada. 

¿Pedirá disculpas públicas, como exige el Concejo municipal?

No le pido disculpas a una trinca de concejales y saludo al pueblo libre de Guayaquil, que espero que tenga mejores días y esté gobernado por gente que esté a la altura de José Joaquín de Olmedo y de Vicente Rocafuerte.

No estoy en ningún partido político, soy un ciudadano que opina con aciertos o desaciertos, pero en esto con re-acierto, porque es mi derecho a expresar libremente mi idea, no ofendo a ninguna ciudad, a nadie, pero ellos toman con una hipersensibilidad a la libertad de expresión que yo he manipulado, que he ofendido a Guayaquil y eso es un absurdo, pintoresco y ciertamente primitivo.