Navidad alrededor del mundo: así son las celebraciones en algunos países
La celebración de Nochebuena da paso a la Navidad este 25 de diciembre. En algunos países hay coincidencia, pero también diferencias que se adaptan a sus culturas y tradiciones.
Personas observan los alumbrados navideños en las ruinas de Cartago, en víspera de Nochebuena este 23 de diciembre de 2024, en San José, Costa Rica.
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EFE
Autor:
Redacción Primicias
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Países como Nueva Zelanda, Samoa, Tonga, Vanuatu, Fiji, partes de Rusia, Australia y Nueva Caledonia fueron los primeros países en recibir la Navidad el 25 de diciembre de 2024 por el huso horario.
La Navidad es la festividad cristiana que conmemora el nacimiento de Jesús cada 25 de diciembre.
Pero las celebraciones, con cenas, luces, el árbol, el intercambio de regalos, la reunión familiar es el resultado de una compleja mezcla de tradiciones religiosas y culturales que se han entrelazado a lo largo de los siglos.
No hay una sola persona a la que podamos atribuir su creación, sino más bien una serie de eventos históricos y culturales que han dado forma a esta festividad.
Por eso la celebración es diferente en cada país y aquí le contamos cómo son las celebraciones.
Siria, celebración de minoría cristiana
En Alepo, en el noroeste de Siria, los cristianos celebran la Navidad como cada año, pese a la reciente llegada al poder de los islamistas, quienes incluso están ayudando a colocar árboles navideños y se hacen 'selfies' con las decoraciones antes que los propios miembros de esta minoría.
Un árbol altísimo pero esquelético con la bandera de la nueva Siria, adoptada tras el derrocamiento de Bachar al Asad, se erige en una de las plazas del barrio armenio de Alepo, donde muchos negocios exhiben guirnaldas y las tiendas de dulces venden chucherías adornadas con la cara de Papá Noel.
México, indígenas rinden culto a la naturaleza
Cientos de indígenas tzotziles en Chiapas, estado de la frontera sur de México, celebraron 24 de diciembre de 2024 la Navidad con rituales, danzas y ceremonias ancestrales para rendir culto a la naturaleza y los ciclos agrícolas.
Ataviados en sus trajes tradicionales, los pobladores de San Juan Chamula recibieron el nacimiento de Jesucristo con una festividad que combina elementos católicos y prehispánicos, que preserva costumbres espirituales que datan de siglos atrás.
Fernando Torres García, antropólogo investigador de la cultura tzotzil, explicó a EFE que esta celebración es una forma especial de rendir culto a la naturaleza, además de representar el fin de un ciclo agrícola.
Japón inspirado en Europa
Las calles de ciudades niponas como Tokio, Osaka y Yokohama se visten de luces, decoraciones y mercados navideños similares a los europeos para celebrar unas fiestas que este país, en el que solo un 1% de la población es cristiana, adoptó sin implicaciones religiosas.
En Japón, donde la Navidad se popularizó después de la Segunda Guerra Mundial por influencia estadounidense, las tradiciones vinculadas a estas fechas son muy diferentes de las occidentales.
Cada Nochebuena cenan pollo frito, una práctica instaurada por la cadena de comida rápida Kentucky Fried Chicken (KFC), y la tarta de fresas con nata sustituye a los polvorones, mantecados y turrones que cada Navidad colman las mesas españolas.
Los japoneses reemplazan la habitual cena familiar de la noche del 24 de diciembre por las citas románticas, convirtiendo este día en una especie San Valentín, que aprovechan para pasear bajo las luces que llenan calles y plazas mientras disfrutan de la emoción característica de esta época del año.
Son las iluminaciones, decoraciones y mercados navideños los encargados de extender el espíritu y la ilusión de estas fechas hasta cada rincón del país nipón al más puro estilo occidental, imitando a los que tanto turismo atraen en ciudades europeas como Viena y Estrasburgo.
Filipinas, la capital navideña
En Filipinas la celebración de la Navidad se extiende por varias semanas y las actividades se centran en el Festival de las Linternas Gigantes en la ciudad de San Fernando, desde mediados de diciembre hasta el día de Año Nuevo.
Celebrado el sábado antes de Nochebuena, este festival convierte a la ciudad en un mar de luz y color, con linternas navideñas (parols) que llegan a medir hasta seis metros de diámetro y cuentan con miles de luces parpadeantes. Estas linternas simbolizan la estrella de Belén y reflejan la fe y esperanza de los filipinos durante la Navidad.
La linterna en forma de estrella es quizás el principal símbolo navideño filipino: colorido, elaborado con amor y resplandeciente con el espíritu de la temporada.
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